lunes, 17 de marzo de 2008

Libros como bombas



Ya me gustaría que fueran "bombas como libros" y no al contrario, parafraseando aquello de "espadas como labios" de Aleixandre. Pero no. La realidad, tozuda y poco dada a alegrías, nos golpea de nuevo: la cultura yace vencida por el fanatismo. Otra vez. Ahora ha ocurrido en Francia: una amenaza de bomba obligó ayer a desalojar el Salón del Libro de París, aunque finalmente la Gendarmería no encontró artefacto alguno. ¿El motivo? La edición de este año tiene a Israel como país invitado, coincidiendo con el 60 aniversario de la creación de su Estado, y parece que a determinados grupos islamismas asentados en la vieja Europa no les ha hecho la menor gracia. En los últimos días ya habían llegado varias advertencias, amenazas de hacer volar el recinto de Porte de Versalles si la feria se celebraba. Líbano, Yemen, Arabia Saudí, Marruecos, Argelia, Túnez e Irán, por ejemplo, han decidido no acudir al salón, como pedían la Organización Islámica para la Educación, la Ciencia y la Cultura (ISESCO) y la Unión de Escritores Palestinos. "Israel es un Estado racista y verdugo que ahora más que nunca está aplastando los derechos humanos. La invitación es una afrenta", dice esta última plataforma. Pero... ¿se invita a Israel, a su Gobierno, a sus acciones, o a sus artistas, a sus escritores, a sus obras? Francia no está apoyando el bloqueo de Gaza, ni la construcción de nuevos muros con Egipto o de nuevas colonias judías en Cisjordania. Lo que apoya es la literatura de un país con un imaginario riquísimo, con figuras esenciales de hoy como Amos Oz y David Grossman, a los que tenéis más arriba. Entre los 39 escritores hebreos que han sido invitados suman infinitos mensajes más por la paz que en su contra, hasta el punto de que alguno (Grossman) ha perdido incluso a un hijo en la guerra con Hezbolá y, en vez de acusar de su muerte a los terroristas, se enfrentó a su Gobierno, al gabinete Olmert, por su ceguera al iniciar la contienda de 2006. La fiesta de la literatura podría haber sido una cita perfecta para el intercambio de ideas e inquietudes, pero los radicales lo han impedido. De nuevo. Ni los libros se dejan en paz. Y eso que son, como dice el Jefe, "hermosos y nobles libros, limpios de corazón, fieles no a lo que ven o hacen los hombres, sino a lo que los hombres sueñan".

6 comentarios:

Unknown dijo...

Esto si que es histórico: Merkel en el Museo del Holocausto:

http://www.elpais.com/articulo/internacional/Israel/Alemania/firman/acuerdos/historicos/elpepuint/20080317elpepuint_10/Tes

Unknown dijo...

Oz escribe sobre palestinos e israelíes, muestra de que sí hay escritores judíos en busca de paz:

"Hebrón es una ciudad herida, llena de desconfianza, odio, temor y deseo de venganza. Algunos de los integristas musulmanes de línea dura residen en esa ciudad a sólo una manzana o dos de los colonos judíos más fanáticos. Las sombras de los judíos asesinados en Hebrón por los árabes en 1929 se confunden con las de los fieles musulmanes asesinados por el doctor Goldstein en 1995. El terrorismo de Yihad y Hamás codeándose con el terrorismo kahanista. En Hebrón hay muchas personas, tanto árabes como judías, que están fascinadas por fantasías de dominación y sumisión nacionalistas, no por ideas de compartir y de coexistencia. El futuro no es muy prometedor, a no ser que haya un esfuerzo coordinado de israelíes y palestinos de fuera de Hebrón para domar el "síndrome de Hebrón", de fanatismo violento, y para extinguir cualquier chispa de violencia antes de que se convierta en llama. Los colonos judíos han acuñado la frase "renovar la comunidad judía de Hebrón". Puede que haya llegado el momento de que las palomas israelíes acepten esta consigna. Ahora que los palestinos han aceptado, según el acuerdo de Oslo, que haya un sector judío en Hebrón, dejemos que las palomas las renueven. Dejemos que las palomas reemplacen a los discípulos del rabino Kahane y a los seguidores del rabino Lebinger con un tipo diferente de colono judío. Dejemos que los israelíes partidarios de Paz Ahora, los grupos ortodoxos pro paz, el movimiento religioso blando se presenten voluntarios para turnarse en habitar el barrio judío de Hebrón y para dirigir las oraciones de los judíos en la Tumba de los Patriarcas. Dejemos que este nuevo tipo de colonos reemplace a los opresivos ultraextremistas que recorren la ciudad buscando jaleo. Puede que ese experimento sea la verdadera forma de ser pionero, los pioneros de la coexistencia pacífica. Ese experimento puede funcionar siempre y cuando, por supuesto, los palestinos de Hebrón también estén dispuestos a cerrar el Libro de la Muerte y a abrir el Libro de la Vida. "

Unknown dijo...

Me empieza a preocupar que coincidas con la columna de Pilar Rahola en La Vanguardia... jajaja

Anónimo dijo...

http://alajnabiya.blogspot.com/

Aqui vereis cosas que justifican el veto incluso a los literatos de israel...

Unknown dijo...

Gran frase del Reverte, por una vez en su vida. ¿De dónde es? ¿de un libro o de un artículo? A ver si me la localiza aquí la presidenta del club de fans

Unknown dijo...

Pues mira, yo no me acordaba de la frase, me la hizo buscar mi amiga Marisa, la zaragozana más andaluza, en un comentario que hico aquí hace tiempo. La frase proviene de la compilación Obra breve I (aunque no sé por qué se sigue llamando así si nunca ha habido una Obra breve II). Me parece que está en el artículo "Los héroes cansados". Cuando baje a casa, no sé cuándo, lo buscaré. Palabra...