jueves, 3 de enero de 2008

El poeta polaco


En la web de la editorial Bartleby informan de que van a celebrar su décimo aniversario con la edición bilingüe (español-polaco) de la poesía reunida de Ryszar Kapuscinski, inédita en español hasta el momento. La obra, que incluye varios poemas nunca antes publicados por el maestro de reporteros ni siquiera en su país, ha sido traducida por Abel A. Murcia Soriano.

En Los cínicos no sirven para este oficio, Kapuscinski ya relata que, antes de como periodista, sus inicios en la escritura fueron como poeta. En sus entrevistas siempre disfrazó esta faceta, porque afirmaba ser un mal rimador de versos. "Empecé a escribir como poeta. Cuando estaba todavía en el colegio, publiqué algunas poesías, el director de una revista se fijó en mí y me pidió que trabajara para ellos cuando acabara los estudios. Así que terminé la escuela a los 18 años y al día siguiente empecé a trabajar como periodista. Desde el primer momento descubrí lo fascinante que es esta profesión...", cuenta en su libro de conferencias. Aquí va uno de los poemas, aunque no sé si con la traducción que aparecerá en el libro de Bartleby; lo tengo desde hace muchos años, desde que descubrí al polaco viejete, desde que me convertí al kapuscinskismo.


La naturaleza y sus leyes
En este lugar la tierra se hunde

formando un valle

en cuyo fondo corre un río

su corriente estrecha

busca las grandes aguas

visibles hasta en mapitas escolares

quiere sumirse en su profundidad

desaparecer en el abismo verde

en adelante será océano

amenazante e infranqueable

devorará al atrevido al loco al náufrago

los borrará de la móvil superficie ondeante

después de la vida se mantendrán

las mismas leyes de la naturaleza – la muerte

al final del valle soleado

el Estigia y las tinieblas glaciales

un río distinto se va al fondo

del abismo del océano.

2 comentarios:

Unknown dijo...

No me matéis, pero como poeta no me mola; en la web esa (que no es web, que es blog, que te enteres) que nos pones hay más poemas y no me cuadra. Ahora, Ébano, Imperio, La guierra del fútbol, para enmarcar. Yo lo vi en Zaragoza hace años y el tipo atraía, lo miraba todo con una curiosidad de niño chico con la que te ganaba en cerocomados. Pena, que se van los buenos

Anónimo dijo...

Estoy contigo prima chabeli. Aunque puede que la Rengel nos eche de esta casa por decirlo. Eso de la libertad de expresión no lo aplica a según qué cosas. Tenemos que llevarla a Guantánamo a que se cure del integrismo reporteril. Jodía periodista (sin acritud, tú ya sabes)