"Una tragedia monumental"

Asusta mucho desayunarse con la columna de hoy de David Seaton en El Mundo (columna que no os cuelgo porque es de pago... Buscadla en la página 43 de Mundo). "Mientras Estados Unidos y el mundo entero contemplan fascinados el ombligo americano, analizando las alegrías de Obama y las torbas maniobras de Hillary, en Oriente Próximo se dispone a desencadenarse una tragedia monumental", concluye el artículo. Qué miedo. Su tesis es que Israel atacará Irán con toda seguridad antes de los comicios norteamericanos del próximo noviembre. Y que ese ataque arrastrará a toda la zona (Gaza, Irak, Líbano) a una espiral de violencia incontenible. Teniendo en cuenta las últimas declaraciones de Saul Mofaz, viceprimer ministro hebreo, no va desencaminado el analista, no.
Seaton tiene claro que Olmert -si es que aguanta como primer ministro hasta entonces- dará el paso de atacar las instalaciones nucleares de su enemigo Mahmud Ahmadineyad mientras tenga el apoyo de Bush en la Casa Blanca. Como no sabe lo que puede pasar después, más vale actuar con el respaldo del papá americano. "Israel no se quedará parado a esperar que las cosas sigan su curso", ha avisado Joschka Fischer, el ex ministro de Exteriores alemán. Una crisis en el Oriente Próximo daría ventaja al republicano McCain, que simboliza hoy la mano dura en materia de seguridad, frente a la tibieza de los demócratas, sea negro, sea mujer.

Israel ya se está moviendo sibilinamente: más de 5.000 activistas del AIPAC, el lobby judío más poderoso de Norteamérica, están presionando en el Congreso de Washington para que se corte a Irán el suministro de productos derivados del petróleo. Teniendo en cuenta que Irán importa el 40% de la gasolina que consume, como recuerda Seaton, las medidas "tendrían un fuerte impacto sobre la economía del país y podrían provocar un aumento radical de la presión interna para que el régimen modifique su actitud".

Toda la maquinaria se está moviendo, lenta pero imparable. Habrá más guerras en Oriente Próximo. Estamos avisados.

P.D.: La fotografía es de Reuters, volcada en la web de la SER.