lunes, 2 de noviembre de 2009

La verdad del ministro de Franco

El señor Alberto Martín-Artajo, ministro de Francisco Franco (al que no le hace falta link alguno), estaba dando un discurso ante un auditorio (cualquiera vale) cuando comenzó a vanagloriarse de las obras del generalísimo. "Hemos hecho un pantano en nosedonde, y otro más por nosecual monte, y otro más en la cuenca del río equis...". Un paisano lo interrumpe y le dice: "Perdone, pero yo he pasado por nosedonde y allí no hay pantano". Respuesta del ministro: "Viaje usted menos y lea más periódicos".
Enorme anécdota de aquellos tiempos rescatada por mi padre hace diez minutos.

6 comentarios:

Arantxa dijo...

¡! Tremendo...

Juan Tortosa dijo...

En algunas cosas, querida mía, el chascarrillo, mal que nos peses, continúa estando vigente. Un beso

Unknown dijo...

¿Ves por qué no hay que fiarse de los de vuestro oficio? Mis bichos no mienten, sólo se ocultan como el camaleón, pero no tienen la mala sangre de los políticos. Aunque, por otro lado, creo que no me sería fácil desvelar las mentiras de las administraciones... Difícil tarea.

Cris dijo...

No podemos creeros ni una coma ;)

Anónimo dijo...

san Peckinpah dice:
"El gacetillero y la puta tienen mucho en común: el trasnoche, la sociabilidad venal, el consumo social de alcohol, el deseo de complacer, la vivacidad simulada, el agotamiento disimulado (...) tienes que seguir haciéndolo aunque no te apetezca.(...)
Insidiosa pero putanesca es la habilidad que ha de desplegar uno para adaptar su tono al cliente concreto. Parece ser que todo se hace, afortunadamente, de forma subliminal. Escribes así para el London Review of Books, y escribes así para el Sunday Telegraph Magazine. Puedes usar tacos aquí pero allí no."
MARTIN AMIS, "El infierno imbécil"; el Aleph Editores; 2008
P.D.
Tomando el hilo de lo que dice el tito Martin, dejo caer la pregunta a la doña y los baluarteros:
Si se considera indigna la prostitución física (que lo es, pero la indignidad va en el lote de la condición humana), ¿es menos denigrante la "prostitución" intelectual?¿Por qué se considera humillante vender el cuerpo y se considera normal vender la mente, mercadear con tus conceptos morales, deshechar tu ideología (política -puagh- o religiosa ¡PUAGHS!-, en lo que crees y piensas, en resumen, lo que eres?
SALUD

Paloma Jara dijo...

Genial la anécdota y genial tu padre. Hay que viajar menos que podemos descubrir la verdad.