
P.D.: La foto, de Santos Cirilo.
El primer lunes de abril de 1625, en la aldea de Meung, comenzaba la historia de amistad más intensa que han visto los siglos: la de Athos, Porthos, Aramis y D' Artagnan. Con el mismo espíritu que alentó a los cuatro magníficos abre hoy esta humilde posada al borde del camino. Para que los míos (y los invitados) se acerquen a compartir la vida. Que Dios o el Diablo os guarde...
3 comentarios:
lo que deseamos los vascos es que ese latido se mantenga firme en las sienes y el corazón. Interesante blog. Saludos vitorianos
Triste y necesario ese peregrinar tuyo. Creo que esos pocos metros van a quedar ya como la nueva senda de la esperanza en Euskadi.
Abrazos
http://www.larazon.es/posts/show/hijos-de-perra
Por si no habías leído la entrada de Diego
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