domingo, 7 de junio de 2009

Maruja

06/06/09.- La escritora y periodista Maruja Torres firma ejemplares de su libro en una de las casetas de la Feria del Libro, en el parque de El Retiro de Madrid. EFE/Fernando Alvarado.-

Publica hoy Amalia Bulnes una entrevista con la maestra Maruja Torres. «Soy Maruja Torres y no voy a morir de hambre, pero la cosa está fatal», grita ya desde el titular. Os la dejo para que distrutéis, aprendáis y soñéis (con el texto y con el vídeo).

8 comentarios:

Unknown dijo...

Maruja es estupenda, pero creo que tu compañera le saca poco jugo.

Salud

Unknown dijo...

Ahí, sin más carrera ni más na, la mejor... ¿Para qué os habéis metido en la Facultad, chavales?

Anuska dijo...

Creo que está un poco de capa caida, creo que está un poco endiosada, creo que ya no da más de sí

Unknown dijo...

http://www.elmundo.es/elmundo/2009/06/01/cultura/1243838839.html

Esto te gustará fijo.

Un beso, guapa

Anónimo dijo...

san Peckinpah dice:
Enlazando con el rollete periodistiquil te recomiendo, por si no la has visto ya, LA SOMBRA DEL PODER. La tienes en Nervión, una pena que no esté en los Avenida: en versión original tiene que ser una pasada. Un ejemplo mas o menos textual de por qué sé que te va a gustar:
Situación. Unos redactores tratan de conseguir información usando un método con los límites éticos un tanto difuminados, por llamarlo de alguna forma.
Periodista mona y joven (una mordisqueable Rachel McAdams): "Pero eso ¡¡¡es ilegal!!!
Periodista curtido y mono (Rusell Crow con barbita y melenas): "No, esto es periodimmo der güeno".
Y Helen Mirren de directora. Del periódico, no de la peli.
SALUD

correístico dijo...

Hombre, es verdad que la entrevista es un poco cortita, aunque sea de la colegui Bulnes

Unknown dijo...

Mejor que sus reportajes y artículos hablen por ella. Prefiero no conocer ni a los perios ni a los escritores, porque el mito se me viene a los pies. De todas formas, con la Calaf y la Gallego Díaz, son las mejores tías del país. Con un par

Unknown dijo...

Siempre viva Maruja, con su cojera y sus arrugas, mejor todavía