Cada vez con más frecuencia necesito una dosis de Philip Roth. Cuando entra en vena una vez el cuerpo te lo reclama con urgencia. Puro mono, vamos. Por eso es una alegría encontrarse con la noticia de una nueva novela. Se titula Sale el espectro, la edita Mondadori y es la despedida de Zuckerman. En su honor os añado un párrafo de Me casé con un comunista. Fantástico.
"El militante presenta la fe, una gran creencia que cambiará el mundo, y el artista presenta un producto que no tiene cabida en este mundo, que es inútil. El artista, el escritor serio, introduce en el mundo algo que ni siquiera estaba ahí al comienzo. Cuando Dios hizo todas las cosas en siete días, las aves, los ríos, los seres humanos, no dedicó ni diez minutos a la literatura. "Y entonces existirá la literatura. A algunos les gustará, a algunos les obsesionará y querrán hacerla...". No, no. Él no dijo eso. Si entonces le hubieras preguntado a Dios: "¿Habrá lampistas?", te habría respondido: "Sí, los habrá, porque habrá casas y serán necesarios los lampistas". "¿Habrá médicos?". "Sí, porque la gente enfermará y necesitará médicos que les receten medicinas". "¿Y literatura?". "¿Literatura? ¿De qué me estás hablando? ¿Para qué sirve eso? ¿Dónde encaja? Por favor, estoy creando un universo, no una universidad, nada de literatura".
4 comentarios:
Que te gustan los judíos atormentados.
Y los palestinos atormentados, jaja
Vaya tela los amigos que me echo
Te podrás quejar!!!!!!! Esto te pasa por escribir tanto sobre aquella gente, que nos pones la cabeza loca. De todos modos te aplaudo el gusto porque Roth es un maestro. Hace dos noches acabé La conjura contra América y aún me encuentro sobrecogida. Es fabuloso. Podíamos hacer un lobby para que le dieran el Nobel, ya que es una práctica tan judía (sin maldad)
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