Yo por lo menos. No sé vosotros. No es malo ni bueno si sabemos conservar las ganas, la energía, la inocencia, el entusiasmo. Pero es real. El marcador va sumando, aunque como dice mi amigo Borja, recién cumplidos los 27, "nos quedan muuuuuuuuuchas cosas por delante como para estar tristes". Sin embargo, ya tenemos lo suficiente recorrido como para que de vez en cuando nos asedien los fantasmas pasados. Todo esto viene a que anoche tuve una sesión de regresión a los 16 oyendo el nuevo disco de Pedro Guerra. Y que la entrevista que Gemma Nierga acaba de hacerle en La Ventana me ha devuelto esa sensación. A este cantor canario, grandísimo, lo conocimos con Golosinas, cuando cantaba cosas que nos eran más cercanas (por ideología, por sentimiento, por edad). A grito limpio me he dejado mil veces la voz con El marido de la peluquera, por ejemplo. Después lo seguimos compartiendo su senda, entendiendo sus luchas, aplaudiendo sus apuestas, como ese Hijas de Eva que tan poco sonó en las radiofórmulas y tan claro decía lo que hay que decir, o Bolsillos, otro grande.
En cambio ahora, ay, ha editado un disco hermosísimo en otra fase. Es un tipo de 40 tacos, con dos hijos, estabilizado, con menos neuras que entonces. Ha hecho una joya mesurada, tierna. Lo que me demuestra esa verdad tremenda de que el tiempo pasa y nos arrolla. El cantautor rebelde es ahora un padre respetable. Pero la oyente adolescente de entonces sigue necesitando letras más desgarradas y más rabiosas. Y con más conciencia y con más pasión. Puff, y eso que han pasado más de 10 años. En fin, que os compréis el disco. Sólo por "Corazón enfadado" (de enfado y de fado) merece la pena.
6 comentarios:
mi favorita: Raíz
Raíz que debo a mis viejos
a mis hijos y a los besos
que me guardo y que no di
raíz que busco y no encuentro
que vive oculta en los versos
que no escribo y que perdí
raíz de todos nosotros
raíz que aguarda en los ojos
que hacen guardia para ver
raíz abierta a la vida
raíz hoguera y guarida
raíz que está por hacer
¿sin esa raíz
qué será?
raíz dormida en la tierra
raíz que enreda mis piernas
y me toca el corazón
raíz que gana mis guerras
la guerra contra la guerra
y el estado del dolor
raíz de toda la gente
raíz que esquiva la muerte
que me enseña dónde ir
raíz que roza lo incierto
raíz que abrazo y me invento
para así sobrevivir
¿sin esa raíz
qué será?
La mía: Daniela
Daniela por dentro está llena de puertas
unas cerradas otras abiertas
Daniela por dentro está llena de puertas
a veces sales a veces entras
Daniela es del viento y a veces se entrega
y pierde cosas pero otras quedan
Daniela es un árbol un libro una abeja
volando entre tantas en una colmena
a veces es difícil ser
y lo que hay
no siempre es lo que es
y lo que es
no es siempre lo que ves
Daniela por dentro…
Daniela respira y a veces se cuelga
a veces no sabes si es ella o no es ella
Daniela no entiende de todo y espera
que alguien le calme sus noches en vela
y a veces es…
Daniela por dentro…
Sin quitarle mérito artístico a este poeta, que tiene mucho, he de decir que no le tengo ninguna simpatía. En mi etapa de estudiante de Arte Dramático, este chavalote ME ROBÓ LA NOVIA. Me quedé sin ella como me quedé sin abuela. Para colmo, un vendedor a domicilio me preguntó si yo era Pedro Guerra. (!!!) Años después, tuve que grabarle una entrevista y decidí vengarme. Cada vez que él iba a contestar una pregunta, yo lo interrumpía para retocar una luz o una sombra. Después se me ocurrió que le podía tocar más los cojones si proponía grabar en la calle, porque no me gustaba la habitación del hotel en la que estábamos. Él se negó porque estaba descalzo, lo cual me dio una pista. Como supe que le jodía, me empeciné en grabar en la calle. Es un tipo muy tranquilo, pero ese día acabó tan quemado que ya no sabía lo que decía en sus respuestas. Luego supe que al poco tiempo de hurtarme el tesoro, el tesoro apuntó más alto y se fue con un joven empresario que la llevaba de viaje. Incluso antes, Ismael Serrano le dio a probar un poco de su mismo jarabe al pobre Pedro. Cómo se las gastan estos cantautores. Si aparece uno, mete a tu mujer en un armario. Cuando me enteré del final de la historia, quise compartir con él una botella de ron de miel, en memoria de la pérfida princesa por la que ambos sufrimos en algún momento, pero ya era tarde. Cuenta la leyenda que la casquivana moza le sacó una canción a cada uno. La última vez que la vi, bailaba vestida de empleada de limpieza en un anuncio de la Lotería de Navidad. La vida está llena de poesía, ¿verdad?
Cuánto bueno junto! Què alegría gabacha, ver que te pasas por aquí y que encima me dejas un regalazo. Que además es una de mis favoritas también. Creo que todas las niñas, las que tú sabes, son, somos, un poco Danielas.
Ahora, la historia de Kacho es insuperable... Pobre mío! Ay, qué malos son los soñadores de pelo largo, que decía Serrat. Eso sí, tu venganza me parece maravillosa, dolorosa, jajaja. Hubiera pagado por ver al tipo perdiendo los papeles... A partir de ahora lo querré una chispita menos. Pero total, la jugada te terminó saliendo bien. ¿Ves que a veces es bueno que se te crucen en el camino, eh? Y nos tienes que explicar lo de la escuela de arte dramático, que suebna genial.
La mía: Mujer que no tendré
El desierto del sahara
esta mas cerca de mis labios
que tus besos...
y el mercado en estambul.
Las mezquitas de la India
están más cerca de mis dedos
que tu cuerpo...
y la noche en Katmandú
ESTRIBILLO:
Mujer que no tendre
que no adivinaras
mis buenas luces
mujer que no tendre
que nunca sufrira
mis malos ratos.
Los danzones de Santiago
están más cerca de mi ritmo
que tus piernas...
las terrazas de Madrid.
Los almendros de Tejeda
están más cerca de mis labios
que tu escuela...
el lugar que nunca vi.
Mujer que no tendre
que no adivinaras
mis buenas luces
mujer que no tendre
que nunca sufrira
mis malos ratos.
Mujer que no tendre
que no adivinaras
mis buenas luces
mujer que no tendre
que nunca sufrira
mis malos ratos.
Bueno, ya que os animáis pondré la mía... Aunque hay otras muchas que igualan la estima que le tengo. Pero ese estribillo me puede. Ahí va:
De niño bailaba canciones del moro,
el baile venía de adentro y así se inventaban los modos.
De niño soñaba olores profundos,
las mezclas de espuma, colonia
y sudor de unos pechos desnudos.
Creció con su sueño y un día le dijo:
Acabo de verte y ya sé que nací pa' casarme contigo.
Matilde mi vida, Matilde mi estrella,
le dijo que si nos casamos Antoine y bailó para ella.
Y abrázame fuerte que no pueda respirar,
tengo miedo de que un día
ya no quiera bailar conmigo nunca más.
Cariño y ternura, colonias y besos,
te tengo, me tienes,
quisiera morirme agarrado a tus pechos.
El amor es tan grande, tan sincero y sentido,
que un día de lluvia Matilde
acabó por tirarse en el río.
Y abrázame fuerte que no pueda respirar,
tengo miedo de que un día
ya no quiera bailar conmigo nunca más.
Mejor buenos recuerdos que un pasado perdido,
por eso un buen día Matilde acabó por tirarse en el río.
Lo que fue tan hermoso que no caiga al olvido,
te estaré recordando por siempre
Matilde que tú no te has ido.
Y abrázame fuerte que no pueda respirar,
tengo miedo de que un día ya no quiera bailar conmigo.
Abrázame fuerte que no pueda respirar,
tengo miedo de que un día
ya no quiera bailar conmigo nunca más.
Publicar un comentario