Con indignación he repasado esta mañana la crítica (elogiosa) que hace Javier Ocaña de la última de Isabel Coixet. ¿Cómo se puede decir que
El animal moribundo, obra de Philip Roth en que se basa la película,
está lejos de ser una buena novela? Hay opiniones con las que no puedo transigir... y con este título no cedo. Ni un paso. Nunca. Espero que la Coixet no se haya cargado a mi pareja más adorada (Kepesh/Consuelo). De momento ya hay un crítico al que hay que retar a duelo. A espada o a revólver, que sea él quien elija. No se puede usar el nombre de Roth en vano.
"Has violado la ley de la distancia estética. Has imbuido de sentimiento la experiencia estética con esta chica... la has personalizado, la has sentimentalizado (...) Yo diría, Dave, que eso constituye el abandono de una posición crítica. No estoy en contra de ello porque sea antihigiénico, no estoy en contra de ello porque sea repugnante. Estoy en contra porque significa enamorarte. La única obsesión que todo el mundo desea: amor".
P. Roth, El animal moribundo.- Alfaguara.
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