martes, 20 de abril de 2010

Defensa

Lo decía ayer mismo Antonio Yélamo: aún no somos capaces de valorar en Andalucía (ni en todo el país, por extensión) la riqueza que aportan las Fuerzas Armadas a un territorio. Pero ahí están. Lo triste es que parece que sólo salen a la luz con la desgracia, porque ayudan (ejemplo: la UME) o porque se dejan la vida en el empeño (como ha ocurrido con los marineros muertos en Haití). ¿Cuántos de los políticos que hoy miraban a las viudas sienten de verdad el valor de estos ejércitos? ¿Saben siquiera lo que hacen, conocen su labor? ¿A qué viene tanta lejanía y desapego, como si el uniforme provocase urticaria? Frente a los que afrontan la política de Defensa como una obligación pesada, lejos del convencimiento, la mirada de esta infante de Marina de Rota, rota en el funeral de Estado de esta mañana. Mirándola se les entiende aún menos.
P.D.: La foto, de Jaro Muñoz (EFE).
P.D. 2: Y enhorabuena a los compañeros premiados con el Ortega y Gasset. Mucho que aprender de ellos...

2 comentarios:

Anónimo dijo...

san Peckinpah dice:
¿Será por las experiencias con militares que hemos tenido en Eppaña? (Al que le guste la Historia y el gore, que se sumerja en las campañas africanas de principios del siglo XX. Alfonso Trece, qué asco das) ¿Será porque son un mal necesario que existe porque enfrente hay otros militares dispuestos a destriparnos? ¿Será por que están a disposición de eso tan repugnantito como es el patriotismo? ¿Será porque la naturaleza real de su trabajo y para lo que les pagan consiste en matar? Por mí, cojonudo que existan: dinerito para los periodistas que cubren sus guerras y POR LAS fantásticas películas y libros que nos proporcionan sus alegres peripecias.
SALUD

Anónimo dijo...

Ése es el comentario de quien conoce bien las FAS y, pese a todo, las quiere