-A ciertos señores los tenemos a engorde.
Al pie de un muro, en las orillas de Santiago, le metieron catorce balazos en la cabeza. Fue al amanecer, y nadie se asomó. El cuerpo estuvo allí, tirado, hasta el mediodía.
Los vecinos nunca lavaron la sangre. El lugar se convirtió en santuario del pobrerío, siempre cubierto de velas y flores, y José Carrasco se hizo ánima milagrera. En el muro, mordido por los tiros, se leen las gracias por los favores recibidos.
A principios de 1988, viajé a Chile. Hacía quince años que no iba. Me recibió, en el aeropuerto, Juan Pablo Cárdenas, el director de Análisis.
Condenado por agravios al poder, Cárdenas dormía en la cárcel. Todas las noches, a las diez en punto, entraba en prisión, y salía con el sol".
Eduardo Galeano, "Celebración de la voz humana/3". El libro de los abrazos. (Siglo XXI).
3 comentarios:
Y como el muchisimos mas, todos sin olvidar por Galeno. Que grande es Eduardo, que compromiso, qaue admirable y que envidia, que no le falta ni una sola causa que no haya defendido honradamente.
Sigue recordandonoslo.
No lo conocía. Gracias por rescatarlo. XXX
Galeano ganó un premio que lleva su nombre...
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