Quiero creer en la Justicia. Con mayúsculas o minúsculas. La de los jueces y la divina-estelar. Creo que a los malos les llega su hora, y a los buenos también. Como los dioses actúan cómo y cuándo quieren, poco les podemos exigir. Pero a los hombres, a los jueces, se les pide rigor, valentía y certezas. Que los asesinos (porque lo son) de Anna Politkovskaya hayan quedado libres es un ejemplo de lo mal que funcionamos los humanos. De que nuestra justicia es más que imperfecta, más aún cuando otro hombre, otro poder, la amolda a su conveniencia. Ha triunfado Putin, se ha muerto la justicia. Quejémonos, por lo menos.
P.D.: la foto, de Misha Japaridze (AP).-
5 comentarios:
http://www.p-es.org/index.php?option=com_content&task=view&id=2558&Itemid=62
Se me olvidó...
Esa palabra es una mentirijilla que nos cuentan para que pensemos que vivimos en un mundo de orden. En Rusia, especialmente.
A veces creo que eres demasiado inocente, o te lo haces. Las realidades encubiertas por palabras grandilocuentes no existen. Tampoco está mal que haya quien siga creyendo en ellas, no creas. Lo que no quiero es que vivas en la luna
Comparto la reflexión de Diego, pero yo tb creo en estas cosas
Tendremos que entender, si. Curioso, hace un par de días estaba analizando que la justicia era le más puro de los valores (si se lleva a cabo, no fingida). Como sea, desde el punto de vista que sea, es el valor que por naturaleza es bueno. Justo. Y si, tenemos que estar conscientes de la mierda que hay en todos lados. Pero esa inocencia o esperanza, no la podemos perder. Entonces tampoco habrá razón para pelear. O si quiera para pensar, escribir, vivir. Volar.
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