viernes, 22 de agosto de 2008

Aunque sirva de poco...

Palestinos e israelíes, juntos en un equipo de fútbol australiano.
P.D.: La fotografía, de Efe, se la robé a la ETB.

4 comentarios:

La gata Roma dijo...

La gente es gente, las personas sólo son eso. Luego están las masas, los políticos que las encabezan, los fanáticos que las alteran… y todo cambia.
Me gusta pensar que si sirve de algo.

Kisses

Unknown dijo...

Al menos, éstos parecen llevarse mejor que los del Diván de Barenboim... Porque eso sí que es una foto y ya, un bonito montaje de cara a la galería, con los chavales durmiendo, comiendo y viviendo por separado (no hay más que ir a la residencia de Pilas en la que se alojan). Sólo se reúnen para tocar (lo contrario sería el colmo). Tanto paripé... Tantas subvenciones... Tanta política mala

THE LITTLE QUEENS dijo...

BUeno me siento homenajeada con esta foto. Que guapisimos que son...
Pero que investiges a ver si va a pasar lo que Juan dice.
Y que el futbol americano llega a todas partes, curioso!
Gracias por la foto.

Unknown dijo...

Todos sabemos que la historia de Barenboim y Chaves es así de lamentable. Verdad, vale, es cierto que hay un par de parejitas surgidas entre israelíes y palestinas y viceversa, pero son casos excepcionales más bien. Por eso no nos dejan ir a los periodistas a pasar el día entero a la residencia esa. De hecho, si estuvieran más tiempo justos la orquesta sonaría mucho mejor. Lo más importante, no obstante, es lo rompedor del hecho de que este hombre se haya decidido a tocar a Wagner en Ramallah y con estos chavales. Ése es el verdadero mérito de su Diván, romper fronteras y poner una pica en Flandes.
Besines