En realidad se llamaba Felipe Navarro, pero la España de nuestros padres lo recuerda como Yale. Un artículo de Reverte, cómo no, me descubrió quién fue este periodista impresionante. Al poco encontré en una librería de viejo su libro de memorias, Un reportero a la pata coja, editado en junio del 80, pero del que aún quedan ejemplares medio escondidos. Sólo os dejaré el perfil con que él mismo se define en la solapa del libro; seguro que os lanzáis a buscarlo. Son tantas las anécdotas, las lecciones de reporterismo, que no entrarían en este humilde blog. Lo mismo se iba a Vietnam ("Estoy buscando inútilmente la muerte por todas las esquinas de este desquiciado mundo. Mi alma es una enorme cicatriz que no cicatrizará jamás", decía recordando cómo preparó el petate para la guerra, una salvación tras una ruptura muy dolorosa, porque en el fondo era un romántico), que cubría el ascenso a la cima de Bobby Fischer o interrogaba a la Bardot tras pasar el día con los Kennedy. Para que le oigáis en vivo, os cuelgo una entrevista que le hizo a Lola Flores y que rescató RTVE en su 50 aniversario. Tremenda. Y un detalle curioso: Yale es el padre de la también periodista y escritora Julia Navarro.
http://www.rtve.es/files/72-1181-AUDIO/Radio5-TVE50-46.mp3
"Me llamo Felipe, me conocen por Yale, soy periodista, cordobés, viudo, separado, bajito, cojitranco y buena gente. He estado en todos sitios, menos en la Gloria, y sólo aspiro a llegar al Limbo cuando me muera, que ya me ha dado un aviso el corazón. He escrito millares de entrevistas, millares de reportajes, millares de artículos. Fui un pionero de la televisión y, por tanto, estoy vetado por la televisión. He hecho de todo en este oficio menos bajarme los pantalones o zambullirme en el pozo de los reptiles. Total, que no tengo un duro. Pertenezco, como todos los españoles de mi edad, a una generación de imbéciles. Soy, claro, un autodidacta porque hasta los 20 años no pudo descubrir a Valle-Inclán, a Baroja, a Lorca, a Machado, y a otros rojos por el estilo. De lo de Larra no me enteré hasta mis bodas de plata con la vida. Voy a cumplir 50 años y a esta edad, naturalmente, como no se pueden hacer revoluciones te tienes que convertir en un burgués. O en un escéptico. Soy escéptico. Ni siquiera creo que Adolfo Suárez sea presidente durante 107 años. Este es mi libro número 13. Bueno, pues tampoco tengo la esperanza de haber dicho algo inteligente. Así que ustedes verán". YALE.-
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