"Hoy van a ver un programa realmente sangriento, con todo el horror que puedan imaginar y más. Es tan asqueroso que me niego a verlo. Adiós". Así hablaba el Jefe, Arturo Pérez-Reverte, cuando se le calentaba la sangre en la tele. Es una frase literal de sus años al frente de Código Uno, en su última etapa periodística (si es que no es periodismo, y del bueno, Territorio Comanche o Un día de cólera). La parrafada la he sacado de una entrevista fantástica que le hizo el gran Enric González en El País, hace tiempo. Todo viene a cuento del vídeo que me manda Mario, para que veamos al cartagenero en los años en los que nos arrastró a este mundo, perro y adictivo mundo, del periodismo.
P.D.: veo al amigo Luis Pérez en Bangkok, contando historias de la catástrofe en Birmania, y de nuevo se me ponen los dientes largos... Historias, hay que contar historias. Ay, a ver dónde acabamos. Qué envidia, pardiez.
5 comentarios:
Gracias por citar jajajaja
Esa Mayte Pascual sobreviviendo a las acometidas del Reverte, poli bueno/poli malo. Lo mejor era escuchar a Margarita Landi
¿Qué importa lo que cuente TVE desde Tailandia si hay que estar en Birmania? Como nosotros: ABC, primer medio español en entrar en el país. Sé objetiva, chiqui, lo que hace Luis Pérez no es contar historias, es estar en la retaguardia, tranqui, en el hotel de 5 estrellas.
http://www.abc.es/20080508/internacional-internacional/primer-medio-espanol-birmania_200805081829.html
Tuvo una frase muy buena también cuando dejó de presentar el espacio. "Dejo este programa porque contiene mierda." Después puso a parir a media tele con "Territorio comanche" y se quedó más ancho que largo. Recuerdo que la Landi siempre creía que el asesino era un conocido de la víctima o estaba escondido en la casa. El poli cachondo aún iba de seriote. Lo cierto es que en ese año, comenzó a emitirse telebasura de forma masiva. Hasta hoy.
A mí de hecho aquello ya me parecía telebasura. Ese plano que pones del tío tocándole el culo a la secretaria ya es un indicio de lo que venía. Mucho tardó Reverte (al que no sé por qué queréis tanto) en largarse
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