miércoles, 2 de abril de 2008

Célticas


Ahora que Stonehenge vuelve a acaparar los titulares, no está mal recordar a los marineros durmientes -aro en la oreja, gorra calada, sonrisa canalla- que ayudan a Merlín, a Morgana, a los Aliados...

7 comentarios:

Anónimo dijo...
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Unknown dijo...

Viva don Hugo!

Unknown dijo...

Cuando ayuda a la viuda de Finnucan, osease, se convierte en cómplice y autor de atentados del IRA; cuando asiste a la muerte del Barón Rojo por el tiro de un soldado borracho por el vino de Borgoña de Corto... Posiblemente el mejor album de historias cortas

Anónimo dijo...

"Morgana", como el relato de Juan Bonilla:

http://es.geocities.com/juanbonillaweb/lugares.htm

Anónimo dijo...

Ahí es donde el marinero dice esa frase de tu camiseta y la mía: "¿Pero por qué las mujeres que me interesan están siempre en el otro lado de la barricada?". En la mía, por cierto, ya ni se lee de tantas lavadas que le di, jeje. ¿La tuya sobrevive? ¿O nos vamos a Siena a por otro cargamento?

Unknown dijo...

Y a mí que siempre me pareció un personaje pretencioso, chicos.

Unknown dijo...

Doña Gumersinda: ¿a qué hora le puedo mandar mi tarjeta y mis padrinos para retarla a un duelo al amanecer? Esas cosas no se dicen de Corto, hombre...