
El primer lunes de abril de 1625, en la aldea de Meung, comenzaba la historia de amistad más intensa que han visto los siglos: la de Athos, Porthos, Aramis y D' Artagnan. Con el mismo espíritu que alentó a los cuatro magníficos abre hoy esta humilde posada al borde del camino. Para que los míos (y los invitados) se acerquen a compartir la vida. Que Dios o el Diablo os guarde...
sábado, 5 de diciembre de 2009
Pratt inédito

Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
3 comentarios:
No es por nada, pero este hombre no se complicaba mucho la vida. Sandokán tiene los mismos ojos que Corto Maltés. Viva la autocita!
Debo decirte, Arancha querida, que te equivocas. Pocas veces te has debido poner ante los ojos del marinero para confundirte. No son iguales, tienen la inspiración de la misma mano, pero sin más. Tomamos nota, Carmen, para los reyes, aunque creo que ya te has pedido muchas cosas en las últimas entradas. ;)
A los de Norma hay que hacerles un monumento.
Publicar un comentario