miércoles, 14 de octubre de 2009

Diana Krall

No lo cantó el lunes en Bilbao, qué le vamos a hacer. Quizá esa (y la brevedad) fue la única pega que se le puede poner a un concierto espectacular, de esos que ayudan a pasar el mono de buen jazz. No es que cante Diana Krall, es que actúa un cuarteto impresionante (ella + Anthony Wilson -guitarra-, Ben Wolfe -bajo- y Karriem Riggins -batería-) que funciona como un reloj suizo y que lo cuadra hasta cuando improvisa. Elegancia y ritmo, cadencia y corazón. Sería imperdonable que, si os pasa cerca, os perdiérais la gira de Quiet nights.

4 comentarios:

Arantxa dijo...

Vaya vaya, dando envidia. Qué mala uva!
(espero que disfrutaras)

Anónimo dijo...

No conocía esta versión del "Fly me to the moon", me ha encantado. ¡Gracias!

Unknown dijo...

AGGG! Qué envidia, maldita!

Unknown dijo...

Uauuuuuuuuuuuuu