- Señor Churchill, si yo fuese su mujer le pondría arsénico en el café.
- Señora Astor, si yo fuese su marido, lo bebería.
Cara a cara de una diputada conservadora inglesa con el señor primer ministro de entonces, en la Cámara de los Comunes (igualito a nuestro Congreso de los leones).
4 comentarios:
Deliciosa cita. Lo que no sepas tú...
Jajaja, qué bueno
Buenísimo!!! Tengo ganas de verte perri
Bienvenida, Oriana!!!
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