martes, 15 de enero de 2008

La culpa

El 85% de los periodistas culpa a los programas del corazón del descrédito de la profesión. Lo afirma el informe anual elaborado por la Asociación de la Prensa de Madrid. ¿Son ellos de verdad los que más espadazos asestan a este oficio? ¿En qué medida también afecta el sectarismo, los gritos, el amarillismo, los tertulianos indocumentados, los debates que no lo son, la falta de respeto y de educación que otros, esos que sí se cuelgan al pecho la etiqueta de periodistas, derrochan a diario en los platós y alguna que otra radio? Temo que todo lo achaquemos a los chicos malos de la prensa rosa. Es muy fácil volcar sobre otros las críticas, aquello de la viga en el ojo ajeno, ya sabéis. En cualquier caso, el hundimiento de la profesión no sólo tiene una causa, no todo proviene del veneno de los cotilleos.
Quiero creer que los periodistas no lo vemos todo de un modo tan simple. O quizá sí, porque a los que nos dedicamos a la vertiente seria del oficio nos conviene. Cuánto hablamos de lo nuestro y qué poco pensamos de veras en ello.


http://www.apmadrid.es/content/view/940/191/

2 comentarios:

Kacho dijo...

Y también podría decirse que la culpa de todo la tiene la abuela, que fuma como un carretero. Lamento no considerar la prensa rosa como una especialidad periodística, sino como un lucrativo negocio que atenta contra todos y cada uno de los postulados de la ética profesional. Claro, que es más fácil echar ese balón fuera que admitir la tiranía que imponen las cifras de ventas y las audiencias. Mucho más fácil que admitir manipulaciones ideológicas que se suelen pagar con treinta monedas de plata o menos. Mucho más fácil que admitir la propia ineptitud y la carencia absoluta de aptitud.

Llevo doce años con una cámara al hombro y estudio primero de Periodismo. El 80% de mis compañeros de clase no conoce la agencia para la que trabajo. Se llama Reuters.

Kacho dijo...

"Aptitud". Brfsfff!. Quise decir "actitud". Disculpas de rodillas.