viernes, 21 de diciembre de 2007

Imagine

"Las fronteras desaparecen desde Rusia a Gibraltar". El titular, hermosísimo, aparece hoy en la portada de El Periódico. Que es un concepto más económico que humano ya lo sabemos, pero no deja de ser al menos parte de un sueño cumplido. Una Europa integral, con raíces comunes, unida para avanzar. Ni contra ni a favor de. Por ella. Bien sé que es una tontería monumental, pero me he acordado de John Lennon al leer el titular. Pardiez, es viernes, me voy de vacaciones... Permitidme la cursilada.

Imagine there's no countries
Imagina que no hay países
it isn't hard to do
no es difícil de hacer
nothing to kill or die for
nada por que matar o morir
and no religion too
ni tampoco religión
imagine all the people
imagina a toda la gente
living life in peace...
Ah, la foto: oficiales mueven la barrera fronteriza entre la localidad húngara de Fertoerakos y la austriaca de St. Margarethen. EFE/TAMAS KOVACS

jueves, 20 de diciembre de 2007

Gervasio Sánchez

Es el segundo artículo que le robo hoy a La Vanguardia. Aquí va la entrevista que le han hecho al fotógrafo Gervasio Sánchez con motivo de la exposición "10 años de vidas minadas". Os recuerdo que la muestra está abierta hasta el 27 de enero en la sede madrileña del Instituto Cervantes. Añado la web del proyecto que Gervasio ha iniciado con Intermon, Manos Unidas y Médicos Sin Fronteras.

http://www.lavanguardia.es/lv24h/20071220/53419660275.html

http://www.vidasminadas.com/castellano/pagina1.htm

Roma recuerda a Oriana

LA VANGUARDIA, 20 de diciembre 2007. Cultura, página 43.

MIQUEL VILLAGRASA - Roma. Enviado especial

En su lápida mortuoria, bajo su nombre, sólo pone Escritora. Aunque para muchas personas es el prototipo de periodista, entrevistadora y reportera, independientemente de su nacionalidad y de que sea la más famosa profesional italiana de este campo. Oriana Fallaci (Florencia, 1929-2006) es recordada estos días en Roma quince meses después de su muerte, en el complejo del Vittoriano, donde está abierta hasta el próximo 30 de enero la exposición Oriana Fallaci. Entrevista con la historia, que recorre la vida de la escritora y periodista mediante todo tipo de documentos, cuadernos, objetos personales, filmaciones, los libros por ella escritos en italiano y en las diferentes lenguas a las que fueron traducidos, libros a ella dedicados por grandes personalidades del momento... La exposición llega después de haber permanecido en Milán y posteriormente recalará en la ciudad natal de Fallaci.


En 1946, con 17 años, Oriana Fallaci, empezó a colaborar en el diario florentino Il Mattino dell´Italia Centrale,y con el primer dinero ganado se matriculó en la facultad de Medicina. Con 20 años, escribió su primer artículo en el semanario L´Europeo. Su director Arrigo Benedetti intuyó las cualidades de Fallaci, que en 1954 dejó Florencia para pasar a vivir a Roma, donde empezó a conocer y a entrevistar a los artistas italianos y extranjeros que frecuentaban los estudios de Cinecittà. Un año después fue a Hollywood, donde elaboró varios reportajes sobre el mundo del cine y sus protagonistas. De esa visita nació el primero de sus catorce libros. De uno de ellos, Carta a un niño que no llegó a nacer, traducido a 24 lenguas, vendió cuatro millones y medio de ejemplares. En 1961, L´Europeo la envió a Oriente para que hiciera una serie de reportajes sobre la condición femenina. En los años posteriores siguió de primera mano la actividad en Cabo Cañaveral, la guerra del Vietnam, estuvo en la revuelta de la plaza de las Tres Culturas de México (1968), donde se llegó a creer que era una de las 600 víctimas mortales de la represión. Allí donde había un conflicto, allí iba Oriana Fallaci, a vivirlo en directo y a entrevistar a sus protagonistas, tanto los anónimos como a los que tenían poder decisorio. Entre estos, el sha, Arafat, Golda Meir, Deng Xiaoping, Henry Kissinger, Indira Gandhi, Ali Bhutto, Willy Brandt, Husein de Jordania, Muamar el Gadafi o Jomeini. También entrevistó a la duquesa de Alba, de la que dijo que tenía tantos títulos nobiliarios que si se encontraba con la reina de Inglaterra, esta se tenía que inclinar, lo cual es erróneo, pero como lo que escribía Fallaci iba a misa, el error pasó a la categoría de leyenda urbana.


En agosto de 1973 entrevistó a Alessandro Panagulis, líder de la resistencia griega, cita en la que nació una intensísima historia de amor. Panagulis murió en mayo de 1976 a causa de un accidente de tráfico, que Fallaci siempre creyó que se trató de un atentado organizado por miembros del ex régimen dictatorial griego. Los padres de Fallaci murieron de cáncer. Ella, en 1992, reveló en Nueva York, donde vivía permanentemente, que padecía cáncer. Sintiéndose morir, se trasladó de Nueva York a Florencia, donde falleció el 15 de septiembre del 2006. Un año antes el entonces presidente de Italia Carlo Azeglio Ciampi le concedió la medalla de oro del país como benemérita de la cultura y la recibió el Papa.

Las fotos del año

Fátima Vila, la plumilla más glamurosa del sur de España (por lo menos), me envía como felicitación navideña este resumen con las mejores fotos del año. Aquí os lo dejo para que lo disfrutéis. Como muestra he tomado un botón de Reuters que retrata el Muro de Las Lamentaciones. Así alimento esa fama de sionista que me estoy ganando...


miércoles, 19 de diciembre de 2007

La Guerra de los Seis Días

Buceando para temas laborales en la web de BBC Mundo me he encontrado con este estupendo especial sobre la Guerra de los Seis Días, que marcó el mapa de hoy allá por Tierra Santa. Lo bueno es que analiza la contienda global, la pelea por Jerusalén, las posiciones árabes y las israelíes... Fiable y sobrio. Pura BBC.
La fotografía que acompaña esta sugerencia proviene de la galería gráfica de ese especial: es el emblema israelí de la guerra, la imagen tomada el 7 de junio del 67, cuando los soldados hebreos celebraron en Jerusalén la toma del Muro de las Lamentaciones (de los lamentos, según la web), el este de la ciudad triplemente sagrada.


http://news.bbc.co.uk/hi/spanish/specials/2007/guerra_seis_dias/

La ONU y la pena de muerte

La Asamblea General de la ONU adoptó ayer una resolución en la que pide a todos los Estados que apliquen una moratoria a las ejecuciones de los sentenciados a muerte como un primer paso hacia la eventual abolición de la pena capital. Será papel mojado, pero era un paso obligado.
Con 104 votos a favor, 54 en contra y 29 abstenciones, la Asamblea aprobó el texto no vinculante elaborado y autorizado el mes pasado por el comité encargado de temas humanitarios de este órgano de debate. "Al conocer la noticia, el Secretario General, Ban Ki-moon, expresó beneplácito y sostuvo que la decisión representa un paso trascendental de la comunidad internacional.“Me siento muy alentado por el apoyo proveniente de las más diversas regiones del mundo a esta iniciativa” (las comillas son una cita del servicio de noticias de la ONU) . La resolución afirma que "la pena de muerte socava la dignidad humana" y urge a los Estados donde aún existe a restringir su uso y a reducir el número de delitos por las que se impone el castigo máximo. Asimismo, llama a respetar las leyes internacionales que garantizan la protección a los sentenciados a muerte.

martes, 18 de diciembre de 2007

El Jefe en la SER

Maravillosa entrevista del Jefe en Hoy por hoy, con Carles Francino.

Ruanda

El sacerdote y periodista José Carlos Rodríguez ha creado un blog, colgado en la web de El Periódico de Cataluña, en el que recuerda el genocidio que se produjo en Ruanda en 1994, cuando se mataron los hutus, los tutsis y los banyamulenge. Cruz Roja afirma que 800.000 personas fueron asesinadas, que en 100 días los hutus exterminaron al 20% de sus compatriotas (tutsis y hutus moderados), que el país, roto, quedó con 200.000 huérfanos y viudas y que la persecución provocó el éxodo de dos millones de refugiados. Trece años después hace falta recordar, la mejor terapia para no recaer en el error. Porque parece que volvemos a repetirlo: hace sólo una semana, El País informaba de las tensiones crecientes en la región de Kivu Norte, dentro de la ahora denominada República Democrática del Congo. Hay que estar despiertos.



La fotografía es de una iglesia católica de Kivu en la que se encerró, torturó (a machetazos, a quemaduras) y asesinó al menos a 5.000 tutsis, muchos de ellos niños y ancianos.

lunes, 17 de diciembre de 2007

Ahogados en la miseria


Sé que hay numerosos funcionarios corruptos de la ANP que nadan en la abundancia gracias a ayudas internacionales. Sé que de ellos es, en gran parte, la culpa de que haya infinitud de palestinos pasando las de Caín para sacar a su gente adelante. Sé que ese remedo de administración que hay en los Territorios Ocupados no ha mirado a todos por igual, no ha gestionado como debía, no ha pensado en el futuro, no ha sido una maquinaria suiza perfecta. Pero también sé que el bloqueo israelí, la mirada hacia otro lado de EEUU y la falta de compromiso de la UE han completado el cuadro de miseria de aquella tierra. Que todos tienen su parte de culpa en el desastre.


Hoy debería ser un gran día si en París los occidentales, tan buenos, tan solidarios, se deciden a inyectar dinero en aquella tierra. Eso sí, con el compromiso de la ANP de racionalizar el gasto y centrarse en lo necesario y no en lo accesorio. Habrá que ayudar a los ciudadanos de Belén, con un paro que roza el 70%, en el que no quedan tiendas abiertas, ni hay un taller en pie (no digamos una mínima fábrica de algo); a los de Hebrón, donde siete de cada diez familias comen gracias a las ONG; a los de Nablus, donde el índice de absentismo escolar ronda el 85%. Lo peor se lo lleva Gaza donde en el último año, según Gisha (Legal Center For Freedom Of Movement, Israel) han tenido que cerrar unas 3.000 empresas cada mes por falta de materias primas o por la imposibilidad de exportar. En los hospitales no hay dinero ni para pagar a los doctores ni para arreglar las máquinas de diálisis (cuando las hay) e incluso se reducen las comidas diarias mínimas para recuperar a los enfermos.


Para evitar la "castástrofe total", dice el presidente palestino Mahmud Abbas, es necesario conseguir 3.800 millones de euros, lo mínimo que se despacha para crear un Estado propio a finales de 2008. Eso es lo que se ha propuesto en la Conferencia de Annapolis (EEUU) pero, claro, habrá que ver si se cumple... Os recuerdo que, según la Hoja de Ruta, este Estado debería ser una realidad desde hace al menos un año. En fin, que sin ese montante no habrá ni infraestructuras, ni servicios ni la "estructura política" que garantice una gestión eficaz (es un decir, un deseo más bien). Condoleezza Rice ha anunciado hace unas horas que su Gobierno destinará a Palestina 550 millones de dólares para el próximo año. Están bien los compromisos. Lo que temo es que haya una correlación directa entre el dinero que hoy pone cada cual sobre la mesa y las condiciones que se pondrán después sobre los mapas, sobre las fronteras, los refugiados, Jerusalén, cuando suene la campana final y haya que ponerse manos a la obra, a pintar un Estado de verdad.


Escribo con esperanza pero con descreimiento, con la sensación de que sólo se impulsará una solución en breve si conviene a la carrera electoral de los republicanos estadounidenses. Sabiendo que los países árabes que participaron en Annapolis ya están cejándose, que decía mi abuela, tras el toque que les dio Bin Laden la pasada semana. Sabiendo que Palestina está partida y que hay quien habla de dos estados palestinos, Gaza y Cisjordania. Sabiendo del escaso interés mostrado por Occidente desde hace 60 años. En fin, ojalá que al menos de París salgan aspirinas y libretas. Aunque sea para que los ricos durmamos con la conciencia tranquila.



P.D.: La fotografía es de Alex Majoli (Magnum) y fue tomada en Hebrón en el año 2000. Más en:

El drama de Ghulam


Se llama Ghulam, tiene 11 años y un marido cuatro veces más viejo. Ghulam es una niña afgana que ha sufrido uno de esos numerosos matrimonios forzosos que son una violación más de los derechos humanos, una de esas, una más, que preferimos no ver. Ahora, al menos, su rostro cansado, retratado por la fotógrafa Stephanie Sinclair (EEUU) servirá para que el mundo reflexione sobre esta otra forma de opresión, esclavitud y vileza. La que tenéis líneas más arriba es la mejor foto del año para UNICEF. En La Vanguardia os ofrecen más información al respecto:

viernes, 14 de diciembre de 2007

El reportero


La Fundación Carlos de Amberes (Claudio Coello, 99, Madrid) expone hasta el 13 de enero 300 piezas de la colección Jordi Tardà dedicadas a Tintín, el reportero al que le vemos hacer de todo menos escribir. La muestra del coleccionista catalán (que tiene en su poder más de 2.500 piezas relacionadas con Hergé y su rubia criatura) se completa a partir del 26 de diciembre con un taller de comic para niños (quién pudiera tener 12 años para hacerlo!). La exposición fue inaugurada ayer por Ruiz-Gallardón que, sorpresa, además de fraguista es tintinófilo. A ver si este fin de semana nos podemos acercar para hacer la crónica.

jueves, 13 de diciembre de 2007

El lugar del crimen

La poesía está hasta en los lugares más prosaicos. Como un fogonazo, nace y prende y nos arrebata. No os voy a colgar un poema propio, por Dios, ¡eso sería un atentado contra el arte! Sencillamente la otra noche, en la cola helada de los taxis de Atocha, me encontré a Luis García Montero y a su sombrero. Y desde entonces no puedo dejar de repetir la misma cantinela. Aunque sé que no es santo de la devoción de muchos de vosotros, a mí me tiene ganada para su causa. Al menos espero que os gusten estos versos...

EL LUGAR DEL CRIMEN

Más allá de la sombra
te delatan tus ojos,
y te adivino tersa,
como un mapa extendido
de asombro y de deseo.
Date por muerta
amor,
es un atraco.
Tus labios o la vida.

Puro oficio

Por una vez os haré un comentario televisivo. Anoche, en el programa de Quintero, emitieron una entrevista con Tico Medina. Hoy estamos acostumbrados a verlo en algunos programas más o menos rosas y hay quien lo considera agua pasada en el oficio, pero es que estamos en un país de desmemoriados, porque pocos españolitos han entrevistado al Ché o a Fidel, porque pocos han sido jefes de reporteros de ABC, porque pocos han sido pareja de hecho de tipos como Yale. Da gusto escuchar a este hombre cuando no es Ana Rosa Quintana la que le da la réplica. Pues el caso es que anoche le preguntó el Loco que con qué momento de su oficio se quedaba, y el maestro contestó con una anécdota de las que valen un siglo de profesión: hace 50 años llegó a la puerta de una humilde casa de Elche y, tras llamar varias veces, le abrió una mujer pequeña, tímida. "¿Es usted la viuda de Miguel Hernández?", le preguntó. "No, soy la mujer de Miguel Hernández", le contestó ella, Josefina Manresa. Con semejante golpe de dignidad como carta de presentación, Tico hizo una de las entrevistas a las que guarda más cariño. Este bendito oficio nos pone en contacto con el rico y el humilde, con el ladrón y el artista, con el altanero y el caballero. Todos tenemos frases, anécdotas, tesoros que hemos cosechado en las calles a base de libretilla y boli bic. Como la de Tico. No tendremos euros, pero somos inmensamente ricos.

La Intifada del Dos de Mayo

http://www.elpais.com/articulo/cultura/Perez-Reverte/razona/colera/rebelde/Mayo/elpepucul/20071213elpepicul_4/Tes

miércoles, 12 de diciembre de 2007

Hanuka

Abraham Baumel vive en el cuarto judío de la ciudad vieja de Jerusalén, a dos minutos del kotel, el Muro de las Lamentaciones. Lo conocí en marzo del año pasado, en plena campaña electoral israelí de la que, por cierto, pasaba olímpicamente. Su mayor preocupación era evitar un tachón sobre el pergamino en el que escribía. Porque Abraham es un escriba formado en la sinagoga, que durante años se ha ganado el pan copiando la Torá, una tarea que te lleva años porque si te equivocas en una letra... a empezar de nuevo. Ahora se ha dado cuenta de que es más productivo lograr un sueldo en una tienda de recuerdos para guiris, en la que se dedica a escribir los nombres de los turistas con caracteres hebreos y a explicar que todos los nombres del mundo están en el Antiguo Testamento y que a todos ellos les corresponde un salmo que marca su vida. Su ocupación, aburrida salvo cuando le cantan algún nombre que nunca ha escuchado, es bien monótona, y por eso ocupa el tiempo dando charla a los extranjeros a los que sistemáticamente les pide que le manden una postal de su país. "Es que yo nunca he salido de Israel. De pequeño me llevaron a Masada y hace años visité Tel Aviv, pero ni siquiera he ido al norte, a Haifa", decía resignado. Y eso que apenas rondaba los 40. Así que tras relatarle lo poco que sé de las comunidades judías en España (los ojos se le iluminaban al oír hablar de Sefarad), le tomé la dirección. Es una tontería, pero desde entonces nos hemos cruzado unas cuantas postales que, a ciencia cierta, sé que tiene a su espalda, en la tienda, mientras trabaja. Salvo la de El Escorial, que dice que le da miedo...

La historia de Abraham viene a cuento, ya veréis: resulta que he recibido su última tarjeta, la más hermosa de todas porque esta vez escribe mucho, con letra menuda, y me cuenta cosas de su cultura. Cuando la envió los judíos estaban comenzando su Navidad, la fiesta de Hanuka, la fiesta de las luminarias o de la luz. Me explica que se celebra la derrota de los griegos, que tenían ocupada Jerusalén, y la recuperación de la independencia judía gracias al empeño de los macabeos. Cuando expulsaron a los helenos, los judíos se encontraron de golpe con que habían destrozado todas sus sinagogas y todos sus símbolos para sustituirlos por sus dioses. Pero al acudir al Gran Templo encontraron una menorá (el candelabro de siete brazos tradicional) apagado. A su lado, aún quedaba un poco de aceite en un recipiente, pero no el suficiente para mantener las llamas ardientes durante más de un día. Entonces, dice Abraham, se hizo el milagro: el aceite duró hasta ocho días, el tiempo que tardaron los judíos en lograr más combustible. Fue la lucha de los judíos, la ayuda de Dios, la que mantuvo viva la llama. El caso es que por eso la fiesta dura ocho días y por eso se prende una hanuquía (el candelabro de ocho brazos), poquito a poco, a vela por día.
Abraham da sólo detalles, que la postal no da para tanto, pero me ha servido para contar mínimamente el origen de esta Navidad judía en la que hay regalos, dulces y comidas familiares. Y para desearos a todos feliz Hanuka, feliz Navidad.
Os dejo una de esas hermosas historias navideño-hanukeñas que siempre dejan estos días:

martes, 11 de diciembre de 2007

El maestro


Hoy es un gran día para nuestro oficio: en este gremio en el que tanto nos gusta ponernos mal unos a otros, hoy nos hemos unido para homenajear a Manuel Leguineche, grande entre los grandes, maestro entre maestros. En Madrid, en esa maldita silla de ruedas de la que apenas se despega (qué lejos quedan Vietnam, Israel, Afganistán...), Manu ha recogido la Medalla de la Orden del Mérito Constitucional y el Premio FAPE de Periodismo. Como bien dicen en la crónica de El Mundo que os adjunto, el periodista nunca debe ser noticia, pero ya era hora de ver a Leguineche en los papeles porque se le reconoce su carrera. Parece que en este país hay que morirse para que hablen bien de uno. "Doy por bien pasados todos mis sacrificios y mis muchas aventuras, que fueron muy gratas porque este oficio me gusta. Agradezco esta explosión de cariño y amistad que me produce lágrimas. ¡Alguna vez habrá que llorar!", ha dicho el reportero. Va por usted, maestro.


lunes, 10 de diciembre de 2007

Estados árabes

En la revista Foreign Policy de este mes encontraréis un artículo de Ahmed Musali, profesor de la Universidad Americana de Beirut, en el que analiza por qué hay estados árabes que siendo ricos, teniendo recursos y sin ser especialmente belicosos, acaban convertidos en eso que se ha dado en llamar "estados fallidos". Es interesante y Saima, siria de pro, me da buenas referencias de quien lo firma. Por si os interesa:

http://www.fp-es.org/el-fracaso-del-estado-arabe

205



He pensado mucho en escribir o no, porque sé que ésta que estáis leyendo puede ser la entrada más personal que haya colgado hasta ahora. Pero bueno, si este blog no es más que un desahogo nadie me lo tendrá en cuenta. El número, ese 205 que encabeza el post, es el de guardias civiles asesinados por ETA en toda su historia. Como hija del Cuerpo he sentido muchas de esas muertes en mi casa como si el que estuviera en el féretro fuese uno de los que tantas horas de servicio se han pasado con mi padre. Uno de los nuestros. Mi propio padre. Los silencios, las comidas en las que cuatro niñas callan para dejar oír un informativo tristísimo, la rabia. Y Vic, sobre todo Vic, los chavalillos que jugaban en el patio, como yo, como mis hermanas. Quizá para mí ese crimen está por encima de Miguel Ángel Blanco, de los sevillanos (Becerril, Ascensión, Cariñanos), de Hipercor, de Ordóñez y de Lluch.


Estos días, con el asesinato de Raúl Centeno y Fernando Trapero, son muchos los recuerdos que se remueven. Entiendo que para quien lo ve desde fuera son dos muertos más, pero no para mí. No es una cuestión de patrioterismo barato, no es una cuestión de exaltación del honor, no es conservadurismo: es cariño por el uniforme. Y eso no se puede borrar con los años, ni con la reserva, ni con poner los pies fuera de un cuartel. Uno se educa en los valores de entrega y constancia, de servicio público. Y aprende a querer a los guardias de verde que a algunos de los míos les dan tanto miedo. Por eso sabemos que cuando ETA o quien sea nos mata a uno, mata lo mejor que tiene este país cainita. Mata al que ayuda, al que vela, al que vigila, al que protege. Dice el himno: "Viva honrada la Guardia Civil". Pues que viva.


P.D.: Y para no perder las buenas costumbres, os dejo una foto histórica que hizo William Eugene Smith en el año 51 cerca de Barcelona. Un maestro

Gente de palabra

Acabo de terminarme Un día de cólera y estoy sin fuerzas para escribir, rota de correr por Monteleón, de tirar macetazos a los gabachos, ronca de pólvora y de vivas para un rey que no merece tanta sangre. Por favor, que nadie se pierda este novelón, por lo menos aprenderá historia de España. Hay mil personajes a los que tomar cariño (Daoiz es punto y aparte), mil historias que reseñar, pero desde luego la de la Cárcel Real es la mejor de ellas; por eso Reverte le dedica esta semana su columna de El Semanal. Tipos de mala madre, ladrones, asesinos, gentuza que pide permiso para salir a la calle y luchar contra los del Imperio y el águila. Con la promesa de volver tras dar la batalla. Carcajada general se oiría en los cuarteles al leer su petición. Pero el caso es que los dejaron ir. Y lo mejor es que volvieron. Uno murió en el camino, dos desaparecieron (dicen algunos testigos que los vieron entre la mole de cadáveres) y sólo uno se largó aprovechando la escaramuza. Los demás regresaron a sus celdas felices porque habían hecho lo que debían. Porque dieron eso que hoy vale tan poco, la palabra, y cumplieron. Estampas de nuestra España.

jueves, 6 de diciembre de 2007

El arte, la guerra

Leyendo Un día de cólera (como siempre, magnífico el Jefe) he recordado este artículo de Babelia en el que compara al Goya de 1808 con los fotoperiodistas de guerra que ha parido recientemente este país, o lo que sea España. Martí, Gervasio, Bauluz, Lyon... Os dejo un repaso excelente, con galería gráfica incluida. La foto de la izquierda se titula "Llanto ante el cadáver de Ali Murat Pacarizi", un soldado albanokosovar al que retrató Enric Martí, imagen con la que ganó el Ortega y Gasset de Periodismo.

miércoles, 5 de diciembre de 2007

El rostro de la muerte










Tres inmigrantes más han llegado muertos al Puerto de los Cristianos, en Tenerife. La cifra anual llega a 110. Hoy al menos Manuel Lérida, de Efe, nos ayuda a ponerle rostro al horror. La galería completa:
http://www.elmundo.es/albumes/2007/12/05/inmigrantes_cayuco/index.html







martes, 4 de diciembre de 2007

La humilde redacción

Sé que la ración de hoy va ya sobrada, pero no me puedo resistir. Me envía Toñi, la mejor periodista de Murcia (no he dicho de Cartagena, eh), este enlace con las fotos de la nueva redacción de The New York Times. Digo yo que si no nos dan la corresponsalía, a ver si por lo menos podemos trabajar en una choza como esta, ¿no?

McCullin

Don McCullin, el fotógrafo del sufrimiento humano
4-diciembre-07
Agencia EFE
(Fotografía: Biafra, 1969).-
Siempre en blanco y negro, el fotógrafo británico Don McCullin ha retratado durante casi medio siglo la guerra, el sida o la pobreza. Ahora, por primera vez en Madrid, una selección de 129 de sus impactantes imágenes pueden contemplarse en la exposición Don McCullin. Una trayectoria heroica.

"Hay muy pocas imágenes que nos permitan respirar un poco pacíficamente", ha destacado de esta exposición su comisario y director de la agencia Contact Press, Robert Pledge, quien definió a Don McCullin como un fotógrafo que "capta la mirada de otra persona para mandar un mensaje". Hasta el 27 de enero, Don McCullin. Una trayectoria heroica repasa la segunda mitad del siglo XX vista por este fotógrafo nacido en 1935 en Londres, y que ha llegado hoy a Madrid para inaugurar la exposición desde Somerset, localidad inglesa donde reside cuando no viaja por todo el mundo.


A través de los cuatro pisos de la sala de exposiciones del Canal de Isabel II, el espectador se acerca a las primeras imágenes sobre Inglaterra e Irlanda de este fotógrafo, que abandonó la escuela a los 14 años tras la muerte de su padre. Precisamente fue haciendo el servicio militar en la Royal Air Force de su país donde Don McCullin se estrenó como ayudante de fotografía aérea y descubrió la que sería su pasión y su forma de vida. Él mismo ha reconocido que le fascina revelar sus fotografías "en oscuridad y silencio total". A las imágenes de la construcción del Muro de Berlín, ciudad a la que viajó en 1961 pese a la prohibición de su periódico de entonces, -a su jefe le dijo: "demasiado tarde, tengo el billete"-, le suceden las del horror de la guerra civil de Chipre, que le valdrían su primer gran premio del World Press Photo de Amsterdam.


Don McCullin ha recorrido los principales conflictos bélicos -Vietnam, Congo, Biafra, Rodesia o Sudán-, y al periodista que le hace la clásica pregunta de si no ha pensado en algún momento arrojar la cámara y ayudar a un moribundo, el fotógrafo responde que alguna vez ha cargado a un herido en sus hombros, pero que él está formado como fotógrafo, no como médico.


El trabajo "tremendamente comprometido" de Don McCullin, según ha dicho la directora general de Archivos, Museos y Bibliotecas, Isabel Rosell, le ha convertido en uno de los principales testigos del sufrimiento humano, y sus fotografías han sido recogidas en numerosas exposiciones y libros. Lunwerg, coincidiendo con esta exposición, ha lanzado un libro de bolsillo monográfico, en el que el autor dice en el prólogo: "Las guerras tienen diferencias terribles, pero también una uniformidad terrible. Duermes con los muertos, acunas a los muertos, vives con los vivos que se convierten en los muertos".


Ganador de premios como el Cornell Capa y la medalla del centenario de la Royal Photographic Society, McCullin ha abandonado de momento las guerras y en la actualidad realiza un trabajo sobre los restos del imperio romano en el Mediterráneo o paisajes, lo que él llama "fotografías de paz".

Hay mal que mil años dura

El tratado de Otawa ha reducido el comercio de las minas antipersona, pero sus efectos se prolongarán durante siglos
De no invertir más, se tardarán 1.100 años en desactivar los 167 millones de minas plantadas en 78 países

MARICEL CHAVARRÍA. La Vanguardia

Han pasado diez años desde que en Ottawa se aprobara la Convención que prohíbe usar, almacenar, producir y transferir minas antipersona, y que obliga a destruir arsenales y a financiar el desminado de campos, así como la rehabilitación de afectados (medio millón, nada menos). Han pasado diez años y si bien más de 150 países han firmado el tratado - España destruyó sus 850.000 minas en el 2000 y retiró las que almacenaba EE. UU. en Rota-, casi 40 Estados siguen sin suscribirlo. Entre ellos, tres gigantes con derecho a veto en el Consejo de Seguridad: EE. UU., Rusia y China, que reúnen el mayor arsenal del planeta. Han pasado diez años, los países productores ya no son 50 sino 13; se han eliminado unos 90 millones de unidades, y se ha reducido enormemente el comercio (el legal). Pero ni la mediática Lady Di en su cruzada por los mutilados ni las 1.400 organizaciones que trabajan para erradicar las minas han logrado cambiar el diagnóstico de la ONU: con el actual ritmo de financiación se tardarán 1.100 años en desactivar los 167 millones de minas plantadas en 78 países. Ante semejante panorama, no es gratuito acercarse a las víctimas de ese desaguisado de las guerras modernas, que incumple flagrantemente el Derecho Internacional Humanitario. Con el apoyo de Intermón Oxfam, Médicos sin Fronteras y Manos Unidas, el fotoperiodista Gervasio Sánchez (Córdoba, 1959) lleva más de una década fotografiando la verdad humana que se esconde tras las cifras. Los niños y adolescentes de sus fotos, cuyas vidas quedaron cercenadas cuando de camino al colegio, recogiendo leña o cultivando café les estalló una mina, son hoy adultos. Sofia Elface vive en el campo, a 40 kilómetros de Maputo. A punto de cumplir los 25, tiene dos hijos cuyos padres la dejaron y sueña con estudiar medicina. Cruzó junto a su hermana un corredor minado que protegía un campamento de ingenieros italianos. Tenía 11 años. Su hermana no sobrevivió. "Quisiera ayudar a mi familia en el campo, pero ni siquiera puedo correr tras mis hijos", explica. "A la pequeña la llevo al colegio porque está cerca. Yla baño, la cuido". Hasta lograr que en Barcelona se le renovaran las prótesis, Sofía había resistido siete años y dos embarazos con las mismas. Crecía, engordaba, pero las prótesis eran pequeñas. En su país no quedan. "En esa década - asegura Gervasio Sánchez-, se ha dejado de lado el espíritu del tratado: ayudar a las víctimas. Esa gente tendrá que cambiar de prótesis entre 20 y 25 veces a lo largo de su vida. ¿Quién las pagará? ¿Quién les asiste psicológicamente? Desde Ottawa sólo se ha dedicado un 10% de lo necesario para la atención y rehabilitación. No se trata de ex heridos, son víctimas para siempre", dijo durante la presentación en Barcelona de su libro Vidas minadas. Diez años.Le acompañaban tres de las personas afectadas. Sokheurm Man, activista de la campaña internacional para la erradicación de las minas, fue herido en 1996 de camino al colegio. Su mejor amigo murió en la explosión. "No quiero hablar del pasado, duele. Hablemos del presente, de cómo hay que presionar a los gobiernos que aún no han suscrito el tratado para que el mundo pueda ser un lugar pacífico". Sánchez va más allá: "Si Occidente no fabrica minas es porque es imposible competir con China e India que las hacen muy baratas. Y es un escándalo que el gobierno español hable de alianza de civiliaciones y permita que se doblen las ventas de armas. Estamos entre los ocho grandes exportadores, estamos en la Champion´s League!"


Y éste es el pie que ilustra la foto (de Reuters/HO/Gervasio Sánchez): Hace ahora 10 años, el entonces adolescente Sokheurm Man regresaba del colegio junto a su mejor amigo a la aldea camboyana en la que habitaba, cuando una bomba antipersona cambió y sesgó su vida para siempre. En la imagen, Man hace 10 años junto a su padre, en una de las fotografías de la exposición de Gervasio Sánchez "Vidas Minadas: Diez años después", que estará en el Instituto Cervantes de Madrid hasta el 27 de enero.

De promoción

Me encantan los otoños que huelen a invierno, los que elige Alfaguara para lanzar las novedades del Jefe (lo que me viene genial porque siempre coincide con mi cumpleaños y facilito el regalo a los míos, jeje). Así que estos son días de promoción, de ver a APR por los rincones en los que se deja. Como es raro pillarlo en televisión, el enlace que os añado tiene más mérito; es la entrevista que le han hecho en Página 2, por fin, un programa de libros más allá de las amistades de Rioyo (con todos los respetos y reconociendo la alegría que me llevaba al ver a Vila-Matas y García Montero en un plató). Espero que os resulte hermoso el paseo por el cementerio del Dos de Mayo. Ahí va.
La foto, por cierto, es del Festival Internacional de Literatura de Roma del pasado año.



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El domingo llegó a Tenerife otro cayuco. Nadie lo vio hasta que estaba muy cerca de la costa, en San Miguel de Abona. A bordo, 58 inmigrantes subsaharianos. Y con ellos, un cadáver, el del joven compañero que no soportó el hambre, el cansancio, la sal y las quemaduras de la travesía. Con él son ya 107 los fallecidos a bordo de embarcaciones provenientes de África hacia Canarias en lo que va de año. Sólo en los últimos cuatro años, dice la ONU, han debido morir entre el Estrecho y las islas unas 2.000 personas, sumando las que conocemos y las que se pierden en el mar. La pena es que la noticia no pasa de un engatillado en la prensa local. (Foto: E. Pérez).

lunes, 3 de diciembre de 2007

Emiratos

Todo es negrura allá abajo. El reloj apenas marca las cuatro de la tarde pero eso era atrás, muy lejos, en España. Aquí son tres horas más. Por la ventanilla del avión no se ven ya ni nubes, ni mar, ni nada. Ya pasamos el valle de la Bekaa, el campo de batalla entre libaneses e israelíes. Allí donde se mezclan las montañas nevadas y los trazos gruesos de verde intenso es donde llevan décadas matándose. Parece una tierra en calma. Aunque eso es sólo a 10.000 pies de altura, claro. Todos duermen la siesta sobre el Medio Oriente (hasta el piloto parece que cabecea peligrosamente), así que ellos se lo pierden: a la izquierda, brillante y salvadora, aparece una llama. Y luego otra. Y otra más. Parece que el suelo negro se ha roto y pequeñas lenguas de lava luchan por salir. Pero no. Es mucho más prosaico, aunque no menos bello: son las torres petroleras ardiendo bajo nuestros pies, a la altura de Qatar. Las chimeneas, arracimadas, parecen ramilletes de rosas ardientes. Me gustaría haber aprendido más de botánica en mis tiempos ambientales para dar con la especie exacta que describa lo que vi, pero debéis conformaros con lo que más a mano tengo.
El viaje ya se hacía largo, cuatro horas hasta Atenas (gris, nublada, triste nos recibió) y otras tantas hasta el destino final: los Emiratos Árabes Unidos. Pero entonces salió la luna para espabilarnos, un faro que nos iluminó, al fin, Abu Dhabi. Aquella es la tierra del derroche. ¿Se pueden poner más farolas por metro cuadrado? Lo que hace el petróleo. La ciudad no tiene nada de particular, aunque sí su gente. Una tras otra se encuentran calles iguales, planas, simétricas. Una capital cortada con escuadra y cartabón en la que no hay ni rastro de la historia pasada. Los palacetes de adobe se conservan fatal. Tampoco hay mucho sentimiento del pasado entre sus habitantes, son un país recién nacido, creado entre 1971 y 1972 por pura necesidad: siete emiratos se ven libres del yugo colonialista de los ingleses (siempre ellos) y deciden unirse para sobrevivir. Al desierto, al aislamiento, a los gigantes del Golfo Pérsico. No tienen ni un 1% de tierra cultivable para arrancar tomates. Después vino el descubrimiento que los hizo de oro, el petróleo. Lo grande de este país es que otros vecinos suyos, con similares recursos, han mantenido hasta el extremo la división de clases, los estratos, el rico y el pobre. En Emiratos no. Todas las casas por las que uno pasa son dignas, higiénicas, de renta media, de dignos trabajadores. Al menos, así ha sido casi siempre, aunque ahora se les ha pegado lo peor de la economía global… La explotación. Y tratan más que regular a los hindúes y los paquistaníes.
No os cansaré con datos, pero hay cuatro reglas para entender el país: hay dos emiratos fuertes, Abu Dhabi y Dubai (el presidente suele ser siempre el jeque del primero y el primer ministro, el jeque del segundo, para equilibrar). El primero se destapó como la gran mina petrolífera de los EAU, así que con los años se convirtió en el centro del poder político y económico de la nación. Al hermano pobre, a Dubai, donde apenas se localizaron reservas para unos 20 años, se le concedió la gracia de explotar a lo grande el potencial turístico de la costa del Golfo. Ahora, quién lo diría, viene el cambio climático apretando el cinturón de los petroleros y, sobre todo, ha quedado constatado que la gallina de los huevos de oro está a pique de morir. Así que esa ciudad cuadriculada, tranquila, que es Abu Dhabi, se ha sumado a la carrera del turismo de millonetis. En menos de cinco años se van a contruir 20 hoteles de gran lujo, y ya tienen para empezar una joya que mostrar al mundo: el Emirates Palace, un hotel de 7 estrellas (¿era yo la única que no sabía que eso existía siquiera?) que compite con el emblema de Dubai, el Burj Al Arab (La torre del árabe), ese hotel en forma de vela de barco que es el colmo del exceso. Lo dicho, que Abu Dhabi es tranquila y diurna, vive alrededor de su Corniche, su playa limpia y fina, y sus centros comerciales. Es el emirato de la observancia religiosa, así que las mujeres, aunque hay de todo, van cubiertas de negro de los pies a la nariz. Detrás se ven ojos penetrantes, no tan tristes como los de las afganas. El dinero se ve que les hace sobrellevarlo. Los jóvenes se sientan a ver pasar la tarde en los escalones de las infinitas plazas y rotondas de la ciudad, o en las terrazas en las que el narghile, la pipa de agua, es el rey. Con una preciosidad como esa sí que fumo yo, aunque sean cáscaras de manzana y naranja…

En el puerto de Abu Dhabi, que tiene un proyecto de ampliación faraónico a punto de cambiarle el rostro, nos encontramos una de las escenas más hogareñas: una botellona en toda regla. Pandillas de coches arrimadas a la orilla del mar, haciendo un corrillo y, en medio, veinte chicos, a la occidental o con sus túnicas, charlando y bebiendo. Con una tremenda diferencia: ni una gota de alcohol hay en sus lotes. Ya sabéis que Alá no lo permite. Y otra más: no hay ni rastro de las mujeres. Por lo demás son igual de gritones, de sucios, de divertidos que la chavalería española. No tienen nada de tontos, porque eligen un lugar tranquilo y con vistas privilegiadas: la de una ciudad inundada de luz en la que los edificios parecen toreros en tarde de faena, con los trajes rojos, blancos y verdes que a modo de guirnaldas brillantes alumbran su perfil. Y es que hemos ido a visitarlos en tiempos de una triple celebración: la Navidad (pagana para ellos, que se reduce a luces, Papá Noel y un par de árboles para incitar al consumo), el 36º Aniversario de la declaración de independencia de Emiratos y el tercer aniversario de la llegada al trono del Jeque Kalifa bin Zayed Al Nahyan, que lleva como líder del país desde 2004, tras suceder a su hermano, el verdadero héroe que logró la independencia nacional, el presidente Zayed, el rostro que se repite hasta el cansancio desde que uno se baja del avión hasta cuando da un paseo por la playa. Nunca vi, que lástima, el Irak de Sadam, pero al menos ya me hago una idea de lo que es el culto al líder. Salvando las distancias, que una cosa es que haya tapices y carteles y banderolas con la cara de Zayed en cada esquina y otra que allí haya un dictador sanguinario, ojo.

Os diré que el Gobierno emiratí hizo gala de una de las principales cualidades de su gente, la generosidad a manos llenas, y nos mandó el Emirates, el hotel del que antes os hablaba. No daré detalles, pero sí dos cifras: mi habitación tenía 140 metros cuadrados y su precio era de 3.000 euros la noche. Imaginad a partir de ahí. Pero prefiero contaros otras cosas: que no hay ni un coche que baje de los 5 millones de pesetas, que el canto del muecín en las mezquitas aquí es suave y lánguido, y no desgarrado y a voz en grito como en Jerusalén, que la comida (falafel, humus, pescado, dátiles) es espectacular y que la gente no puede ser más educada de lo que ya es.
En la última jornada el trabajo se nos adelantó, pero el madrugón tuvo recompensa, porque así pudimos desplazarnos a Dubai, a una hora aproximadamente en coche. Viajamos a través de una autovía hecha con regla, ni una curva. Si no hay ni accidentes en el terreno, ni valles, ni montañas, nada. Sólo desierto, a un lado y a otro, soledad trufada de cuatro jaramagos autóctonos y de seis o siete gasolineras (que no falte). Dubai tiene 1,4 millones de habitantes pero está claro que en un par de años triplicará su población. Ya no saben dónde construir, y de ahí el invento de islas artificiales, la del mundo y la de la palmera, esas que compran Beckham y gente así. Hay edificios patrocinados por Tiger Woods, por Sarapova, por Federer… Bueno, edificios no, rascacielos. Los que podían hacer la comparación aseguraban que aquello era Miami pero en Oriente. Que quiere convertirse en el centro turístico de lujo de la zona, para atraer a los millonarios del Este de Europa y del Sur de Asia. A algunos les quedaba muy lejos Shangay. Uno piensa con asco, como cuando traspasa el umbral del Emirates, que no es justo que el mundo esté mal repartido. No es demagogia, he disfrutado del lujo y no me quejo, pero es repulsivo tanto derroche. Parece mentira que semejante emporio se pueda mantener, teniendo como tenemos a nuestro alrededor referentes de la vida real: parejas que no llegan a fin de mes, jóvenes ahorcados con la hipoteca, inmigrantes en paro… Pero no, resulta que en el mundo hay 8,7 millones de multimillonarios, es decir, el 0,13% de la población mundial cuenta con más de 5 millones de euros en el banco. Sólo en rusos no os cuento cómo estaba aquello…
Lo bueno de Dubai es que, esta sí, conserva parte de la zona antigua, de lo que fue en los años 30 y 40. Así que lo mejor del viaje fue cruzar el brazo de mar que entra en la ciudad a bordo de una especie de cayuco gratuito que te lleva de orilla a orilla. Ni se nota que el motor es motor. Es tan apacible que parece que te lleva un gondolero. Y en esa otra orilla, frente a los pisos 67 y esas locuras de cristal y mármol, allí está lo auténtico. Allí huele a tomillo, romero, regaliz en rama, flores secas, azafrán, azufre y añil, a escamas de jabón perfumado, a aceites densos, a bolas de queso seco traídas desde el vecino Irán de contrabando (porque esa es otra, a 200 kilómetros está la costa de Ahmadinejad, y en el puerto descansan, en paz, los barcos que a diario se traspasan mercancía sin papeles de por medio). En el zoco se hablan todos los idiomas, el oído se amolda al regateo machacón. Unos metros más allá se encuentra la calle donde más barato se vende el oro del mundo, la ciudad del oro la llaman. El problema es que, por mucho que lo bajen, el oro nunca será barato y, además, hay que tener estómago para traerse alguno de los modelitos…aunque hay otros de ensueño. Y lo dice la que nunca lleva joyas. Apenas hay tiempo de pararse, pero en una escapada bebemos el té que nos regala Omar, siete años, una paleta mellada, una camiseta del Arsenal y una abuela de Ceuta. “Me gusta la España. Me gusta el Barcelona. ¿Quieres más té?”, repite mil veces. Con su coletilla de chuleta me recuerda a Pepe, el hijo de Sopalajo de Arriérez y Torrezno, el líder íbero de Asterix en Hispania. Es la primera vez que veo a un árabe con coleta.

Y no os canso más: en Dubai vimos el famoso hotel de siete estrellas, con la vista más espectacular de la ciudad, un lugar donde apenas puedes dar un paso en esas alfombras de grosor infinito, y nos acercamos al centro comercial con la pista de esquí más grande del planeta (en mitad del desierto! Estamos locos), y a comprar bolsos falsificados en Corea. Mi pena fue que regresamos sin pisar una mezquita, pero lo cierto es que las que vimos tenían el encanto justo, el que da la excesiva novedad, la falta de arrugas. En fin, fue un viaje de muchísimo trabajo, pero con resultados positivos, que me ha llenado los ojos de morería después de echarla tremendamente de menos. Aunque sea para dos días, ¡quiero viajar! Un siglo de estos conseguiremos la corresponsalía, ¿no?

sábado, 1 de diciembre de 2007

1808

Una entrada breve para recomendaros la entrevista que Jacinto Antón le hace al Jefe en El País. Reconforta leer algo lúcido en un día como el de hoy, plagado de sangre, de fanáticos con capucha. No estoy con ánimo para glosaros el texto, así que mejor lo leéis vosotros. Y si alguien quiere, que vaya preparando la ruta por el Madrid del 2 de Mayo, libro en mano, claro. Me apunto. http://www.elpais.com/articulo/semana/Maldito/dia/elpepuculbab/20071201elpbabese_3/Tes