El primer lunes de abril de 1625, en la aldea de Meung, comenzaba la historia de amistad más intensa que han visto los siglos: la de Athos, Porthos, Aramis y D' Artagnan. Con el mismo espíritu que alentó a los cuatro magníficos abre hoy esta humilde posada al borde del camino. Para que los míos (y los invitados) se acerquen a compartir la vida. Que Dios o el Diablo os guarde...
jueves, 13 de diciembre de 2007
Puro oficio
Por una vez os haré un comentario televisivo. Anoche, en el programa de Quintero, emitieron una entrevista con Tico Medina. Hoy estamos acostumbrados a verlo en algunos programas más o menos rosas y hay quien lo considera agua pasada en el oficio, pero es que estamos en un país de desmemoriados, porque pocos españolitos han entrevistado al Ché o a Fidel, porque pocos han sido jefes de reporteros de ABC, porque pocos han sido pareja de hecho de tipos como Yale. Da gusto escuchar a este hombre cuando no es Ana Rosa Quintana la que le da la réplica. Pues el caso es que anoche le preguntó el Loco que con qué momento de su oficio se quedaba, y el maestro contestó con una anécdota de las que valen un siglo de profesión: hace 50 años llegó a la puerta de una humilde casa de Elche y, tras llamar varias veces, le abrió una mujer pequeña, tímida. "¿Es usted la viuda de Miguel Hernández?", le preguntó. "No, soy la mujer de Miguel Hernández", le contestó ella, Josefina Manresa. Con semejante golpe de dignidad como carta de presentación, Tico hizo una de las entrevistas a las que guarda más cariño. Este bendito oficio nos pone en contacto con el rico y el humilde, con el ladrón y el artista, con el altanero y el caballero. Todos tenemos frases, anécdotas, tesoros que hemos cosechado en las calles a base de libretilla y boli bic. Como la de Tico. No tendremos euros, pero somos inmensamente ricos.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario