Reporteros Sin Fronteras ha hecho pública hoy su memoria anual, en la que informa de que han sido 86 los periodistas asesinados en el mundo durante 2007. No está mal la cifra, casi se ha triplicado en cinco años. Cada vez incomodamos más por ahí fuera, mientras aquí nos dormimos en las ruedas de prensa y no pregunta ni dios. Aunque quede un poco antiguo, os recomiendo un paseo por ¿Quién mató a Daniel Pearl?, de Bernard-Henri Levy (Tusquets), un libro que revive el sacrificio del humilde plumilla del Wall Street Journal que he liquidado estas navidades. Viene bien a la hora de entender que los límites entre el aventurero, el temerario y el profesional ya se pierden en este mundo de redes y telarañas, donde el enemigo está pero nunca sabes dónde. Vamos, que a veces el periodista va al matadero y piensa que le aguarda el Pulitzer. Duro y tremendamente bien documentado. Un libro, por cierto, que nunca debió ser para mí: me lo regaló en octubre de 2006 el maestro Alfredo Valenzuela, de la Agencia Efe. Fue la mañana en que visité su redacción porque habían secuestrado a Emilio Morenatti en Gaza. "Toma, quédatelo, lo tenía guardado para él pero llévatelo que a ti estas cosas te gustan. Y no sé cuándo se lo voy a poder dar...". No debí cogerlo, pero el caso es que el libro de Emilio es ahora mi libro. Le debo una.
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