tag:blogger.com,1999:blog-74774848662874846112024-03-05T16:42:12.789+02:00El baluarte de San GervasioEl primer lunes de abril de 1625, en la aldea de Meung, comenzaba la historia de amistad más intensa que han visto los siglos: la de Athos, Porthos, Aramis y D' Artagnan. Con el mismo espíritu que alentó a los cuatro magníficos abre hoy esta humilde posada al borde del camino. Para que los míos (y los invitados) se acerquen a compartir la vida. Que Dios o el Diablo os guarde...Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/01775439517127516678noreply@blogger.comBlogger811125tag:blogger.com,1999:blog-7477484866287484611.post-67207500295092644262018-09-12T23:23:00.003+03:002018-09-12T23:23:32.612+03:00NO<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjSTCC8jr4f4H0kgv9IDWhze-RCkJQ-a33ultKQTEGx-EluTTuX5McCCFnteYtilkao7fNO3rPy1pPy1GA95qSeWrljFH0jx1s-_tee7H4n9DA0jw_dxAEe-GKX1DQVdcLMDxiBiMZ33_fM/s1600/Captura+de+pantalla+2018-09-12+a+las+22.08.35.png" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="948" data-original-width="1262" height="300" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjSTCC8jr4f4H0kgv9IDWhze-RCkJQ-a33ultKQTEGx-EluTTuX5McCCFnteYtilkao7fNO3rPy1pPy1GA95qSeWrljFH0jx1s-_tee7H4n9DA0jw_dxAEe-GKX1DQVdcLMDxiBiMZ33_fM/s400/Captura+de+pantalla+2018-09-12+a+las+22.08.35.png" width="400" /></a></div>
<br />
Vuelvo a este blog, mal asunto. En los últimos años, sólo es por causas terribles. Esta lo es, sin duda: el ¿señor? Morera y Vallejo <a href="http://correonlucha.blogspot.com/2018/09/antonio-morera-cierra-el-correo-de.html">va a proceder a la voladura</a> del que siempre será mi periódico, <i>El Correo de Andalucía</i>. Casi 120 años de historia, de esfuerzo y de letras "encaminadas a la defensa de la verdad y la justicia", a la basura por el vil interés.<br />
No es mucho lo que puedo escribir a estas horas, en las que aún no asimilo la noticia. Me sigue pareciendo imposible. Tiene que serlo. Es como si una bola de demolición amenazase la catedral, por lo menos. Sin <i>El Correo</i>, Sevilla se corta una mano que la ha contado como es: bonita, fea, mariana, atea, rica y pobre, arisca y acogedora, humana y sin piedad. Con cariño, con entrega, con justicia. Valiente cuando apretaba la mordaza, orgullosa en tiempos de autonomía.<br />
Me resisto a pensar que esa escuela de periodismo, la mejor, va a perderse para siempre. Que no habrá una redacción-refugio que pisar. Que sus informadores -maestros, amigos, familia- no van a dejarse la vida en las teclas mañana mismo.<br />
Sencillamente NO. No puede ser. Y para que no sea, hay que pelear. De eso sabe de sobra la plantilla que ha encajado seis ERES. La batalla empieza por sus jornadas de huelga, cinco, esas que a nadie duelen más que a un periodista al que le queman las noticias en la libreta y no puede darlas, para que el mundo sepa. Y sigue el viernes, 14 de septiembre, a mediodía, en la Plaza Nueva, con una manifestación en la que, espero, mi ciudad demuestre que le importan las cosas de todos. De todos es <i>El Correo</i>, de todos ha de ser su defensa.<br />
Larga vida al decano.<br />
<a class="twitter-hashtag pretty-link js-nav" data-query-source="hashtag_click" dir="ltr" href="https://twitter.com/hashtag/ElCorreoEnLucha?src=hash" style="background: rgb(245, 248, 250); color: #1da1f2; font-family: "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 14px; outline: 0px; text-decoration-line: none; white-space: pre-wrap;">#<span style="text-decoration-line: underline;">ElCorreoEnLucha</span></a><br />
Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/01775439517127516678noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7477484866287484611.post-88514128681082670882015-12-22T15:05:00.004+02:002015-12-22T15:05:55.747+02:00Pepón<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Durante muchos meses no pude llamarte "Pepón". Eras don José Luis Jurado, el mito de RNE, la voz. ¿Cómo iba a tomarme esas confianzas? Y luego, un día, haciendo una guardia esperando a ver si se fusionaban El Monte y San Fernando, sentados en un bordillo en Villasís, me arreglaste el <i>marantz </i>viejuno y yo pude entrar en mi <i>Hora 20</i>. Y me salvaste. Y me salió: "¡Gracias, Pepón!". "Mira que te ha costado", dijiste riendo. Luego me felicitaste por la crónica. Tú. Creo que nunca te expliqué lo que eso supuso para mí. </span><br />
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Desde aquellos 20 años, ya no nos dejamos. No eras el colega con el que me iba de cafés y de cine, no, pero sí mi libro gordo de Petete municipal, mi oráculo, mi mapa por Sevilla. Cuanto menos nos vimos, más nos acercamos. La culpa fue de Jerusalén y de tus cuidados paternales, de tu atención en la distancia, las crónicas de viaje compartidas, los recuerdos de tus rutas cruzados con los míos. Las canciones. Y, así, ahora tengo un tesoro de mensajes de Facebook que dan muestra de lo que hemos pedido hoy con tu adiós: un hombre tierno, íntegro, curioso, apasionado y humanísimo. Releo todo lo que nos dijimos -ay, Leguineche, el Islam, el jazz...- y constato tu bondad y tu saber. Y, por tanto, el enorme agujero que nos dejas. </span><br />
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">No me sale lo que quiero decir. Quizá baste un gracias, pero multiplicado mil millones de veces, a ver si me aproximo al menos a lo que te debemos. </span><br />
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Mejor que hable este temazo que me descubriste, "<span style="background-color: white; color: #141823; line-height: 17.94px; white-space: pre-wrap;">todo un alegato a la vida y a sus desafíos". Hasta pronto, amigo. </span></span><br />
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><span style="background-color: white; color: #141823; line-height: 17.94px; white-space: pre-wrap;"><br /></span></span>
<span style="color: #141823; font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><span style="background-color: white; line-height: 17.94px; white-space: pre-wrap;"><iframe allowfullscreen="" frameborder="0" height="315" src="https://www.youtube.com/embed/jFWlYRkEhw4" width="420"></iframe></span></span>Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/01775439517127516678noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7477484866287484611.post-65657003512836187522015-01-13T20:43:00.001+02:002015-01-13T20:43:05.274+02:00Gracias, colegasAquí va el "urgente" de una tarde de emociones desatadas. La cosa se viene resumiendo en incredulidad, nervios, llanto, risa floja, más llanto, tembleques variados y éxtasis final agotador, todo entreverado, creo, de cinco cargas de batería completas del Samsung (y lo que queda). Esto es lo que desata la generosidad de mis compañeros de la Asociación de la Prensa de Sevilla. Esta es la alegría que no merezco.<br />
Están locos estos romanos... ¿Cómo se les ha ocurrido darme un premio por hacer lo que todos hacemos, eh? ¿Pero en qué cabeza cabe? Como si Sevilla no estuviera cuajada de periodistazos en cada esquina... En serio, es que no os entiendo. Pero os lo agradezco. Enormemente. Con el corazón dando brincos. Con el pulso desbocado. Con el alma dichosa. Porque no hay mayor halago que el de un colega de la tribu que sabe leer, que sabe escuchar, y que sabe lo que cuesta a veces contar historias. Y porque no sabéis lo que supone vuestro aliento en este momento, cuando empiezo de nuevo a regar las calles de currículos tras la aventura jerosolimitana (nunca acabada, porque nunca me iré. De allí soy).<br />
En este instante soy incapaz de contestaros a todos, a tanta gente buena que sé que comparte este estallido de sonrojo y júbilo. Pero lo iré haciendo. De momento, os mando desde este baluarte nunca del todo olvidado mi infinito agradecimiento, a la APS con Rafael Rodríguez al frente, a los que votaron, a los que presentaron la candidatura y a los que hoy habéis sonreído sabiéndome feliz. Nos vemos en Sevilla.<br />
GRACIAS, COLEGASAnonymoushttp://www.blogger.com/profile/01775439517127516678noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-7477484866287484611.post-52188189454522872142013-11-01T19:20:00.002+02:002013-11-01T19:20:28.249+02:00El crimen de El Correo<div class="MsoNormal">
Lejos, a 4.000 kilómetros largos de Sevilla, no sé cómo hacer para que
llegue mi conciencia sublevada allí donde está mi gente, la de <a href="http://elcorreoweb.es/"><i>El Correo de Andalucía</i></a>, que está aguantando a lo
peorcito del empresariado patrio, gente de chanchullo que compra <a href="http://www.eldiario.es/andalucia/Correo-Andalucia-vendido-euro_0_191781726.html">por
un euro</a> un diario más que centenario, ADN de una ciudad que tampoco
veo moverse ante la joya que amenaza con perder. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
Bien. Toda empresa tiene derecho a recortar y a cerrar
incluso si va mal. Correcto. Pero esta historia, este crimen, va mucho más allá
de la manida crisis, lleva la impronta de la premeditación –cómo nos quitamos
el marrón de encima sin mancharnos demasiado- y del desprecio –el que ha
demostrado su propietario hasta hace dos días, el Grupo Alfonso Gallardo, y el
que empieza a evidenciar el supuesto comprador, Diego Israel Castrejón Barco,
señor tenebroso que ha tornado la esperanza en terror y desconcierto-. <i>El
Correo</i>, desde 2010, ha pasado por tres bloques de despidos, si no he perdido la cuenta, y por varios
recortes salariales para los que se quedaron dentro, peleando. Hoy hay 53 empleados
sobre el abismo, mirando de reojo el fondo con el hambre que dan las nóminas
sin cobrar y, aún así, haciendo equilibrios, tratando de llevar sus ojos al
frente para ver lo que pasa en Sevilla y en el mundo y así contárselo a
ustedes, sin firmas, que toca protestar, pero con la maestría y la entrega a
que nos tienen acostumbrados. Con orgullo, el que da saber que se trabaja en un
medio “honorable”, esa etiqueta que nos exigió el cardenal Spínola al fundar <i>El
Correo</i> hace casi 115 años. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
Honor y “orgullo”, como ha etiquetado mi colega Antonio
Delgado-Roig una foto que me compaña en Jerusalén, de un ramillete de trabajadores
–cinco años atrás, en la Avenida de la Constitución, con las portadas
históricas del diario en su 110 aniversario-. Muchos ya faltan, faltamos. Por
unas razones o por otras. Los que quedan no saben si la de hoy será su última
edición. Lo que me sale al verla es un susurro arrastrado como el que saca mi madre
cuando ve en la tele a un maltratador asesino, a un terrorista, a gentuza de
ese calado: “¡Canalla!”. Eso quisiera gritarle a los que están asesinando a mi
periódico. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
No lo era, lo confieso, hasta que comencé a trabajar en él, estudiante de <i>El País</i> diario e hija de fiel lector de <i>ABC </i>como llegué. Pero <i>El
Correo</i> era, indudablemente, una institución en la ciudad, una escuela de
oficio, una casa seria que hasta los alumnos con ganas de Internacional, que
aún no habíamos probado el elixir de amor eterno con el periodismo local,
teníamos por admirable. Su redacción la pisé por primera vez, en realidad, en Segundo
de carrera, para entrevistar a Paqui Godoy, cosa de un trabajo. Me llevó de la mano
Rocío Rodríguez Jurado. Por allí nos presentaron a un joven argentino, Claudio
Guarino, que estaba recién llegado. Aún se imprimía en la rotativa de la
Carretera Amarilla la hoja parroquial de los domingos. Olía a aventura. Luego volví con
contrato. Cañal, Reviejo, Ibáñez. Los que saben asentirán con la cabeza. Sí,
mucha suerte. Enorme sección. Mucho bueno cerca. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
Con los días vino todo, el aluvión de sensaciones
intensísimas, de lecciones aprendidas, de batacazos y de alegrías, de roces y más compañerismo –ese primer diciembre, con Antonio Ramos Espejo y los chicos
de Muchodeporte recogiendo el Andalucía de Periodismo... nunca hasta entonces
había visto a un equipo tan feliz...-. <i>El Correo de mi vida</i>, ha titulado el
gran Manolo Bohórquez su defensa de nuestra casa. Desde que llegué, para
siempre, ya siempre también fue de la mía, de mi vida, llenó mis días durante
nueve años, un tiempo en el que casi no había nada más que su redacción y su gente.
No todo fue rosa, qué va, pero lo bueno fue infinitamente más brillante, más preciado. <i>El Correo</i> me regaló a mis mejores
amigos y, sobre todo, a la gente a la que cada día cité
en mis noticias, a la que entrevisté, a la que conocí de pasada o en profundidad; <i>El Correo</i> me llenó los ojos de paisajes que, sin el periodismo, sin mi diario,
nunca hubiese contemplado. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
Dejemos el “yo”. Todo esto se resume en algo muy simple que quiero decir, para quien escuche: <i>El
Correo</i> no puede morir. Ha insuflado vida a cada uno de sus redactores, fotógrafos,
diseñadores, administrativos… y ellos, con su labor, han entregado a Sevilla un
mundo tamizado con las artes de los buenos contadores de historias, leales y
comprometidos. Recuerden los años peleones del cura Javierre y su hoja de
información laboral, sin ir más lejos. Los que hoy tiemblan por su futuro les
han narrado a ustedes las elecciones de la democracia, un 11-M y un 11-S, les han dado
voz cada vez que denunciaban algo –usted, portavoz vecinal, ecologista, madre
de alumno-, les han puesto en bandeja la plata la información más útil para
disfrutar de su feria o su Semana Santa, les han desmenuzado un pleno del
Parlamento –o peor, una comisión-, han vibrado con ustedes en cada victoria del
Betis o del Sevilla... <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<i>El Correo</i> no puede morir porque no es sólo una empresa, por
mucho que nos digan en la facultad y nos insista la realidad tozuda. No. Un
medio de comunicación centenario, el decano de la prensa de Sevilla, es más que
una cuenta de resultados. Y lo han tratado como si fuera un saco de patatas,
sin conocimiento del mercado que se traía entre manos, sin cariño cuando es, en
su raíz, una familia, no un ramillete de asalariados. Un euro. Ni lo que vale
el periódico en el kiosco. Los nuevos amos se han puesto precio ellos solitos, precio a su
alma turbia que nada sabe de periodismo ni de educación. La de <i>El Correo</i> no
tiene precio. Es el alma inmemorial del contador de la vida, hecha de tinta y
palabras. Ante este crimen brutal no vale la condena, las lágrimas. No sólo. No entiendo qué hace mi ciudad,
que no se mueve cuando le quieren rajar la garganta y callar su voz. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
Se acabó el desahogo caótico. Compañeros de <i>El Correo</i>, buen
cierre hoy, y mañana y siempre. Valor y fortaleza para lo que viene. Que paséis
de la agonía a la resurrección. <o:p></o:p></div>
Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/01775439517127516678noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-7477484866287484611.post-42555591751026190952012-02-24T14:34:00.006+02:002012-02-24T17:17:24.713+02:00Cierra 'Público'<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjfzpL_VQUaDWvTb3ID2q6-Lg8cSJs_M5806kMZHsyQYtwq0RIe0Yuroo4iNtoeBv0NuIuyMOwNweHjbHoLLkCw9FOCHA8qG4RdU1pfgHgJDWBQE-4GIrq9uW67gDr6Uc5cTk0zgOROMhWi/s1600/publico.750.jpg"><img style="float:left; margin:0 10px 10px 0;cursor:pointer; cursor:hand;width: 284px; height: 400px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjfzpL_VQUaDWvTb3ID2q6-Lg8cSJs_M5806kMZHsyQYtwq0RIe0Yuroo4iNtoeBv0NuIuyMOwNweHjbHoLLkCw9FOCHA8qG4RdU1pfgHgJDWBQE-4GIrq9uW67gDr6Uc5cTk0zgOROMhWi/s400/publico.750.jpg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5712720878021934322" /></a><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: 100%; ">Hace un par de días me tocaba contar en la distancia la muerte de dos periodistas, Marie Colvin y Remi Ochlik, en Homs, Siria. Dos voces silenciadas que nunca más contarán historias. El cierre de un periódico no es algo tan definitivo, es una voz coral que calla, pero los reporteros y fotógrafos y diseñadores pueden seguir narrando a la gente lo que le pasa a la gente. ¿Sí? ¿Seguro? La crisis nos ha dejado tan pocas posibilidades que parece, hoy, que el fin de un medio es una condena de muerte para sus periodistas. ¿Dónde irán ahora? ¿Dónde encontrarán un altavoz para contar la vida? Sí, estamos en la era de las tecnologías, todo el mundo puede tener un </span><i style="font-size: 100%; ">blog</i><span style="font-size: 100%; ">, su </span><i style="font-size: 100%; ">twitter</i><span style="font-size: 100%; "> y esas cosas, pero ninguno de estos escaparates dan para la barra de pan y, maldición, los periodistas somos más humanos de lo que muchos creen y necesitamos comer para vivir, para seguir escribiendo historias. </span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: 100%; ">Cierra </span><i style="font-size: 100%; ">Público </i><span style="font-size: 100%; ">y yo hoy pienso en esa voz necesaria, diferente, que dejará de resonar pero, sobre todo, en los amigos, en los compañeros que empezarán a pelear en la calle por un rincón donde hacer periodismo, ese medio tan extraño que han elegido como forma de vida. Para mí no es un periódico más. Ideologías aparte, </span><i style="font-size: 100%; ">Público </i><span style="font-size: 100%; ">es especialmente entrañable porque tiene en nómina a algunos de mis mejores maestros y amigos: Raúl Bocanegra, Olivia Carballar, Alicia Gutiérrez, Alberto Cabello, Ángel Munárriz, María Serrano y ese delegado, Antonio Avendaño, paisano con el que nunca he compartido redacción pero que tiene mucha culpa de que hoy me vayan bien las cosas, de que pisara esta tierra con el entusiasmo recobrado y con esperanza, perdida en los últimos años. Les tomó el relevo, aquí, el inmenso y adorable Eugenio García Gascón, nuestro decano. Inconcebible que le obliguen a parar la máquina de contar esta tierra.</span></div><div>Como lectora les debo emociones, indignaciones, mucho aprendido, mucho descubierto. Como profesional, lecciones magistralmente humildes de cómo se ejerce este oficio. Como amiga... eso no tiene cabida en este blog. <i>Público</i>, además, nació en septiembre de 2007, a la par que yo daba mis primeros pasos en Defensa, para las dos partes fueron días de júbilo y nervios y satisfacciones compartidas. Imposible no encariñarse con el rumbo de ese medio. <div>Hoy me duele la cabecera y me duelen los míos. Hoy querría tener dinero y montar ese periódico de ensueño (en papel, sí, en papel) y contratar hasta la eternidad a esos que hoy quedan huérfanos de patrón. Y pedirme el puesto de becaria para mirarlos de cerca, y aprender, aprender, aprender... </div><div>Confío aún en la justicia con los hombres y las mujeres que pelean en la vida, por eso aguardo un buen futuro para los redactores de <i>Público</i>, excelentes cronistas del día a día. Ellos lo merecen y el oficio los necesita. Larga vida a los buenos. </div></div>Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/01775439517127516678noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7477484866287484611.post-36372163784593078252012-01-19T14:01:00.003+02:002012-01-19T14:39:37.015+02:00JuanluYa no sé si nos dijimos <i>hola </i>antes, en alguna quedada o cruce de saludos con Beatriz Romero de por medio, pero el primer recuerdo que tengo de él es el de una noche cómplice, en la Sala Villasís de Sevilla, a cada cual más espídico mientras nos empapábamos, casi memorizábamos, cada una de las palabras que iba pronunciando <a href="http://www.juanlusanchez.com/archivos/2007/10/05/a-los-que-nos-costaba-llamarle-charly/">Carlos Llamas </a>en aquel <i>Hora 25</i> en directo. Mi madre me diría después: "Vaya muchacho más apañao". Era más que eso, como me demostró desde aquella noche: un compañero de sueños, de inquietudes, el reportero hecho carne. Un compadre con el que hablar incansablemente de periodismo y vida. De esas personas que, aún en la lejanía, aún con apenas un puñado de encuentros de por medio, sabes que son de los tuyos. <i>Feeling</i>, dicen los modernos. Comunión, prefiero yo. Idealista pero no voluntarista sino voluntarioso, fue dando pasos en el oficio, sin olvidarse de sus principios y valores, hiciera lo que hiciera en cada fase. Nunca compartimos una redacción, ni una rueda de prensa, apenas los pasillos de la facultad, pero él, que nunca dejó de seguirme los pasos (nunca), propició que, al fin, a los diez años de aquella primera toma de contacto, nos convirtiéramos en compañeros: una de esas cadenas maravillosas de las redes sociales me puso en línea con Patricia Simón, subdirectora de <a href="http://periodismohumano.com/">Periodismo Humano</a>, una historia que interesa ("¿Podrías escribirla para PH?"), una confianza que cuaja, una colaboración que me regalaron entre los dos. Ya era hora, Juanlu, ya compartíamos cabecera, y qué cabecera. La soñada. Luego, un año y medio de historias contadas. Hoy Juanlu <a href="http://www.juanlusanchez.com/archivos/2012/01/19/cerrando-sesion-en-periodismo-humano/">cierra edición</a> en PH y me he dado cuenta de pronto de que nunca le di las gracias realmente por abrirme las puertas de la web, por permitirme estar cerca. Es el momento. Gracias por ser un buen compañero, por el aliento, por los ánimos y la complicidad. Gracias por crear de la nada ese medio que me da altavoz para las historias que siempre soñé contar. Y gracias, como lectora, por hacer periodismo del bueno, del mejor, desde la denuncia, la solidaridad y el compromiso. "La vida tiene forzosamente que ser generosa con los que tanto luchan por confiar en ella", le decía Carlota Bruner al capitán Xaloc en<i> La piel del tambor</i>, de mi idolatrado Pérez-Reverte. Confío ciegamente en ello, en que a los buenos, a los que pelean, les llega su momento y su recompensa. Aún quiero pensar que hay justicia en el mundo. Por eso no te deseo suerte, sino justicia, la que merecerás por el trabajo que, sin duda, acometerás de ahora en adelante con igual tesón y entrega. Donde sea. Te seguiremos los pasos allá donde vayas. Ahora, además, con el orgullo de haberte podido llamar compañero. Te echaré de menos.Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/01775439517127516678noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7477484866287484611.post-80671616777792676212011-07-29T12:30:00.002+03:002018-09-12T23:24:11.921+03:00Paco, Laura, Rosa<div>Otra vez escribo para tres. Esta vez no es por un premio, es por un adiós masivo que deja tristona y láguida a la tribu de Jerusalén. </div>Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/01775439517127516678noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7477484866287484611.post-2874826425372805572011-06-01T20:59:00.006+03:002011-06-02T13:15:19.496+03:00Eugenio, Mónica, Luis<div align="center"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhiYiZ0QxP_J4buveoSMi23dF89o5296Ybo9NDb67Z14X9s1sdizDt4zu-05PHn79Jneh-8bvlBpH5y2hNePn84Mj1vFFZZfCc8HV7ZwTV4noD6OhgMQ9OUC6sXRxgwbJh6qqBbBfmH9aV4/s1600/1306519613_0.jpg"><img style="TEXT-ALIGN: center; MARGIN: 0px auto 10px; WIDTH: 400px; DISPLAY: block; HEIGHT: 266px; CURSOR: hand" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5613313748542127010" border="0" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhiYiZ0QxP_J4buveoSMi23dF89o5296Ybo9NDb67Z14X9s1sdizDt4zu-05PHn79Jneh-8bvlBpH5y2hNePn84Mj1vFFZZfCc8HV7ZwTV4noD6OhgMQ9OUC6sXRxgwbJh6qqBbBfmH9aV4/s400/1306519613_0.jpg" /></a><span style="font-size:85%;">Luis de Vega, Mónica G. Prieto y Eugenio García Gascón, en Segovia. / R. Blanco, </span><a href="http://www.segoviaudaz.es/"><em><span style="font-size:85%;">segoviaudaz.es<br /></span></em></a><br /><br /><div align="justify">En los años de facultad solía acumular en casa pilas de periódicos para recortarlos cada fin de semana. Todo lo que se hubiera publicado sobre Oriente Próximo, algo de Cultura, cualquier noticia que informara o reflexionara sobre el periodismo. Había de todos los tipos, colores y tendencias, los que compraba yo, los que traía mi padre, los que mangaba en la facultad, los que ya habían leído los compañeros... Me gustaba llegar a las portadillas de Internacional de <a href="http://www.diariodesevilla.es/"><em>Diario de Sevilla</em></a> porque allí estaban, impecables, las crónicas de <strong>Eugenio García Gascón</strong> firmadas en Jerusalén. Muchas hojas amarillean ahora en casa de mis padres, con su firma abriendo; muchas fotocopias de sus reportajes han ido encartadas como anexos en trabajos de la carrera, siempre con el monotema a cuestas. Cuando fichó por <em>Público</em> le puse cara, lo desvirtualicé por su <em><a href="http://blogs.publico.es/balagan/">Balagán</a></em>, su blog. Allí conocí su biografía. "Anda, el antiguo de <a href="http://www.colpisa.com/"><em>Colpisa</em></a>, con lo que me gusta...", me repetía. Eso ocurría en 2007. Hace ahora casi un año, me quise hacer vecina de Eugenio y de toda la trupe maravillosa de corresponsales españoles que reside en Jerusalén, y a él fui a pedirle ayuda. Fue el primero que escuchó mis dudas, mis miedos, mis ruegos. Ante un <em>nescafé</em>, en su terraza de <a href="http://en.wikipedia.org/wiki/Rehavia">Rehavia</a>, con su perro jugueteando a mis pies. Eugenio escuchó -como siempre-, callado y concentrado, serio, como si fuera cosechando respuestas poco a poco. Luego, las regaló como suele, con una amabilidad que desarma, con una preocupación sincera impagable para quien empieza a gatear apenas. No sólo es que sea un hombre bueno, es que es el que más sabe, porque es nuestro decano en la zona. Y es tan generoso que no se guarda nada para sí. 20 años de vivencias a tu disposición. Pese a tanto recorrido, guarda la capacidad de sorprenderse, de indignarse, de entusiasmarse. Todo ayuda para que sea el eje, el patriarca de las quedadas del oficio en la ciudad, el que nos aglutina a todos. </div><br /><div align="justify">Eugenio es noticia estos días porque ha sido galardonado con el <a href="http://www.publico.es/televisionygente/378791/eugenio-garcia-gascon-gana-el-premio-cirilo-rodriguez">Premio Cirilo Rodríguez</a>, que lo distingue como el mejor corresponsal español en el exterior. Ahí está, junto a los grandes como él: Enric González (no os canso más, buscad unos cuantos <em>post</em> más abajo, ahí está la explicación de mi adoración plena y eterna), Manu Leguineche, Soledad Gallego-Díaz, Gervasio Sánchez, Ramón Lobo, Rosa María Calaf, Javier Espinosa, José Luis Márquez, Tomás Alcoverro, Evaristo Canete... Contra tantos quilates de buen periodismo, hay <a href="http://embajadaisrael.blogspot.com/2011/01/espanoles-en-el-mundo-de-la-hipocresia.html">afirmaciones </a>que sobran. Y que merecen una disculpa pública.</div><br /><div align="justify">Reconozco que este año tenía el corazón dividido. Mucho cariño le tengo a los tres nombres seleccionados para la final: Eugenio, <strong>Mónica G. Prieto</strong> y <strong>Luis de Vega</strong>. Con Mónica tengo el privilegio (inimaginable hace apenas 10 meses) de compartir medio, <a href="http://periodismohumano.com/"><em>Periodismo Humano</em></a>, esa casa acogedora donde siempre hay calor y cariño y receptividad, el medio que me la ha puesto en suerte. Un honor poder llamar compañera a la que es una maestra desde que empezó a recorrer y contar el mundo. Tenía<a href="http://www.elmundo.es/elmundo/2011/03/28/castillayleon/1301335892.html"> 19 años</a>. Admiro su compromiso con los derechos humanos, su indignación con lo injusto, la firmeza de sus análisis, certeros y clarificadores. Y la amabilidad, de nuevo, con los que no tenemos ni idea pero queremos aprender. Luis de Vega es una firma que busco con ansia en <a href="http://www.abc.es/internacional/mundo.asp"><em>ABC</em></a>. Tan vivo en sus crónicas que palpas cada historia, escritas con una lucidez y un estilo envidiables. Sin conocerlo, lo quiero. Quizá por la sonrisa de mi amiga <a href="http://unaboquitapresta.blogspot.com/">Fátima Vila </a>(otra grande), gaditana como Luis, cuando lo describe como entrañable, divertido, servicial. Un buen tipo que contaba las cosas que a Marruecos <a href="http://www.abc.es/20101115/internacional/marruecos-acepta-puntos-vista-20101115.html">no le hacían gracia</a>...</div><br /><div align="justify">Buenos periodistas que cuentan lo que pasa fuera, oficio puro, batalla diaria por informar desde lugares complicados para que luego nadie pueda decir "no lo sabía". Mientras haya eugenios y mónicas y luises, el periodismo estará vivo. </div></div>Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/01775439517127516678noreply@blogger.com5tag:blogger.com,1999:blog-7477484866287484611.post-29531167053254253452011-05-06T13:37:00.006+03:002011-05-06T14:00:41.532+03:00"Lo tengo"<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi1E0jK2iqTOgdJKHv65UAXCNXZY51tNQV-fXc-fz7Sgujm13s8qq3qGoO37WOyX2m1i7nZDN4_mlTEhtN0_fKIMgs1q6gJHLItmfV7T1I6xaCOe7TnkzYxRUmC0cmxImswiFV6mGBfkG_6/s1600/9780395263037.jpg"><img style="MARGIN: 0px 10px 10px 0px; WIDTH: 194px; FLOAT: left; HEIGHT: 280px; CURSOR: hand" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5603555803894890370" border="0" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi1E0jK2iqTOgdJKHv65UAXCNXZY51tNQV-fXc-fz7Sgujm13s8qq3qGoO37WOyX2m1i7nZDN4_mlTEhtN0_fKIMgs1q6gJHLItmfV7T1I6xaCOe7TnkzYxRUmC0cmxImswiFV6mGBfkG_6/s400/9780395263037.jpg" /></a>"Teníamos (...) a la extraordinaria Maxine Cheshire, "la indecente Max", como la conocían en la redacción. Maxine era hija del director de una mina de carbón de Harlan Country, Kentucky, y no temía a nadie. Una vez fue descrita admirablemente por uno de sus jefes en Harlan Country como "cien por cien, la reportera más dura que he visto nunca". El problema de Maxine, si es que era un problema, radicaba en su total entrega al periodismo de investigación. Escribía tanto sobre las irregularidades financieras de un empresario extranjero como de su comportamiento social. Probablemente pasé más tiempo apagando los fuegos que encendió Maxine que los que encendió cualquier otro periodista, a excepción del que prendieron Woodward y Bernstein en 1972. Pero era divertido trabajar con ella e increíble verla una vez que había hincado sus dientes en alguien. "Lo tengo", decía tranquilamente, "lo tengo". Y generalmente lo tenía".<br /><strong>Ben Bradlee</strong>, <em>La vida de un periodista</em>, Ediciones El País, Madrid, 2000.<br />---------------------------------<br />Esta parrafada de Bradlee me ha recordado a otra mujer fuerte que investiga como nadie y que, cuando engancha, engancha. La maestra <a href="http://www.publico.es/"><strong>Alicia Gutiérrez</strong></a>.<br /><br /><div align="justify"></div>Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/01775439517127516678noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-7477484866287484611.post-67861148162933358612011-04-27T16:55:00.005+03:002011-04-27T20:11:23.747+03:00De nuevo...<div align="justify">Pensábamos que ya no más, que 13 nos fuimos y que éramos suficientes. Que esa frontera de dolor no habría que cruzarla de nuevo. Que el sacrificio de los que quedaban daría de nuevo verdor a las cuentas. Pero no ha sido así. Uno a uno, ayer cayeron siete más, y los que se han perdido por el camino, poco a poco, en silencio, hasta dibujar esta escena de barco fantasma que se vive hoy en la que fue mi casa, mi periódico, <em><a href="http://www.elcorreoweb.es/">El Correo de Andalucía</a></em>. Dicen que los números no salen, que el mercado está imposible. Puedo entender que no sea sencillo tomar decisiones dolorosas, pero no que siempre se tomen metiendo la tijera en la partida de personal, el mayor valor del periódico, su gente, los que levantan un tema de portada a las once de la noche, los que se montan en una tapia oscilante para tener la mejor foto, los que pintan las páginas más hermosas para que sus colegas se luzcan, los que dan la pátina última al diario, antes de que se convierta en papel y tinta... Eso es sólo un trámite final, las máquinas no saben hacer periódicos. Porque no es justo, cada tarde a las seis, a mis seis y a las suyas, estaré con su aplauso en La Cartuja, aunque sea a 4.000 kilómetros. Porque no podía hacerme a la idea de cómo era mi casa sin los 12 adioses del año pasado, porque no puedo hacerme a la idea de lo que es ahora mi casa sin los que han dicho "me voy" y los que han dicho "me echan", sin Álvaro Ramírez, sin Paco Cazalla, sin Rosa Torres, sin Antonio Ruiz, sin Brenda Macías, sin Felipe Villegas, sin Olga Granado, sin Lola Martín de Oliva. </div><br /><br /><br /><br /><div align="justify">Ya no tendría quien me ayudara con la impresora de Deportes, porque en eso Álvaro -también Lastra, también- es especialista. En eso y en currar sin dar problemas, sin levantar la voz, siempre con un buen gesto, tímido, para los compañeros. Un tipo que ha hecho, junto a Quico Canterla, que la información de referencia sobre el sevillismo se publique en El Correo. Uno de esos colegas que te sorprende un día, a media voz, y te dice: "Qué bueno lo que das hoy". Anda, ¿te has tragado ese rollo? "Sí, no es un rollo. Está muy bien. Y me gusta leerme mi periódico", me dijo un día. Uno de esos días jodidos en los que pagas por una palabra amable. Uno de esos compañeros que, el día que sales por la puerta, lamentas no haber tratado más. </div><br /><br /><br /><br /><div align="justify">Tampoco podría pegarme las charlas infinitas con el maestro Cazalla, mezclando batallitas, quejas y penalidades del día. Siempre con una foto en la retina por recordar, por un episodio de buen periodismo que rescatar, de aquellos tiempos en los que todo era diferente. A veces decía que estaba cansado, pero lo desmentía con pisar la calle, su ansiada calle... la libertad. Impagables los viajes y las lecciones de camino a la noticia. Cómo olvidar Alfacar, Paco, y Morón, y hasta esa Puerta del Príncipe que no presencié, pero que sé por tus palabras. Es que no veo una redacción por la que no pasee lento este soldado flaco y recio, cámara en ristre, en la que no pueda ir a buscarlo a decirle la última de mis chorradas mitómanas. O a pedirle una foto. </div><br /><br /><br /><br /><div align="justify">Pero ahí tienen más galones Rosa y Antonio... Ella, con su "buenas tardes" exactas a las tres, los periódicos bajo el brazo, lista para aguantar la primera petición del día, que en los últimos meses solía ser mía, por editora secundona y verde. Horas a su lado buscando la imagen justa para dar sentido al texto, o para cuadrarla en la maqueta imposible que me habían pintado -un poquito más, alarga un poco más esa caja, achata un poco más la foto, anda...-. Horas con ella en el archivo cuando llegaban los especiales, manejando sobres de políticos repentinamente jóvenes, de aquellos tiempos de jornaleros en armas, de Expos por venir, de proezas del Cuatro Vientos. Rosa y Antonio, al que me enganchaba si ella faltaba, o al que pedía siempre lo más raro, siempre a última hora... Un pantallazo, una foto perdida, una imagen rescatada de hacía mil días. Nunca me llevé de esa mesa un "no puedo", un "no des la lata", un "imposible". Incansables ambos. Lo que sí me regalaron fueron sonrisas, guiños (arropados por esa panda maravillosa con Rafa, Pedro, Txetxu, Ramón...), polémicas cinéfilas y algunas chucherías, de paso. Siempre a la orden. Siempre engrasando la maquinaria para que los plumillas brillaran al día siguiente. </div><br /><br /><br /><br /><div align="justify">A Brenda la conocí antes que a todos ellos, de becarias las dos en <a href="http://www.abcdesevilla.es/">ABC</a>, 11 años atrás, pero pasó el tiempo y volvimos a encontrarnos. De nuevo en La Cartuja. Ella me tranquilizaba cuando empezábamos con aquella cosa extraña de la web. "Que esto es muy fácil", me repetía. A mi lado estuvo cuando monté el primer vídeo, y quien sabe lo que eso supone comprenderá el agradecimiento que le gasto... Ahí estaba, por las mañanas, esos días de encierro, para comentar las jugadas del día, y cuando había calle, para atender los primeros titulares: paciente al teléfono, rauda en el teclado, lista para contar en tu nombre lo que estaba pasando. Otro eslabón imprescindible de la cadena. </div><br /><br /><br /><br /><div align="justify">Felipe... Felipe. Primero compañero, luego jefe, con la cercanía que eso implica, con la intensidad del roce, del entusiasmo ante los temas, de la presión cuando tocaba, del debate y el cruce de pareceres, a veces calmo, a veces no. Siempre con la base de una complicidad previa, de cuando no había galones de por medio, que nunca se perdió. Una rutina hecha de libros prestados y de exposiciones recomendadas, de favores hasta cuando se fue al lado oscuro. O sea, a un gabinete. Me regaló fuentes, y sobre todo me metió el veneno del cariño hacia los temas de memoria histórica. No creo que me abandone nunca, por suerte. Muchos guiños, Felipe, muchas cosas vividas, muy intenso todo como para condensarlo aquí, mucho bueno... </div><br /><br /><br /><br /><div align="justify">Y Olga. La que me abrió las puertas de El Correo con su ascenso, la que me recibió el primer día. "¿Eres Ángela Cañal?", le dije, pensando que ella era mi jefa. Le entró la risa floja, nunca supe si por mi pregunta o por algo previo, desconocido, y así empezó la conversación. Así descubrí que también ella fue la primera de la casa que me hizo un favor, un día que llamé, aún en la Ser, para pedir un teléfono. Movió cielo y tierra, preguntó a mil compañeros, hasta que lo logró. Hasta entonces para mí era una foto encartada en las crónicas del 11-S, la única sevillana contando lo que pasaba en Nueva York. Luego fue Olga. La única. Una de las mujeres más firmes que he conocido. Algunos dirían "de esas que tienen un par", pero igual me quedo corta si me acojo a la expresión. Hablo de sobriedad en las maneras y de cariño en el núcleo. Las apariencias, me enseñó, engañan. Mucho. Porque me ayudó con sus bromas a perder la parálisis de novata, porque me dio ideas (sobre temas, sobre fuentes, sobre cómo buscar alternativas), porque se ofrecía insistentemente a ayudarme con las páginas cuando no llegaba al cierre. Ella y su gente, fieles escuderos de una jefa a la que adoran. La llaman maestra, y saben de lo que hablan. Imposible pensar nuestra fila larga sin ella en la esquina. No. Imposible. </div><br /><br /><br /><br /><div align="justify">La lista del dolor la cierra esta vez Lola. No estaba en la redacción, sino en las entrañas de administración, quizá por eso el roce fue menor, pero fue. Siempre feliz, festiva, siempre con un piropo en la boca. Un terremoto de entusiasmo. Ella tramitó mi primera acreditación con el Gobierno de Israel, en 2006. Tres veces lo hizo, porque me perdieron los papeles. "Lola, que necesito que mandes los papeles otra vez, pero esta vez a un número más largo". "¿Pero tú dónde andas ahora?". "En Jerusalén". "Reina, allá va". Y llegó, claro, con un mensaje lleno de corazones que el funcionario de la GPO aún trata de desencriptar. A lo mejor hasta lo tiene el Mossad y todo. Mucha Lola. Valiente hace un año. Media vida dedicada a El Correo. En otro lugar se nutrirán de su alegría. </div><br /><br /><br /><br /><div align="justify">Mi gente, la que se fue, la que se va, y sobre todo la que se queda. La que ha de lidiar a diario con las noticias aguantando el peso, una losa inmensa, del adiós de sus amigos. Los que seguirán dignificando el periodismo, porque es lo que mejor saben hacer. Los que van a luchar, y están luchando, al menos para quedar roncos en la pelea. Hoy, de nuevo, a las seis en La Cartuja. De nuevo a pelear. A combatir, como decía Pavese... </div><br /><br /><br /><br /><div align="center"><em>"Combatiremos todavía, </em></div><br /><br /><br /><br /><div align="center"><em>combatiremos siempre, </em></div><br /><br /><br /><br /><div align="center"><em>porque buscamos el sueño</em></div><br /><br /><br /><br /><div align="center"><em>de la muerte amparados, </em></div><br /><br /><br /><br /><div align="center"><em>y tenemos voz ronca,</em></div><br /><br /><br /><br /><div align="center"><em>frente baja y salvaje, </em></div><br /><br /><br /><br /><div align="center"><em>y un idéntico cielo, </em></div><br /><br /><br /><br /><div align="center"><em>fuimos hechos para esto...</em></div><br /><br /><br /><br /><div align="center"><em>Si cedemos al choque, </em></div><br /><br /><br /><br /><div align="center"><em>sigue una larga noche</em></div><br /><br /><br /><br /><div align="center"><em>que no es paz o tregua..."</em></div><br /><br /><br /><br /><div align="justify"></div><br /><div align="justify">P.D. Y <a href="http://www.youtube.com/watch?v=73fXRjFFLi8&feature=player_embedded">vean </a>cómo se aplaude...</div>Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/01775439517127516678noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-7477484866287484611.post-76623259207177587972011-03-19T20:27:00.003+02:002011-03-19T20:46:24.008+02:00Historias<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi9XAnfXn-p-G93XKTRj-NOOLudoBo20a7TXxFCNdiCUxL2hH9U6Peb69w9CXVW6iiTcbErg9QN73lAfig48-99bz-5tbdejUQtIwvyc-qtTFSlBNQQTvmxBbqTLLX19FJKjq8IBpjzOMvq/s1600/press.jpg"><img style="TEXT-ALIGN: center; MARGIN: 0px auto 10px; WIDTH: 374px; DISPLAY: block; HEIGHT: 400px; CURSOR: hand" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5585862741274868114" border="0" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi9XAnfXn-p-G93XKTRj-NOOLudoBo20a7TXxFCNdiCUxL2hH9U6Peb69w9CXVW6iiTcbErg9QN73lAfig48-99bz-5tbdejUQtIwvyc-qtTFSlBNQQTvmxBbqTLLX19FJKjq8IBpjzOMvq/s400/press.jpg" /></a><br /><div align="justify">La base de nuestro oficio es contar historias, las cosas que vive la gente, lo que les ocurre, preocupa, alegra y estremece. Vida, en resumidas cuentas. No me canso de insistir en ello. Historias son las guerras políticas, un nuevo libro que se publica, un gol (del Atleti, a ser posible). También son historias el robo a un frutero, el drama de un inmigrante, el trabajo de un médico que cura desde su laboratorio. Es lo que contamos a diario. Todas ellas tienen rostro, más o menos conocido. Son nuestra base. Pero sin el equilibrio entre calle y despachos, entre anónimos y reconocidos, el oficio se hace más plano, menos vivo, menos integrador. Es lo que creo, y quizá por eso estoy incómoda leyendo, viendo, oyendo las grandes noticias de estos días, Libia y Japón. No veo gente, veo políticos, expertos, estrategas. Necesarios, pero insuficientes. No veo a los que sufren el terremoto, a los que tratan de bloquear la radiación, no veo a los oprimidos por Gadafi, a los que sufren los bombardeos. No hablo de rostros, que también: hablo de vidas contadas. Son las consecuencias de una cobertura informativa durísima, lo sé. No es un reproche al trabajo sensacional de los compañeros. Es sólo que ansío conocer vivencias hechas carne, antes de cansarme de ver la foto fija de los correponsales de la <a href="http://edition.cnn.com/">CNN</a>. Quizá la incomodidad procede, en parte, de que ahora tengo la suerte de escribir muchas historias sin corbatas, sin uniformes, sin moqueta, y siento la fuerza de la gente común latiendo en las palabras. Y quiero ver esa fuerza en cada titular del planeta. Coordenadas, mediciones, armamento, números, previsiones, tecnicismos... Todo periodismo indispensable. Como las historias. Esas que, depende del medio, tanto escasean. Como en la ilustración que acompaña a esta entrada, la gente se cae de los periódicos. Pero quiero creer que ahora no tenemos estas historias porque la naturaleza, la radiación o las bombas no nos dejan llegar a ellas. Que no es un síntoma más de la desaparición de las voces de base en la prensa mundial. Ahí están las revoluciones egipcia y tunecina para demostrar que no hay que ser agoreros, que se puede contar la Historia con historias. Seguro que en Libia y Japón es cuestión de tiempo que las veamos. </div>Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/01775439517127516678noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-7477484866287484611.post-18551468917594527572011-02-16T15:54:00.002+02:002011-02-16T16:00:15.311+02:00La 'mentira' de De Cavia<div align="justify">Ahora que <a href="http://www.elpais.com/articulo/cultura/Arcadi/Espada/lanza/bulo/Cercas/fue/detenido/prostibulo/elpepicul/20110216elpepicul_6/Tes">Cercas y Espada </a>se tiran los trastos a la cabeza, y está de moda reflexionar sobre periodismo y ficción, he recordado este artículo. El 25 de noviembre de 1891, <em>El Liberal</em> publicaba una noticia aterradora: "<strong>La catástrofe de anoche. España está de luto. Incendio en el Museo del Prado</strong>". La firma de <a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Mariano_de_Cavia">Mariano de Cavia </a>daba cuenta del horror causado en la pinacoteca por la suciedad, el desorden, los mendigos, la falta de seguridad. Tanta dejadez gubernamental acabó provocando un fuego tremendo. Ese artículo fue la base del examen que nos pusieron en Tercero de carrera, en la asignatura Periodismo y literatura. Todos analizamos sesudamente las palabras bien juntadas de don Mariano, pero nadie, ni uno, y éramos 90 alumnos, descubrió el truco: aquel artículo era un ejemplo de <em>periodismo-ficción</em>, porque contaba una mentira monumental. El periodista narró una trola a sus lectores para concienciarlos de la situación de penuria que atravesaba el museo. "Hemos inventado una catástrofe... para evitarla", justificó De Cavia. Así que la máxima de que el periodismo es la realidad y la literatura es la ficción saltó por los aires. Cuando el profesor, Miguel Nieto, nos desveló el secreto, se nos quedó una cara de tonto digna de retratar. Aquí va el texto, añadiendo el final, que no todos los lectores alcanzaron a leer, azorados por la noticia, (y que por supuesto no estaba en nuestro examen); en él, De Cavia deja claro que aquello no era cierto, aunque estuviera a punto de serlo. Aunque sacara a la calle a medio Madrid, indignado, como si lo fuera. Decía De Cavia que era una mentira publicada para evitar una verdad... Creo que el duelo entre Cercas y Espada va mucho más allá de los propósitos del XIX.<br /><br /><strong>El incendio del Museo del Prado<br />Las primeras noticias<br />¡Noche, lóbrega noche!<br /></strong>A las dos de la madrugada, cuando ya no nos faltaba para cerrar la primera edición más que las noticias de última hora que suelen recogerse en las oficinas de Gobierno Civil, nos telefonean desde este centro oficial las siguientes palabras, siniestras y aterradoras:<br />-El Museo de Prado está ardiendo. ¡Ardiendo el Museo del Prado!...<br />En aquel mismo instante daban comienzo las campanas de las parroquias a sus tétricos toques. Nos echamos a la calle, y al llegar a la Puerta del Sol advertimos desusado movimiento de gentes. De los cafés, de los círculos, de los casinos, salían en revuelto tropel los trasnochadores, y el vocerío era tal, que apenas había ventana ni balcón donde no se asomarán los pacíficos vecinos, turbado el sueño por el estruendo de la calle.<br />-¡Qué desdicha! ¡Qué catástrofe! ¡Pobre España!... ¡Perdemos lo único que aquí tenemos presentable!...<br />Así hablaban las gentes, y corrían desoladas hacia el Prado, ávidas de ver para creer en tamaña desgracia, deseosos de que la realidad estuviese muy por debajo del temor. Por desgracia, los resplandores del incendio, iluminando intensamente los nubarrones apiñados sobre Madrid, parecían decir:<br />-¡Rechazar toda esperanza!<br />Un grito de angustia, seguido de violentas imprecaciones, de palabras de lástima y aún de blasfemias, se escapaba de todos los labios cuando los curiosos llegaban al Prado, y veían al monumental edificio trazado por don Ventura Rodríguez, coronado de llamas, lanzando columnas de humo hacia las nubes, y de cuando en cuando haces de chispas que semejaban luminosos residuos del espíritu de Velázquez, Murillo, Rafael, Rubens, Tiziano, Goya… No: No ardía sólo el ala de Poniente, ni el ala de Levante, ni el centro del edificio. Lo que ardía era el Museo todo, el Museo Entero, el Museo por los cuatro costados.<br />-Europa entera –oímos decir a un espectador- dirá mañana que España ha perdido uno de los pocos florones que quedaban en su corona. Esto es como una desmembración de la patria. Algunas personas lloraban… Otras se precipitaban hacia el edificio, siguiendo a los soldados que llegaban de los próximos carteles de los Docks. Por la puerta central salían algunos hombres arrastrando lienzos –tal vez los de menos valor, los menos interesantes- que habían logrado arrancar de los marcos, cortándolos con cuchillos y navajas. Las bombas funcionaban con dificultad que llamaríamos extraordinaria, si no fuese eso lo ordinario en semejante servicio. Ni ¿de qué podían servir unas cuantas mangas ante las proporciones del siniestro? Los chorros de agua que se lanzaban hacia el museo desde la explanada de los Jerónimos más parecían avivar la hoguera que extinguirla.<br />La premura del tiempo y lo angustioso de las circunstancias nos impide entrar ahora en pormenores acerca del Museo de Pinturas, ni en la descripción de sus espléndidas salas, ni en la reseña de sus riquísimos tesoros. Tiempo nos quedará para recordar a la patria lo que a estas horas está perdiendo, como lo pierden la Humanidad y el Arte, por culpa de la imprevisión oficial. Si la maldita y sempiterna imprevisión de nuestros gobiernos, ha sido el origen de esta grandísima catástrofe. Parece ser que el fuego se inició en uno de los desvanes del edificio, ocupados, como es sabido, a ciencia y paciencia de quien debiera evitarlo por un enjambre de empleados y dependientes de la casa. Allí se guisaba, allí se encendía fuego para toda clase de menesteres caseros, allí se olvidaba que una sola chispa podía bastar para la destrucción de riquezas incalculables… los suelos y la techumbre eran, por otra parte, inmejorables agentes para el elemento destructor, gracias a la endeblez y combustibilidad de sus tablones y cañizos, poco menos que desnudos. Un brasero mal apagado, un fogón mal extinguido, un caldo que hacer a media noche, una colilla indiscreta… ¡y adiós, Pasmo de Sicilia! ¡Adiós Sacra Familia del Pajarito! ¡Adiós testamento de Isabel la Católica! ¡Adiós Vírgenes y Cristos, Apolos y Venus, héroes y borrachos, reyes y bufones, diosas de Tiziano y anacoretas de Ribera, visiones de Fra Angélico y desahogos de Teniers!<br />Inmensa debiera ser la responsabilidad para los que no han querido cortar abusos a tiempo y conjurar peligros oportunamente: pero ¿qué es en España la responsabilidad? Una palabra hueca.<br />Ultima hora<br />Con lágrimas en los ojos, cerramos apresuradamente esta edición, reproduciendo la siguiente carta que nos envían desde el siniestro: “Amigo y director: Creo que, para ser ésta la primera vez que ejerzo como reportero, no lo hago del todo mal. Ahí va, en brevísimo extracto, la reseña de los tristes sucesos… que pueden ocurrir aquí el día menos pensado. Tuyo, Mariano de Cavia.”<br /><br />MARIANO DE CAVIA.<br /><br />(Artículo propiedad del Diario <a href="http://www.abc.es/"><em>ABC</em></a>).</div>Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/01775439517127516678noreply@blogger.com6tag:blogger.com,1999:blog-7477484866287484611.post-30737317673695074652011-02-09T19:53:00.001+02:002011-02-09T19:55:09.339+02:00"Defensa de la alegría"PAQUI ARIAS, DEFENSA DE LA ALEGRÍA, por <strong><a href="http://alejoluque.blogspot.com/">Alejandro Luque</a></strong>.-<br /><br />De unos versos de Benedetti con música de Serrat extrajo Paqui Arias su lema. Entendió que la alegría, más que un estado de ánimo, es un verdadero oficio que exige dos talentos: perseverancia y generosidad. Alegre vocacional y a tiempo completo, prodigó su sonrisa a manos llenas y por los cinco continentes. Cualquiera que se haya cruzado en su camino, ya sean escritores famosos o camareros, vendedores del mercado o revisores de tren, conserva de ella un recuerdo perdurable.<br />Es imposible, pues, pensar en Paqui sin sonreír. Y mucho más recordar sus peripecias sin acabar riendo hasta las lágrimas. Allí donde recalara, una playa perdida del Pacífico o una populosa ciudad de la India, a los cinco minutos había trabado amistad con todo el mundo y roto dos o tres corazones. No necesitaba conocer el idioma vernáculo: dominaba el esperanto de la naturalidad y el desenfado. Era suficiente. Al marcharse, invariablemente, la gente del lugar quedaba desconsolada y anhelando su vuelta, que era el estado habitual de quienes la queríamos aquí, en su Gerena natal y en Sevilla.<br />Será por eso que nadie cree que se haya ido de veras, y sí que este adiós no es sino otro de sus embarques, que pronto volverá contando aventuras y repartiendo besos y regalos. No lo creen los parroquianos de los boliches porteños, ni las mujeres cubiertas con túnicas de colores de Rajastán. Nunca han suspirado tanto los muelles desde Marsella a Mayotte. En Delhi y en Bogotá tampoco se resignan. Hay quien asegura haberla visto bailando en la vieja noche de las islas griegas, y no faltan los surfistas que a veces, entre festones de espuma, la reconocen caminando bajo el sol de Australia.<br />Su desparpajo, su risa contagiosa, con esa afonía inconfundible; la mirada felina que proyectaba sobre el mundo, son ya indelebles, como su torrencial sentido de la amistad. Pero no lo es menos el coraje y la lucidez con que afrontó los reveses de la suerte. Aquello que escribió hace unos meses, “Es hora de pelear”, parece el rubro de estos tiempos duros, turbios, inclementes. Vendrán muchas ocasiones para preguntarnos cómo habría reaccionado Paqui ante esta o aquella adversidad, y tratar de emular su ejemplo y el de su familia. Ojalá nos asista entonces su valor y su fortaleza, pero también su capacidad para celebrar las bonanzas y paladear ese licor escurridizo que llamamos felicidad.<br />Eso ha sido, eso es Paqui, y muchas cosas más. Una rebelde, una hedonista irredenta, una cómplice, una tenaz cazadora de emociones, una cautivadora femme fatale, una amenísima y vehemente conversadora, una mujer ferozmente libre. Muchos de nosotros la conocimos gracias al periodismo: el oficio más bonito del mundo, dicen, después de la Alegría.Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/01775439517127516678noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7477484866287484611.post-29098774016864230542011-02-06T17:57:00.003+02:002011-02-06T18:11:29.479+02:00Paqui<div align="justify">Son poco más de las seis de la tarde aquí, tan lejos. Dentro de una hora, será su entierro. A la misma hora, pero en Gerena, en su tierra. Un correo maldito, a medio encajar en mitad de una manifa pro-revolución egipcia en Ramala, me trajo la noticia. Paqui ya había exprimido hasta la última gota de su vida. Hace un par de meses que sabía de su pelea por la dignidad y por la supervivencia. Parecía impensable, por ese pálpito infantil que tenemos de que a los nuestros, a los buenos, a los que queremos, no les puede pasar nada. Hace mucho que no la veía, demasiado, desde un encuentro fugaz en la Alameda. "Rengelilla, ¿qué pasa? ¿Dónde te metes?". Poco tiempo coincidimos en nuestro <em>Correo</em>, pero lo suficiente para quererla y admirarla. Por vitalista, por espíritu libre, por ser la mejor de las mejores escribiendo en aquel maravilloso Correo de la Provincia, por independiente, por franca, por consejera y compañera. Muchos paseos a nuestra mesa, la de los "andaluces", para ver a la Cañal, y siempre con un guiño, una broma, una mano rápida que revolvía el pelo a modo de saludo. Paqui, grande Paqui, que supo vivir siempre con la amenaza del adiós, dándonos a todos una lección de sabiduría. Periodista curiosa, con la empatía que sólo generan las buenas personas, próxima siempre. Yo sólo rocé sus días, ella sólo rozó los míos, pero esa luz, su luz, siempre ha estado presente. Los que la conocen mejor, los que la quieren más, saben de lo que hablo. Con ellos estoy ahora, con su dolor y su vacío. Espero que les reconforte el recuerdo de su batalla y su sonrisa. No es un tópico: en ella cada fibra era tenacidad, voluntad, vida. Eso nos deja, hasta que la veamos de nuevo. Se la quiere... </div>Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/01775439517127516678noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-7477484866287484611.post-39877545455532160762011-02-04T19:15:00.003+02:002011-02-04T19:22:59.100+02:00Yo quiero ser periodista (del New York Times)<p align="center"><object width="480" height="390"><param name="movie" value="http://www.xtranormal.com/site_media/players/jwplayer.swf"><param name="allowFullScreen" value="true"><param name="allowscriptaccess" value="always"><param name="flashvars" value="height=301&width=499&file=http://newvideos.xtranormal.com/web_final_lo/e0a9e916-062e-11e0-b909-003048d69c21_6.mp4&image=http://newvideos.xtranormal.com/web_final_lo/e0a9e916-062e-11e0-b909-003048d69c21_6.jpg&link=http://www.xtranormal.com/watch/8045747&searchbar=false&autostart=false"><embed src="http://www.xtranormal.com/site_media/players/jwplayer.swf" width="499" height="301" allowscriptaccess="always" allowfullscreen="true" flashvars="height=301&width=499&file=http://newvideos.xtranormal.com/web_final_lo/e0a9e916-062e-11e0-b909-003048d69c21_6.mp4&image=http://newvideos.xtranormal.com/web_final_lo/e0a9e916-062e-11e0-b909-003048d69c21_6.jpg&link=http://www.xtranormal.com/watch/8045747&searchbar=false&autostart=false"></embed></object></p>P.D.: Gracias a mi amigo Óscar Miró por este regalillo...Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/01775439517127516678noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-7477484866287484611.post-4177256520209372062011-01-27T20:49:00.007+02:002011-01-27T21:32:05.758+02:00Periodistas de gueto<div align="justify"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgjoeGoHxQyZUuqK-l1_YHP4wMcF9bVMRNzKV93XVjCLp4DPVH8_MxfxNWkTl6p3pWvdTUYRbdpO5Wpav4r0KdhbsGMrvCTHZh6-scRNRAxRA_0cVR70n7JRFDlylIrZLAp0ZkQUGCFpOwB/s1600/holocaust2.gif"><img style="TEXT-ALIGN: center; MARGIN: 0px auto 10px; WIDTH: 400px; DISPLAY: block; HEIGHT: 351px; CURSOR: hand" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5566950454132971874" border="0" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgjoeGoHxQyZUuqK-l1_YHP4wMcF9bVMRNzKV93XVjCLp4DPVH8_MxfxNWkTl6p3pWvdTUYRbdpO5Wpav4r0KdhbsGMrvCTHZh6-scRNRAxRA_0cVR70n7JRFDlylIrZLAp0ZkQUGCFpOwB/s400/holocaust2.gif" /></a>El Holocausto nazi fue el mal absoluto. Hoy lo recordamos en el día internacional que conmemora la <a href="http://www.dw-world.de/dw/article/0,,1468276,00.html">liberación del campo de Auschwitz</a>, 66 años atrás. Quien más y mejor hace por mantener viva la memoria de aquel horror es el <a href="http://www1.yadvashem.org/yv/es/index.asp">Yad Vashem</a>, el Museo de la Memoria del Holocausto de Jerusalén. Ir allí es sentir el latido de la vida, la sombra de la muerte, las tripas encogidas por el miedo y el odio desaforado, el corazón ensanchado por la grandeza y fortaleza del ser humano. Entre las millones de historias que guardan sus paredes también hay algunas de periodistas, cómo no. O de protoperiodistas, o de "periodistas-ciudadanos", de gente, en fin, que quiso contar lo que le pasaba a la gente, incluso en semejantes circunstancias; o quizá por eso.<br /><div align="justify">Hay una foto que siempre me estremece: una señora rubia, con traje veraniego (la guerra acabó allá por mayo), tacones y una salud estupenda, se tapa la boca, entre el llanto y el asco, al ver los cadáveres de los asesinados en los campos, tirados en una pradera verde. Ella es de las que no sabía o no quiso saber. Pero incluso en los campos, incluso en los guetos, hay quien contó lo que pasaba, para que el mundo supiera. Están los chavales del <em>Lodz Ghetto Chronicle</em>, que durante tres años y medio hicieron un boletín de su barrio, cerrado como una jaula, contando los nuevos racionamientos, los toques de queda, los estrenos en el pequeño teatro que seguía en pie. Su experiencia pasó a ser un libro en los 80, entre otros, con la colaboración de <a href="http://www1.yadvashem.org/about_yad/magazine/magazine_43/data_43/news_Ben-Menachem.html">Arie Ben-Menachem</a>, un fotógrafo que retrató a las gentes del <a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Gueto_de_%C5%81%C3%B3d%C5%BA">gueto</a> polaco. Fue el único superviviente de aquel equipo de reporteros. </div><div align="justify">En el gueto de <a href="http://en.wikipedia.org/wiki/Kovno_Ghetto">Kovno</a>, los judíos lituanos formaron una pandilla, <em>The Chroniclers</em>, compuesta por jóvenes inquietos que aportaban sus pequeñas crónicas diarias al servicio de la comunidad. Crearon hojillas baratas o bandos con narraciones (tan dados son los judíos a la cultura del muro y el cartel). Entre ellos estaban <a href="http://holocaust-education.net/explore.asp?langid=1&submenu=200&id=6">Esther Lurie</a>, <a href="http://www.blogger.com/www.bienale.lt/2007/images/stories/jacob_lifschitz.doc">Jacob Lifschitz</a>, <a href="http://www.yivoencyclopedia.org/article.aspx/Holocaust/Art_and_the_Holocaust">Josef Schlesinger</a>... </div><div align="justify">Quizá la mayor tarea de documentalistas la hicieron <a href="http://www1.yadvashem.org/yv/en/education/books/underground_reporters.asp">Ruda Stadler</a>, John Freund y sus amigos de Budejovice, Checoslovaquia, <em>The underground reporters</em>, que editaron un periódico que incluyó hasta poesías y cuentos y, con sus escasos medios, trataron de grabar los testimonios de sus vecinos de infierno, para que su voz quedase, para que no se perdiera el relato de sus vidas, sus costumbres, sus refranes y recetas. Aquello que los nazis quisieron borrar para siempre matando a los judíos. </div><div align="justify">"Ser escritor, al menos cierto tipo de escritor, significa vivir rodeado de pánico percibiendo a tu alrededor bultos que pasan de un compartimento a otro con los calcetines mojados. Y tú eres uno de esos bultos: aquel que, por encima o por debajo del miedo, está poseído por la necesidad de contarlo, aunque las posibilidades de que alguien lo lea sean muy escasas", escribe Juan José Millás en uno de mis <a href="http://www.clubcultura.com/clubliteratura/clubescritores/millas/articuento107.htm">artículos </a>de cabecera. Eso es lo que ellos sentían: la necesidad de contar por encima del horror, de seguir narrando la vida incluso en la muerte. El ansia de dejar constancia del paso del tiempo, añadida a la de ejercer el papel de testigos de un crimen. Periodistas de gueto. Hoy el recuerdo es para ellos y para los siete millones de muertos que dejó Adolf Hitler. Para que siempre estén presentes, para que no se repita. </div></div>Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/01775439517127516678noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-7477484866287484611.post-84554297961218537682011-01-16T18:12:00.005+02:002011-01-16T19:05:37.573+02:00Salomé, Juan, Miriam<div align="center"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEizVPkjIPF3JBJ3SMurcG8PqVdCRRRJPyRFT8veyRe4_Zhb0TAYi1vFrvwqQzuzbw0Lam_geblASesxulSjGvWwI6G5N_gpmqKFDVR8Hl1Ht0rvGlZA23P-Rar09vlG0Fib6Rgqs1Zx4DsG/s1600/cnn%252B.jpg"><img style="TEXT-ALIGN: center; MARGIN: 0px auto 10px; WIDTH: 400px; DISPLAY: block; HEIGHT: 298px; CURSOR: hand" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5562830565743938434" border="0" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEizVPkjIPF3JBJ3SMurcG8PqVdCRRRJPyRFT8veyRe4_Zhb0TAYi1vFrvwqQzuzbw0Lam_geblASesxulSjGvWwI6G5N_gpmqKFDVR8Hl1Ht0rvGlZA23P-Rar09vlG0Fib6Rgqs1Zx4DsG/s400/cnn%252B.jpg" /></a><span style="font-size:85%;"> Juan Tortosa (centro), rodeado de parte de la última delegación de CNN+ en la comunidad andaluza; Salomé es la segunda por la izquierda. Y me falta Miriam...<br /></span><div align="justify">Las noticias llegan a través de internet, así que la distancia no ha sido impedimento para conocer los teletipos. Información puntual (<a href="http://twitpic.com/3ip21u">está pasando, lo estás sabiendo</a>). Pero los 4.000 kilómetros no aminoran el daño, la rabia, la solidaridad. Eso no. Eso no me lo ahorran. De lo que me privan es de poder darles un abrazo enorme a los protagonistas de la maldita noticia, una más, pero no una cualquiera dentro de esta cadena de despidos, EREs y cabeceras cerradas que nos está dejando la crisis y la conveniencia empresarial. Por eso necesitaba mandar este abrazo de palabras a Salomé Machío, a Juan Tortosa y a Miriam Lorenzo, a mis amigos de <a href="http://en.wikipedia.org/wiki/CNN%2B">CNN+</a> en Andalucía. Porque son especiales. Porque me duelen. Porque han compartido conmigo momentos de vida y oficio, y porque me han enseñado a hacer periodismo, aunque sea con un consejo, una batallita, un teléfono prestado, una sonrisa. </div><br /><div align="justify">En eso <strong>Salo</strong> es especialista. Siempre lista para alegrarme la mañana. Compañera correística, a mi vera en Local, fue mi fuerza, mi ánimo diario, mi guía impagable por el mundo judicial en el que su empeño, su cercanía y su fiabilidad abrían las puertas más complicadas. Qué mala sucesora te tocó. Aquello fue el nudo, pero con Salo siempre quedaba la calle compartida: los encuentros felices en una rueda, las mañanas frías de guardia, las quedadas (siempre menos de las que hubiera deseado). Un honor despedirla del papel en una cabalgata de reyes escrita a cuatro manos, cansadas de recibir caramelazos (y de pedir <a href="http://www.adn.es/local/sevilla/20070103/NWS-0049-Cabalgata-caramelos-repartira-kilos.html">gasparines</a>). Fuera y dentro, siempre Salo pendiente, lista para hacer la vida más hermosa. "Qué grande, la Salo", como dice <a href="http://www.reportajesyotrascosas.blogspot.com/">Bocanegra</a> (otro enorme).</div><br /><div align="justify"><strong>Juan</strong> es caso aparte. Es el maestro del oficio en Sevilla, es vocación pura que la veteranía no ha podido avejentar, ni arrugar, ni manchar. Sólo le ha sacado lustre. Mi pena es no haber pasado más tiempo en la calle con él, o a su lado en un café, escuchando y aprendiendo. Por eso guardo como un tesoro el viaje insulso de Griñán a Marruecos, porque lo tuve cerca, y ya no lo perdí. A su <a href="http://lascargaeldiablo.blogspot.com/">blog </a>peregrino a diario en busca de orientación y lo engancho por la red en cuanto puedo, que cada consejo es una joya; cada historia, oxígeno en este mundo de miserias. Porque nadie cuenta con más pasión lo que ha hecho, lo que hace, lo que va a hacer. Porque en su boca el periodismo es verdad, es alegría, y revive frente a los agoreros del fin del mundo. Mientras quede gente como él, habrá periodismo. </div><br /><div align="justify">Y <strong>Miriam</strong>... ¿Es posible que coincidas con una persona apenas diez o quince veces en tu vida y la aprecies tanto? Sí, es posible, si siempre tuvo el detalle de acercarse, de presentarse, de preguntar si necesitas algo. Cuando una empieza y está verde como las aceitunas, las Miriam son impagables. Ahí estuvo, para guiar cuando más lo necesitaba. El cariño que le profesan Salo y Juan no hace más que convencerme de que debe ser, de que es, una periodista estupenda. </div><br /><div align="justify">Amigos, colegas, consejeros. Los tres han pasado el calvario y el trance del cierre de CNN+, esa infamia. Cada cual, ahora, afronta un futuro distinto, pero sólo deseo que sea el mejor de los posibles, el que merecen, el que les permita seguir contando a la gente lo que le pasa a la gente. Es un deseo profesional y egoístamente personal. Los necesito conmigo, los necesito ejerciendo, como sea y donde sea. </div><br /><div align="justify">Ojalá pronto este abrazo deje de ser virtual. Mientras, me conformo con recordarlos con su compañera por estas tierras, <strong>Ana Garralda</strong>, que está a un paso de ganarse otra entrada en este blog, porque es de las buenas. A ver si consigo que os quiera tanto como yo. </div><br /><div align="justify"></div><br /><div align="justify">P.D.: El abrazo es extensible, claro, a todos los trabajadores (redactores, cámaras, sonidistas, montadores, realizadores, productores... a todos) de CNN+. Ánimo, compañeros, va de vuelta por el que nos regalásteis en forma de aplausos allá por mayo.-</div></div>Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/01775439517127516678noreply@blogger.com8tag:blogger.com,1999:blog-7477484866287484611.post-55949240811286101832011-01-15T18:26:00.004+02:002011-01-16T19:06:38.384+02:00Lama<div align="justify"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjsvObHN5RoeEpAD6gJmwlCa5m5atSCGoukZA-dZ4slY_zTCmjwSaL4w0BdnbPVH6adrwzWNH92jl4AChNyLPIVmWJssgqhE2SM3vajOej_74vp1jtarwyZp0WHql95IZWdHNoVhlm23ImB/s1600/3937009.jpg"><img style="MARGIN: 0px 10px 10px 0px; WIDTH: 267px; FLOAT: left; HEIGHT: 400px; CURSOR: hand" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5562452678824839890" border="0" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjsvObHN5RoeEpAD6gJmwlCa5m5atSCGoukZA-dZ4slY_zTCmjwSaL4w0BdnbPVH6adrwzWNH92jl4AChNyLPIVmWJssgqhE2SM3vajOej_74vp1jtarwyZp0WHql95IZWdHNoVhlm23ImB/s400/3937009.jpg" /></a>Aquello del <a href="http://www.youtube.com/watch?v=rB_Rb9TMsnw">mendigo </a>no tuvo nombre, hay sábados que tiene más comentarios machistas que goles canta, y cuando le sale el ramalazo madridista y raulista me pone de los nervios... pero es Lama, es Manolo Lama. No hay más que decir. Que los amores de adolescencia son complicados de curar, y él es uno. De los fuertes. Tengo un anuncio publicado en 1993 en la revista <a href="http://www.tiempodehoy.com/"><em>Tiempo</em> </a>en el que ya aparece con sus dos colegas, Paco González y Pepe Domingo Castaño, y que durante años ha decorado mi carpeta del instituto (por dentro, que por fuera iba un <a href="http://arturoperez-reverte.blogspot.com/2010/02/regreso-vukovar.html">artículo del Jefe</a> en una cara y una <a href="http://www.google.com/imgres?imgurl=https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjNmCEDNz0W9FNhtgohOrLJhObMdYvS2pq8LmbhJvrItB9pNd4vUodx7abcxzJyBNWdd_j7c9Ezn6hru3Rzq7S1xBTSA3gPxQY7OwYb91sCpqxBAbuLE9BZFvGzCyXO0tIuli6k_0GBCKVJ/s400/0782-CitizenKane.jpg&imgrefurl=http://filmnoirphotos.blogspot.com/2009/05/happy-birthday-joseph-cotten-1905-1994.html&usg=__XhpiA9zCEzH5v0fuAgaFaxqmOqk=&h=400&w=320&sz=40&hl=en&start=38&sig2=WGrYJCzYuDrzae_2pKRquA&zoom=1&tbnid=ylV3X8cbhBb_BM:&tbnh=173&tbnw=138&ei=tM4xTfuVLMPKhAe-6P21Cw&prev=/images%3Fq%3Dcitizen%2Bkane%26um%3D1%26hl%3Den%26sa%3DN%26biw%3D1419%26bih%3D687%26tbs%3Disch:10%2C1377&um=1&itbs=1&biw=1419&bih=687&iact=rc&dur=181&oei=o84xTb_ZF4yDswa41tj7CQ&esq=3&page=3&ndsp=18&ved=1t:429,r:13,s:38&tx=90&ty=128">foto </a>de <em>Ciudadano Kane</em> en otra). Los primeros Carruseles, el enganche ya nunca perdido al fútbol... Él tiene buena parte de culpa. Hoy sueño con entrevistas muy diferentes, y cuento cosas que nada tienen que ver con el deporte, pero en su día, con 14 años, mi meta era Lama. Fue mi primera entrevista frustrada. Tania -una compañera de clase, que también se tituló luego en Periodismo- y la que suscribe quedamos con Lama en el Sánchez Pizjuán, un día que vino con el Madrid, pero la seguridad del estadio acabó con nosotras: nos echaron de la puerta de prensa, nos chillaron, nos ningunearon. Acabamos en la grada con nuestra entrada, en el gol sur, encaramadas a una verja con una libreta enorme en la que le mandábamos mensajes a los compañeros de <a href="http://www.cadenaser.com/emisoras/sevilla/">Radio Sevilla</a> para que avisaran a Lama, que estaba en la pecera de al lado, de que allí estábamos. Aquello fue una locura imposible. Nunca se lo confesé a Florencio Ordóñez ni a Manolo Aguilar, los que <em>radiaban</em> aquel día, no les dije que yo era una de aquellas locas. Me callé, allí sentadita en Informativos, admirándolos de lejos, como a todos sus compañeros. Si vosotros supiérais las tontadas que ha hecho vuestra colega la becaria... El pobre Lama se disculpó 500 veces, pese a que no fue culpa suya. No desistimos. Lo intentamos en el partido Betis-Atlético. No lo mandaron entonces. Pero la excusa fue perfecta para conocer a David Alonso y Antonio Ruiz, y tenerlos por amigos durante años. A Lama sólo una vez lo he visto. De lejos, enganchado al teléfono, en la redacción central de la Ser. En una tarde de nervios y expectativas. Entonces tenía diez años más y otros quebraderos de cabeza. Y un nuevo reto inalcanzable. Como Lama. Pero una meta y otra la seguiremos peleando. Mientras, me conformo con que ese hombre adorado haya vuelto al redil de los amigos. Aunque sé que es en una casa que no es la que fue mía. Qué bueno tener a la familia reunida, aunque sea en la distancia.</div>Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/01775439517127516678noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-7477484866287484611.post-35102974085448123722010-11-26T17:29:00.003+02:002010-11-26T18:13:23.852+02:00Enric González<div align="center"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjRse7Wj2U6Wk6ggZ2bkxDBDameO7dCYrYDokLEEKowFvGu4xsvc3xs9e9KL6VppTjeUPogirZyZPLDCY-9LSjJsGPyuk7ZXQOA857-poi5EjyzNghuqGHsBe9vUCovt1uW59L3CwG8rOUH/s1600/retrov11.jpg"><img style="TEXT-ALIGN: center; MARGIN: 0px auto 10px; WIDTH: 400px; DISPLAY: block; HEIGHT: 300px; CURSOR: hand" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5543883606293671154" border="0" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjRse7Wj2U6Wk6ggZ2bkxDBDameO7dCYrYDokLEEKowFvGu4xsvc3xs9e9KL6VppTjeUPogirZyZPLDCY-9LSjJsGPyuk7ZXQOA857-poi5EjyzNghuqGHsBe9vUCovt1uW59L3CwG8rOUH/s400/retrov11.jpg" /></a><span style="font-size:85%;">Enric González lee <em>El País</em> mientras viaja de San Sebastián a Barcelona. Blog de </span><a href="http://blogs.km77.com/teletransporte/2429/el-chofer-de-enric-gonzalez/"><span style="font-size:85%;">Javier Moltó</span></a><span style="font-size:85%;">.-</span> <div align="center"> </div><div align="justify">Dejemos los remilgos a un lado. A veces el periodismo es un arma maravillosa para conocer a personas a las que, de otro modo, difícilmente podríamos acceder. Un camino fácil para tocar a quien se admira. No es muy recomendable, decía <a href="http://en.wikipedia.org/wiki/Patrick_O">Patrick O´Brien</a>, conocer a los ídolos, porque el mito se te puede ir al garete. Pero la tentación era demasiado fuerte y, además, sabía que esta vez el padre de Aubrey y Maturin se iba a equivocar. Muchos años adorando al mito como para no intentarlo siquiera. Y el mito, lejos de evaporarse, se ha agigantado. <a href="http://blogs.elpais.com/fronteras-movedizas/"><strong>Enric González</strong> </a>es infinitamente mejor de lo esperado. Es la humildad personificada, un tipo amable, afable, dicharachero, conversador fantástico, con una capacidad intensísima para escuchar, atento, intrigado. Curioso para aprender de todo, incluso de la sarta de obviedades y tonterías con las que esta que suscribe podía torturarlo. Con lo que han visto sus ojos podía estar endiosado, mirar el mundo por encima del hombro, darlo todo por sabido. Qué va. Parece un niño dispuesto a empaparse de cada brizna de saber que corra por su lado, sin límites, sin correcciones políticas, sin presiones. Que es valiente ya lo demostró con aquella antológica <a href="http://www.escolar.net/MT/archives/2009/05/la-columna-que-el-pais-no-publico-a-enric-gonzalez-2.html">columna</a>. Que es inteligente, certero, sensato, lo evidencia en cada crónica, ahora, desde Jerusalén. Lo que se intuía también es cierto: que le duele el oficio, que piensa y repiensa el periodismo, que admira a sus iguales (aunque se sonroje cuando se le llama "maestro" y "pastor" y ese tipo de cosas), que le brillan los ojos al contar cómo trabaja, por ejemplo, Soledad Gallego-Díaz. Pocos periodistas llegados a su nivel son capaces de girar la vista hacia los EREs, los despidos, los sueldos bajos, las jornadas criminales... No quiere olvidar que ese oficio también es el suyo. Hay quien dirá que aún tiene ilusión porque divisa este empleo desde una atalaya privilegiada. No lo creo. De corazón sigue pensando que el periodismo está vivo y tiene futuro, distinto al que él ha conocido, nada que ver con las redacciones que pisó con 16 años, pero el oficio de contar historias sigue vivo, y necesita soportes donde poner rostro a la vida. No es un iluso ni un embaucador. No. Cree sin fisuras que se pueden "romper las costuras" que imponen la autocensura y las presiones empresariales, poco a poco, ensanchando el horizonte. Lo dice quien puso en juego su puesto, quien incomoda en la central de su periódico, quien se tuvo que venir lejos para seguir contando lo que le pasa a la gente. Y, aún así, sigue metiendo el dedo en la llaga. </div><div align="justify">Hay que decir que, además, es divertido y cuenta grandes anécdotas, que tiene una mirada limpia de prejuicios que nada ni nadie ha manchado, que escapa de la antropología barata y mira al diferente con interés desmesurado. La sonrisa que domina el rostro flaco cuando habla de fútbol ilumina media Jerusalén. Fuma pero no demasiado, un cigarro (Marlboro) a la hora, gesticula con cadencia y fuerza contenida, se pone y se quita las gafas del cerca, se hace el remolón con las fotos. Para la cita eligió el <em>Zuni</em>, el único restaurante de la ciudad que abre 24 horas y que hasta los ultraortodoxos se vieron obligados a respetar. Un sitio tranquilo con jazz de fondo. No pincharon a Chet Baker, pero hablamos de él. Y de religión, de Berlusconi, de crisis. De tópicos, jefes y batallitas. </div><div align="justify">El encuentro pudo darse con la tribu de corresponsales españoles que, cada poco, hace una quedada en un buen restaurante jerosolimitano, pero esta charla a dos, más tranquila, fue un regalo de mis amigos-colegas Alejandro Luque e Ilya Topper para <a href="http://www.mediterraneosur.es/">Mediterráneo Sur</a>. Impagable oportunidad para ver de cerca al adorado señor González. Esta mitómana convencida e irredenta se crece cuando constata que los dioses no tienen que ser de barro. Que los hay de verdad, que no mienten, que no engañan. Así que, preparaos, porque estoy insoportable estos días. He visto que la luz era limpia y verdadera. Ahora toca pelear para alcanzarla. </div></div>Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/01775439517127516678noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-7477484866287484611.post-76432599984803047072010-11-15T12:06:00.003+02:002010-11-15T12:09:50.839+02:00Más con menos<div align="justify">"<a href="http://www.hbo.com/the-wire/index.html">The Wire</a>". Quinta temporada. Tercer capítulo. Cómo hacer "más con menos" en una redacción. Demasiado duro todavía. Demasiado cercano. Hoy también soy del "<a href="http://www.baltimoresun.com/">The Sun</a>". </div><div align="justify"></div><br /><p align="center"><object width="480" height="385"><param name="movie" value="http://www.youtube.com/v/Dr7as5WA9kQ?fs=1&hl=es_ES"><param name="allowFullScreen" value="true"><param name="allowscriptaccess" value="always"><embed src="http://www.youtube.com/v/Dr7as5WA9kQ?fs=1&hl=es_ES" type="application/x-shockwave-flash" allowscriptaccess="always" allowfullscreen="true" width="480" height="385"></embed></object></p><p align="center">P.D.: Y me estreno colgando un vídeo en Youtube...</p>Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/01775439517127516678noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-7477484866287484611.post-16332149644766613322010-10-11T00:03:00.003+02:002010-10-11T00:43:18.041+02:00La tribu<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg5h6gQHCPA_uM-M8cU0_OFNBnXCOFVG13jU-74MAv6maKJUo13dHQc8YKJjd98p0nPZhvmqpZjHVPdGSJEyVeDFnnfBUrk9ShgdGI4cDXijLczSRyFr7RqbdQhq7BBUhfEjVBz1QtkdWTf/s1600/Hat%2520with%2520Press%2520tag.jpg"><img style="MARGIN: 0px 10px 10px 0px; WIDTH: 265px; FLOAT: left; HEIGHT: 219px; CURSOR: hand" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5526551204678475154" border="0" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg5h6gQHCPA_uM-M8cU0_OFNBnXCOFVG13jU-74MAv6maKJUo13dHQc8YKJjd98p0nPZhvmqpZjHVPdGSJEyVeDFnnfBUrk9ShgdGI4cDXijLczSRyFr7RqbdQhq7BBUhfEjVBz1QtkdWTf/s400/Hat%2520with%2520Press%2520tag.jpg" /></a>Nos bautizó <a href="http://www.iberlibro.com/9788423991297/Tribu-Guinea-Ecuatorial-1979-1996-Leguineche-8423991296/plp">Leguineche</a>, el maestro, y con ese apodo nos conocemos. A la legua se nos ve venir, donde sea, como sea, siempre iguales, no importa la materia que se cubre, el idioma que se habla ni el país que se pisa. Dicen que los de guerra son los que mejor se amoldan a la definición. No lo creo. La tribu es la tribu, la prensa, la canalla, igual siempre, benditamente parecida a 4.000 kilómetros de donde siempre la había conocido. Con el verano de por medio, no ha sido sencillo dar con los periodistas españoles que trabajan en Israel pero hoy, gracias a la <a href="http://www.jpost.com/International/Article.aspx?id=190895">visita </a>del ministro Moratinos y al canutazo concertado en el <a href="http://www.danhotels.com/Luxury-Jerusalem-Hotel">Hotel Rey David </a>de Jerusalén, ha habido oportunidad de poner caras a nombres familiares de años, admirados, voces reconocidas, firmas imprescindibles. Faltaban algunas piezas clave, sí, pero allí estaban los demás, de prensa, de radio, de televisión, todos bulliciosos, charlatanes, curiosos, cada cual con su historia. Veteranos, recién llegados, con multibolsillos o en traje. La guardia (hasta eso echaba de menos) ha sido gloriosa. ¿Cómo describir la paternal e imprescindible ayuda de <a href="http://blogs.publico.es/balagan/">Eugenio García Gascón</a>? ¿Y los consejos asombrosos de <a href="http://corresponsalisraelpalestina.wordpress.com/">Daniel Blumenthal</a>? ¿Cómo la camaradería radiante de <a href="http://www.rtve.es/tve/informa/correspo/jerusa.htm">Rosa María Molló</a>, el chute de pasión en vena que supone conocer a <a href="http://blogs.rtve.es/desdeisrael/posts">Paco Forjas</a>, la amabilidad en bandeja de <a href="http://www.cuatro.com/noticias/">Ana Garralda</a> o la preguntona lucidez de <a href="http://elperiodico.com/es/">Ricardo Mir de Francia</a>? Y eso, sin contar todos los que han pasado como un huracán, deseando suerte, animando a avanzar, y a los que, lo prometo, iré controlando poco a poco (una con una flecha la columna con los "medios" y la columna con los "nombres de redactor").<br /><div>Que echaba de menos a mis colegas. Sé que no son aún los que he dejado atrás, a los que tanto añoro, a los que tanto quiero, los que me han acompañado en ocho años de profesional y tres de becaria admirada, pero tienen su mismo fuego, imagino que también sus mismas miserias. Sus mismas ganas de contar. Periodistas, al fin los encuentro. Y me siento tan bien dentro de la especie...</div><div> </div><div></div><div>P.D.: La foto, de la <a href="http://www.ijpc.org/page/resources_--_recommended_books_and_web_sites.htm">University of Southern California</a>.-</div>Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/01775439517127516678noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-7477484866287484611.post-74710645315462984012010-09-21T13:55:00.003+02:002010-09-24T18:22:53.427+02:00Miguel González Quiles<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjFKQuftFN8LO1bS1tf8qjuFnJhnkJsPHa-3cvXa1HloIcmNvVWgb-5AgPxHY0ZrC0n3IihtzuSHs723DBsfUKQ85D8tTP86qBSNljz576LkIR8IAy8ncHtzaM2l7ymrvzyFQxD7zDnREq-/s1600/miguelito1.gif"><img style="MARGIN: 0px 10px 10px 0px; WIDTH: 166px; FLOAT: left; HEIGHT: 198px; CURSOR: hand" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5520516274443388482" border="0" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjFKQuftFN8LO1bS1tf8qjuFnJhnkJsPHa-3cvXa1HloIcmNvVWgb-5AgPxHY0ZrC0n3IihtzuSHs723DBsfUKQ85D8tTP86qBSNljz576LkIR8IAy8ncHtzaM2l7ymrvzyFQxD7zDnREq-/s400/miguelito1.gif" /></a>A veces la vida te da segundas oportunidades. A veces puedes rectificar un fallo y tomar el hilo correcto, perdido, y reencontrarte con gente que se termina convirtiendo en imprescindible en tu camino. Sólo ocurre a veces, es un regalo extraño, pero cuando ocurre es tan extraordinario que hay que exprimirlo. Y yo no lo hice. Por eso me arrepiento de no haber pasado más tiempo cuando pude con el alma del periodismo hecha hombre, con Miguel González Quiles, mi hermano, mi compañero de sueños, de valores y de cariños. No lo supe ver cuando estaba en nuestro <em>Correo</em>, tímido y educado, con los deportivos. No lo supe ver, luego, en las ruedas de prensa en las que coincidíamos, ahora luciendo el escudo del <em>Diario</em>. Durante un tiempo no era capaz de vincular su rostro y su firma, así que día a día aprendí a admirar a un chaval de <em>La Razón</em> que escribía como Dios, sin reparar en que era el mismo con el que me cruzaba de cuando en cuando, siempre con una sonrisa en los labios. Creo que nuestra primera conversación de más de un minuto fue en los juzgados, en esa etapa gris que, por suerte, duró poco (el cielo tiene ganado el clan de Velis, Muñoz, García, Rodríguez y compañía). Entonces até cabos. Aquel era el periodista que hacía calar en los huesos las historias de Los Pajaritos o la Alameda. El mismo que ponía ramalazos de humor encubiertos en las crónicas del Ayuntamiento. El que siempre siempre siempre se mostraba del lado del débil, del que necesitaba su voz comprometida. Era Miguel, de <em>La Razón</em>, así le decía para no confundirlo con el que, por entonces, era mi más adorado Miguel González, el redactor de Defensa y Exteriores de <em>El País</em>. <div><br /><br /><br /><div align="justify">Hubo tiempo en aquellos meses para conocerlo un poco y saber que, en el fondo, éramos iguales. Es lo que veía en sus textos, lo que me contaban los amigos que lo conocían bien, lo que me transmitía en cada corrillo, guardia o rueda de prensa. Un tipo íntegro con la vocación intacta tras años de ejercicio inestable en una ciudad que no siempre trata bien a sus genios. Luego vino Madrid, y llegó este baluarte, y aquí nos reencontramos. Aprendí a leer sus heridas, sus anhelos, sus rabias, me emocioné con sus músicas y sus versos, me quedé afónica con sus gritos en favor de un periodismo digno y sensato, limpio. Fue el compañero que más alegría que dio volver a ver al regreso al <em>Correo</em>, una suerte estar en Local si era para verlo más a menudo. Pese a todo, este cariño nuestro se ha forjado en la lejanía, a base de palabras y guiños. Lo cierto es que no nos hemos tomado más que una cocacola juntos, oyendo el relato de Manolo Vargas, el anciano que de niño vio cómo se fusilaba ante la muralla de la Macarena. Creo, si no me equivoco, que no temos tenido más alterne que ese, pero no nos hace falta. Nosotros sabemos lo que nos traemos entre manos. Lo sabíamos con mirarnos a las puertas del <em>Correo</em> en los días del maldito ERE, donde nunca faltó. </div><br /><br /><br /><div align="justify">Así pasaron los días, viéndonos cada vez menos (lo que tienen los cambios de sección...), pero sin perdernos el hilo. Qué bueno acercarme por las mañanas a más de un jefe y decirle: "¿A este maestro cuándo lo vamos a fichar?". Más de uno y más de dos me daba la razón. (Y qué si no debí escribir lo que acabo de escribir, pardiez. A ver si así le suben el sueldo los suyos, o nos lo llevamos nosotros de una vez). </div><br /><br /><br /><div align="justify">El caso es que, aunque ahora conozco y quiero al Miguel González de <em>El País</em>, mi primer Miguel, mi adorado, idolatrado, queridísimo, al único que busco en la web de su periódico (vale, y a Diego Mazón, que también es colega), es este Miguelito idealista, franco y enternecedor. No he visto a nadie querer tanto el periodismo como él, por eso ahora, en la lejanía, necesito su consejo y su ánimo, aunque sea tan chico, aunque sea a través del Facebook... Es la conciencia que necesitan todas las redacciones, el oxígeno para llegar al cierre sin contaminarnos por los intereses creados y las órdenes absurdas. Mientras quede gente como él, el periodismo estará vivo. </div><br /><br /><br /><div align="justify">Hace unos días me escribió las líneas más hermosas de mi vida, inesperadas, inmerecidas. Las nuevas obligaciones me habían impedido hasta hoy responderle, al menos, diciéndole que me las pagará por hacerme llorar con algo tan bonito. Ya sé que no le llego a la suela de los zapatos, y que me tendría que prestar su pluma para poder escribir a su nivel, pero tenía que intentarlo. Siga usted escribiendo, amando, respirando, que lo necesito, que lo necesitamos. Tenga en cuenta que un día me tocará la lotería, fundaré un periódico (en papel) y necesitaré al mejor cronista del mundo a mi lado. Se le quiere. </div></div>Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/01775439517127516678noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-7477484866287484611.post-56716871391222253472010-09-06T15:02:00.003+03:002010-09-06T15:04:46.511+03:00La exclusiva de ETAAsí es como Clive Myrie <a href="http://www.bbc.co.uk/news/world-europe-11195595">narra </a>la manera en que se hizo con la exclusiva de la tregua de ETA para la BBC. Su relato tiene momentos increíbles, pero sabiendo cómo es de perro y sorprendente este oficio nuestro, me creo que le pasó lo que le pasó...Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/01775439517127516678noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7477484866287484611.post-86456652606326389772010-08-24T10:54:00.003+03:002010-08-24T11:21:50.330+03:00Carlos Mendo<div align="center"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgeHKtnK5xkhjriFlLRWQqLfBq3KSE6DhUqQZ67l9cSUqPJrX88Bu3Swfl3MPhP_b0dCmh3MrmIZMzVadAmcFcrM-OnHrd_dDZjGFHc5U4Qpap39U8ScMwGC95nHfVVZsu1QSNDtx2zQlzq/s1600/Fallece_periodista_Carlos_Mendo.jpg"><img style="TEXT-ALIGN: center; MARGIN: 0px auto 10px; WIDTH: 400px; DISPLAY: block; HEIGHT: 264px; CURSOR: hand" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5508887769501179010" border="0" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgeHKtnK5xkhjriFlLRWQqLfBq3KSE6DhUqQZ67l9cSUqPJrX88Bu3Swfl3MPhP_b0dCmh3MrmIZMzVadAmcFcrM-OnHrd_dDZjGFHc5U4Qpap39U8ScMwGC95nHfVVZsu1QSNDtx2zQlzq/s400/Fallece_periodista_Carlos_Mendo.jpg" /></a><em><span style="font-size:85%;">Carlos Mendo, fotografiado por Uly Martín en 1997.- </span></em><a href="http://www.elpais.com/fotografia/espana/Fallece/periodista/Carlos/Mendo/elpdiasoc/20100823elpepunac_13/Ies/"><em><span style="font-size:85%;">El País</span></em></a><span style="font-size:85%;"><em>.</em><br /></span></div><div class="llevatelo" align="justify">Hace demasiados días que no arreglo este rincón, que no lo limpio, ni lo adecento, ni lo modernizo. Muchos días, complejos, de arranque, y algunos más que han de venir. Pero hoy había que escribir, lo contrario sería serle infiel al espíritu con que nació este blog: el empeño en hablar del oficio, del bendito oficio que tengo la fortuna de ejercer. Y hay que escribir porque la definición del periodismo equivale a Carlos Mendo, y porque Carlos Mendo se nos fue ayer, ha muerto, dejándonos una horfandad insólita. Parece que los buenos, los nuestros, no pueden morir, pero mueren, claro, humanos como son, brillantemente humanos, excepcionalmente irrepetibles. Ya no sé qué hacer sin sus tertulias de la <a href="http://www.cadenaser.com/espana/articulo/fallece-periodista-carlos-mendo/serpro/20100823csrcsrnac_9/Tes">SER</a>, sin sus columnas de <a href="http://www.elpais.com/articulo/espana/Fallece/veterano/periodista/Carlos/Mendo/equipo/fundador/PAIS/elpepuesp/20100823elpepunac_12/Tes">El País</a>. Lo peor es que no había tenido ocasión de echarlo de menos, alejada como estoy estas semanas del runrun diario de España, enganchada a un <em>Hora 25</em> a la semana como mucho (me llaman los medios de aquí, los anglosajones que tanto le gustaban a Mendo, intentando descubrir esta dura tierra). Por eso el golpe ha sido aún más terrible. Rememoro el día en que murió Carlos Llamas, el hombre que me puso en suerte a Mendo, el que me lo regaló. Allí, en Madrid, en el velatorio, en otros tiempos, vi por primera y única vez a Carlos Mendo, el señor elegante, polémico, que siempre tenía un don en la boca para sus colegas. Ahora leo y releo su biografía y descubro que hizo infinitamente más de lo que pensaba, y descubro de dónde le venía ese amor por Gran Bretaña y por Estados Unidos, y descubro la reverencia con la que lo trataban sus compañeros. Claro, era un maestro. Me enfada, por eso, el lánguido adiós que le han dado en su periódico, con apenas un par de artículos. Agosto, que es muy malo... En la radio han sido más entrañables, aunque faltaran los primeros espadas... Pero había en ellos más dignidad. La que merece uno de los pilares de nuestro oficio, liberal convencido y de derechas pero también uno de los combatientes por la libertad y la justicia más grandes que he conocido. Usted tiene parte de culpa, don Carlos, en que la política internacional me guste como me gusta, porque la alimentó en muchas noches de tertulia, amarrada a unos cascos, aprendiendo, conociendo antecedentes, pros y contras, y mucha historia, siempre, la que ponía sobre la mesa para demostrar que nada es blanco ni negro. Gracias por los años de pasión y oficio. Y por el legado, la semilla en los periodistas que hoy se lamentan por su pérdida. Nuestra obligación es seguir peleando con la misma dignidad y empeño, con el mismo cariño por la fidelidad, la exactitud y la palabra. No es poca tarea, pero qué menos que intentarlo...</div>Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/01775439517127516678noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-7477484866287484611.post-69333848932679635342010-06-12T01:16:00.006+03:002010-06-12T03:56:26.262+03:00Adiós, muchachos<div align="justify">"Adiós, muchachos, compañeros de mi vida, </div><div align="justify">barra querida de aquellos tiempos. </div><div align="justify">Me toca a mí hoy emprender la retirada,</div><div align="justify">debo alejarme de mi buena muchachada..."</div><div align="justify"><em><a href="http://www.goear.com/listen/9c9978a/adios-muchachos-carlos-gardel">Adiós muchachos</a></em>, Carlos Gardel.-</div><div align="justify">----------------------------------------------------------------</div><div align="justify"></div><div align="justify">No he tenido fuerzas, ni ganas, ni ingenio para pasarme antes por aquí a dar cuenta de lo sucedido en <a href="http://www.elcorreoweb.es/">mi casa</a>, en mi periódico, en los últimos, intensísimos e inolvidables (para bien y para mal) días. Lo ha resumido maravillosamente bien, como siempre, el gran <a href="http://miguel-gonzalez-quiles.blogspot.com/2010/06/malditos-benditos.html">Miguelito</a>, pero bueno, diremos algo más. En dos días acabará mi relación con el medio que durante siete años me ha permitido contarle a la gente lo que le pasaba a la gente, sus historias, sus problemas y, también, inevitablemente, las que imponen quienes mandan y deciden. Se acaba (segunda despedida) una etapa esencial de mi vida, de aprendizaje, cariño y esfuerzo. Ahora no me salen las palabras, pardiez... Todo empezó en un bar. Zumo de tomate para los jefes; café solo, que supo a gloria, para mí. Todo acaba en un aplauso a las puertas de una redacción; mismo menú para todos: lágrimas amarguísimas que saben a desencanto, rabia y angustia. Yo, afortunada, me largo a cazar un sueño. Otros, a verlas venir con dignidad. Y alguna, ay, alguna, a digerir la afrenta y la injusticia con la cabeza alta. Los que se quedan han de lidiar con la actualidad diaria, el tijeretazo en la nómina (criminal), el regusto a hiel del desencuentro, las telarañas entre los dedos que generan el cansancio, la incomprensión y la decepción. Qué duro es ver a una familia echada a pelear, que mazazo que el padre te señale la puerta. </div><div align="justify">Desde mi privilegiada posición, al borde del abismo pero con el faro bien claro al frente, sólo puedo (porque física y mentalmente os juro que es lo único que puedo hacer) reafirmar mi fe en mis muchachos, mis compañeros, mis hermanos. Sé que vuestra grandeza os (nos) salvará. Porque, sépanlo, dejo un tesoro. No sé qué carajo voy a hacer sin vosotros. Os quiero, os añoro tanto ya... Gracias de corazón por estos años tan maravillosamente intensos, los mejores.</div><div align="justify"></div><div align="justify"></div><div align="justify">P.D.: Nunca he sido una pesimista agorera, así que quiero pensar en un futuro luminoso, limpio, en el que brille la transparencia, la franqueza, la lealtad y la educación que nos han faltado estas semanas. Por eso, y pensando en eso, en el futuro, os dejo a una <a href="http://www.noasite.net/">cantante </a>de la que será mi nueva tierra; ahí va, diciendo hola, diciendo paz, diciendo esperanza. </div><div align="justify">P.D. 2: Gracias a la generosidad de esos compañeros que se han cercenado el sueldo hasta límites irrisorios para que los 13 nos vayamos con la dignidad básica. Gracias de veras por ese esfuerzo.</div><br /><br /><object width="353" height="132"><embed src="http://www.goear.com/files/external.swf?file=18c47fe" type="application/x-shockwave-flash" wmode="transparent" quality="high" width="353" height="132"></embed></object>Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/01775439517127516678noreply@blogger.com13