domingo, 16 de enero de 2011

Salomé, Juan, Miriam

Juan Tortosa (centro), rodeado de parte de la última delegación de CNN+ en la comunidad andaluza; Salomé es la segunda por la izquierda. Y me falta Miriam...
Las noticias llegan a través de internet, así que la distancia no ha sido impedimento para conocer los teletipos. Información puntual (está pasando, lo estás sabiendo). Pero los 4.000 kilómetros no aminoran el daño, la rabia, la solidaridad. Eso no. Eso no me lo ahorran. De lo que me privan es de poder darles un abrazo enorme a los protagonistas de la maldita noticia, una más, pero no una cualquiera dentro de esta cadena de despidos, EREs y cabeceras cerradas que nos está dejando la crisis y la conveniencia empresarial. Por eso necesitaba mandar este abrazo de palabras a Salomé Machío, a Juan Tortosa y a Miriam Lorenzo, a mis amigos de CNN+ en Andalucía. Porque son especiales. Porque me duelen. Porque han compartido conmigo momentos de vida y oficio, y porque me han enseñado a hacer periodismo, aunque sea con un consejo, una batallita, un teléfono prestado, una sonrisa.

En eso Salo es especialista. Siempre lista para alegrarme la mañana. Compañera correística, a mi vera en Local, fue mi fuerza, mi ánimo diario, mi guía impagable por el mundo judicial en el que su empeño, su cercanía y su fiabilidad abrían las puertas más complicadas. Qué mala sucesora te tocó. Aquello fue el nudo, pero con Salo siempre quedaba la calle compartida: los encuentros felices en una rueda, las mañanas frías de guardia, las quedadas (siempre menos de las que hubiera deseado). Un honor despedirla del papel en una cabalgata de reyes escrita a cuatro manos, cansadas de recibir caramelazos (y de pedir gasparines). Fuera y dentro, siempre Salo pendiente, lista para hacer la vida más hermosa. "Qué grande, la Salo", como dice Bocanegra (otro enorme).

Juan es caso aparte. Es el maestro del oficio en Sevilla, es vocación pura que la veteranía no ha podido avejentar, ni arrugar, ni manchar. Sólo le ha sacado lustre. Mi pena es no haber pasado más tiempo en la calle con él, o a su lado en un café, escuchando y aprendiendo. Por eso guardo como un tesoro el viaje insulso de Griñán a Marruecos, porque lo tuve cerca, y ya no lo perdí. A su blog peregrino a diario en busca de orientación y lo engancho por la red en cuanto puedo, que cada consejo es una joya; cada historia, oxígeno en este mundo de miserias. Porque nadie cuenta con más pasión lo que ha hecho, lo que hace, lo que va a hacer. Porque en su boca el periodismo es verdad, es alegría, y revive frente a los agoreros del fin del mundo. Mientras quede gente como él, habrá periodismo.

Y Miriam... ¿Es posible que coincidas con una persona apenas diez o quince veces en tu vida y la aprecies tanto? Sí, es posible, si siempre tuvo el detalle de acercarse, de presentarse, de preguntar si necesitas algo. Cuando una empieza y está verde como las aceitunas, las Miriam son impagables. Ahí estuvo, para guiar cuando más lo necesitaba. El cariño que le profesan Salo y Juan no hace más que convencerme de que debe ser, de que es, una periodista estupenda.

Amigos, colegas, consejeros. Los tres han pasado el calvario y el trance del cierre de CNN+, esa infamia. Cada cual, ahora, afronta un futuro distinto, pero sólo deseo que sea el mejor de los posibles, el que merecen, el que les permita seguir contando a la gente lo que le pasa a la gente. Es un deseo profesional y egoístamente personal. Los necesito conmigo, los necesito ejerciendo, como sea y donde sea.

Ojalá pronto este abrazo deje de ser virtual. Mientras, me conformo con recordarlos con su compañera por estas tierras, Ana Garralda, que está a un paso de ganarse otra entrada en este blog, porque es de las buenas. A ver si consigo que os quiera tanto como yo.


P.D.: El abrazo es extensible, claro, a todos los trabajadores (redactores, cámaras, sonidistas, montadores, realizadores, productores... a todos) de CNN+. Ánimo, compañeros, va de vuelta por el que nos regalásteis en forma de aplausos allá por mayo.-

8 comentarios:

Irene dijo...

Precioso, Carmen. Estoy convencida de que, algún día, alguien, un empresario sensible o una cooperativa de locos periodistas, rescatará un canal como CNN+. Es necesario. Fuerza a todos los miembros de la plantilla de esta reportera metida a profesora ;)

Paloma Jara dijo...

Es verdad que los kilómetros no te impiden seguir con los tuyos, con los nuestros. Ánimo a Juan, Miriam y Salomé. Ánimo a todos los demás. Ojalá encuentren pronto una alternativa que les ilusione tanto. Un beso para ti.

Isabel dijo...

Un abrazo a toda la gente de esa cadena que me ha estado informando. En mi tele tengo un hueco tremendo. Eran de lo poquísimo digno que había. Ahora ni la enciendo, sólo para ver a Pepa Bueno cuando llego de currar, y si me voy de cañas, ni eso. Prefiero leerte, por ejemplo :))). Suerte en la distancia, chiquitina

Los Lane dijo...

Fíjate que siendo la palabra nuestro oficio de verdad no encuentro ninguna lo suficientemente apropiada para poder nombrar todas y cada una de las emociones que me has hecho sentir al leer tu entrada...

En estos días me siento derrotada... por una sociedad que ya no tiene interés por la INFORMACIÓN... o porque ya no sabemos despertar ese interés... o porque la vorágine sin medida en la que se ha convertido nuestro oficio nos ha arrebatado el don de saber hacerlo... o porque simplemente echo taaanto de menos a mi pequeña familia...

Es lo que tiene el amor: en ocasiones te hace desdichado pero... !!!!!qué nos quiten lo 'bailao'!!!!!

Un beso enorrrrme para mi valiente atrapa sueños (no dejes de llamar cuando vengas a la madre patria)

Estefanía Morales dijo...

Un beso gigante para la familia de CNN+, para los que lo hacían y para los que los veíamos.

Juan Tortosa dijo...

Mi querida Carmen, esto no se me hace. Uno no es de piedra y aquí me tienes ahora mismo con la lágrima a punto de estallar y el alma encogida. Muchas gracias, eres un amor. Te quiero.

Miriam Lorenzo dijo...

Ha sido lo más bonito que me han dedicado nunca. Fíjate cómo será que hasta me has emocionado porque... si algo he de confesar es que tengo una memoria de pez y no me reconozco en las palabras que me atribuyes!! Me alegro de que esa sea la imagen que tienes de mi. Me alegro mucho Carmen, mucho...
Y me alegro mucho de encontrarte. A tí y a este maravilloso blog que ya está en mi lista de favoritos. Sé por Salomé que estás encantada. Otra vez me alegro.
Y una penúltima alegría. Saber que tienes a Ana Garralda cerca. Yo coincidí con ella en Madrid, en la redacción de Cuatro y Cnn+. Una persona maravillosa. Cuando la veas, le das un besazo de mi parte.
Y otro grande, grande para tí.

Unknown dijo...

No he escrito más que lo mínimo que merecéis... Tenía que gritarlo. Un besazo, compañeros