El primer lunes de abril de 1625, en la aldea de Meung, comenzaba la historia de amistad más intensa que han visto los siglos: la de Athos, Porthos, Aramis y D' Artagnan. Con el mismo espíritu que alentó a los cuatro magníficos abre hoy esta humilde posada al borde del camino. Para que los míos (y los invitados) se acerquen a compartir la vida. Que Dios o el Diablo os guarde...
2 comentarios:
Ya la he visto y en verdad os digo que es una maravilla que nadie se puede perder.
Al fin entro en tu blog. Me gusta.
Nos vemos por esas ruedas de Dios.
Abrazos
Vivo en un mundo en el que no hay tiempo ni para ver exposiciones. (me das envidia, dulce)
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