
P.D.: la foto, de Misha Japaridze (AP).-
El primer lunes de abril de 1625, en la aldea de Meung, comenzaba la historia de amistad más intensa que han visto los siglos: la de Athos, Porthos, Aramis y D' Artagnan. Con el mismo espíritu que alentó a los cuatro magníficos abre hoy esta humilde posada al borde del camino. Para que los míos (y los invitados) se acerquen a compartir la vida. Que Dios o el Diablo os guarde...
5 comentarios:
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Se me olvidó...
Esa palabra es una mentirijilla que nos cuentan para que pensemos que vivimos en un mundo de orden. En Rusia, especialmente.
A veces creo que eres demasiado inocente, o te lo haces. Las realidades encubiertas por palabras grandilocuentes no existen. Tampoco está mal que haya quien siga creyendo en ellas, no creas. Lo que no quiero es que vivas en la luna
Comparto la reflexión de Diego, pero yo tb creo en estas cosas
Tendremos que entender, si. Curioso, hace un par de días estaba analizando que la justicia era le más puro de los valores (si se lleva a cabo, no fingida). Como sea, desde el punto de vista que sea, es el valor que por naturaleza es bueno. Justo. Y si, tenemos que estar conscientes de la mierda que hay en todos lados. Pero esa inocencia o esperanza, no la podemos perder. Entonces tampoco habrá razón para pelear. O si quiera para pensar, escribir, vivir. Volar.
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