miércoles, 30 de enero de 2008

De rositas


Nunca. Nadie. Por nada. En Israel todo pasa y nada queda. "Y si pasa se le saluda", que decía un periodista deportivo con olor a butano. La entrega definitiva del Informe Winograd, encargado de examinar la tarea del Gobierno israelí durante la guerra de los 34 días contra Hezbolá, es concluyente. "El primer ministro Ehud Olmert actuó razonablemente". Así. Sin más. Un señor sin carisma, que está donde está porque a su jefe Ariel Sharon le dio lo que le dio a la cabeza (tanto veneno llevaba dentro), cuyo mayor mérito fue ser un alcalde normalillo de Jerusalén, que se encendió contra un grupo terrorista y le siguió el juego causando centenares, miles de muertos, y ahora resulta que todo lo hizo "razonablemente" bien. No sé dónde está lo razonable: el Gobierno libanés estimaba que los daños causados por la guerra en su país se elevaban a 1.187 nacionales muertos, 4.060 heridos, 256.000 desplazados y 15.000 viviendas destruidas (muchos de los muertos y heridos eran miembros de Hezbolá). Por parte de Israel, las cifras ofrecidas por los medios de comunicación, citando como fuente las Fuerzas Armadas israelíes, cifraban en 116 los soldados muertos y 450 los heridos. Entre los civiles, 41 muertos y 604 heridos. No son malas cifras, ¿no? Una hermosa guerra.


Pues nada, que aquello fue comedido. Bien es cierto que el informe detecta "graves fallos" en el proceso de toma de decisiones tanto del Gobierno hebreo como del Ejército, lo que condujo a un "gran fracaso". "Israel comenzó y acabó una guerra sin lograr una victoria clara. Una organización paramilitar (Hezbolá) resistió al Ejército más potente de Oriente Próximo durante semanas (...). Tanto el primer ministro como el de Defensa (el olvidado Amir Peretz) actuaron conforme a una valoración honesta y firme de lo que, para ellos, era necesario para los intereses israelíes". Y encima, constata que la guerra "no alcanzó sus objetivos". Objetivos que, recordemos, eran muy claros: vengar la muerte de ocho soldados en un ataque de los terroristas y recuperar a otros dos militares que aún hoy siguen secuestrados y en paradero desconocido, Ehud Goldwasser y Eldad Regev. El primero creo que quedó saciado con tanta sangre. Del segundo, ya digo, no hay nada de nada.

Entiendo que un país tiene el derecho legítimo a defenderse cuando está siendo atacado, pero no estimo que el secuestro de dos militares, la muerte de ocho y la lluvia desde luego no diaria de misiles de escasa potencia desde suelo libanés fuese motivo suficiente para masacrar a los habitantes de un país, para criminalizarlos a todos por lo que hace un grupo terrorista, con todas sus letras pese a su red de asistencia sanitaria, educativa y alimentaria. Hezbolá es lo que es y nadie lo niega, pero parece que lo que no se ve es que Israel, sus gobernantes, tomaron una decisión desproporcionada que no admitía un paso atrás. Encima les salió el tiro por la culata, porque la contienda evidenció que al super Tshal se le puede vencer.

El caso es que como el Winograd, tan esperado, no pide que rueden cabezas, nadie en Israel se plantea adelantar las elecciones, como ha dicho ya el ministro de Finanzas, Ronnie Bar-On. Pues nada, a seguir soportando un Gobierno en minoría tras la marcha de Avigdor Lieberman (qué personaje más tenebroso), plagado de escándalos económicos y sexuales. Qué pena. Con la buena gente que hay allá. Con la cantidad de israelíes honestos, currantes, inteligentes y deseosos de paz. ¿Cuándo encontrarán un gobernante en condiciones? Un día lo tuvieron y se lo cargaron. Desde dentro. Qué poca esperanza.


P.D: Sin salir de Israel pero en un tono más frívolo, os envío un vídeo para que veáis como es Jerusalén nevado. Ay, quién estuviera por allá. Shalom, hermanos. Ah, y la foto del señor Olmert se la he robado a AFP.

7 comentarios:

Unknown dijo...

Tampoco creo que sea el momento de adelantar unos comicios. Si hay cambio de gobierno se desestabilizará más aún el enclenque proceso de paz. Deja que esta gente esté al menos hasta final de este año, que será cuando se cumpla Annapolis. Espero, al menos. No te preocupes que con las elecciones en EEUU Bush se encargará de lograr al menos un compromiso para esa fecha, para que los electores no lo recuerden tanto como el peor presidente de la historia de ese gran país. Aguantemos a Olmert y agradece que ya no tenga a los rusos de Lieberman. ¿Sigue teniendo el apoyo de tu querido Eli Yishai? Ahí me pierdo. Los ciudadanos ya le darán lo que merece en las próximas elecciones, cuando toque

Unknown dijo...

http://www.haaretz.com/hasen/spages/950033.html

Nada, que era necesario. La versión de Peretz el repudiado. Cómo salvar tu alma aunque sea defendiendo al que ayudó a hundirte. Lecciones de política israelí

Anónimo dijo...

A los pacifistas a los que no les guste que se aguanten: esa guerra fue justa, necesaria e higiénica. También fue dolorosa y traumática, pero esas son las decisiones que uno ha de tomar cuando manda. Decir que es difícil es obvio a mi parecer. Olmert está siendo un primer ministro escasamente acertado por otros motivos como los asentamientos, en los que hoy tiene una política, mañana otra y pasado dios dirá. Más: es muy duro decir que a Rabin lo mataron desde dentro, no es justo, porque lo mató un radical. Radicales hay en todas partes y en todas las religiones. Tampoco creo, además, que fuese el mejor dirigente que ha tenido nuestro Estado

Kacho dijo...

Israel, dime si la situación mejoró en algo para alguien después de la guerra. Dame una sola razón que justifique los muertos de uno y otro bando, los heridos y los barrios enteros destruidos que dejaron a cintos de familia sin hogar. Aplica lo que no te gusta para replantearte tu propio razonamiento. A Rabin lo mataron radicales. Cierto. Hezbolá es un partido radical y una organización terrorista. ¿Por ello tiene que pagar todo un país?

Anónimo dijo...

Te doy una razón: Israel demostró que si se la hiere salta y eso es indispensable cuando te rodean naciones árabes dispuestas a hacerte desaparecer. Fue un golpe de autoridad. Fue como decir aquí estamos y no os consentimos ni una. Hay que ser así cuandp estás arrinconado, cuando eres el único país democrático y occidentalizado en ese rincón. No me gusta que para eso haya que matar y morir, pero a veces es necesario. Hay víctimas que salvan a otras víctimas

Kacho dijo...

Parece ser que el sufrimiento de un pueblo no enseña nada. Aunque sea el propio. Una pena.

Unknown dijo...

Isra, no tienes remedio chico. No hay manera de hacerte cambiar. Con lo majo que eres. En este tema nunca nunca nunca nos pondremos de acuerdo. Qué pena